Operación Barbarroja

La «Operación Barbarroja» cambió para siempre el devenir de la Segunda Guerra Mundial y de la Humanidad cuando el 22 de Junio de 1941 la Unión Soviética fue de manera repentina atacada por Alemania y otras potencias del Eje. Aquel acontecimiento derivó en una brutal invasión a una escala jamás vista en el pasado, la cual confrontó a millones de tropas sobre vastos espacios de Rusia y la Europa del Este, dejando como resultado otros tantos millones de muertos sobre un campo de batalla que sería recordado como el más colosal de la Historia.

Plan del Eje

El estallido de la Segunda Guerra Mundial el 1 de Septiembre de 1939 comenzó con una alianza antinatural entre la Alemania Nacionalsocialista de Adolf Hitler y la Unión Soviética de Iósif Stalin para repartirse la Europa del Este dentro del Pacto de No-Agresión Germano-Soviético «Ribbentrop-Molotov». A pesar de que el ataque se inició con la invasión del Tercer Reich a Polonia, seguida de la declaración de hostilidades por parte de Gran Bretaña y Francia, la URSS no se sumó a la campaña hasta el día 17, lo que evitó al Kremlin sumergirse en un conflicto armado con los Gobierno de Londres y París. Una vez Polonia fue partida por la mitad, cada potencia prosiguió con su agenda expansionista porque los soviéticos se apoderaron de Estonia, Letonia, Lituania, Carelia en Finlandia y Besarabia y Bukovina a costa de Rumanía; mientras que los alemanes ocuparon Noruega, Dinamarca, Holanda, Bélgica, Luxemburgo y Francia, aniquilando al Ejército Francés y expulsando al Cuerpo Expedicionario Británico de vuelta al Reino Unido tras la evacuación de las playas de Dunkerque.

La primera vez que Adolf Hitler mencionó la posibilidad de invadir la Unión Soviética fue al poco de concluir la campaña de Francia el 21 de Julio de 1940, cuando ni tan siquiera haber dado comienzo la Batalla de Inglaterra ni la «Operación León Marino» en la que nunca creyó, no tardó en poner sus ojos sobre Rusia. La razón de esta mirada fue que a medio o largo plazo la URSS podía constituir la última esperanza de Gran Bretaña de poseer un socio fuerte en el continente que obligara a Alemania a combatir en dos frentes, algo que precisamente el Führer trataba de evitar después de la experiencia de la Primera Guerra Mundial.

Cuando fracasó la Batalla de Inglaterra y la Fuerza Aérea Alemana (Luftwaffe) encajó pérdidas muy graves a manos de los intrépidos pilotos de caza de la Fuerza Aérea Real Británica (RAF), Hitler canceló la «Operación Marino» y ordenó trasladar a muchas de sus divisiones hacia otros escenarios al entender que por el momento no se podía esperar una capitulación de Gran Bretaña. A pesar de que en ese Septiembre de 1940 ya se esbozó un eventual plan para invadir Rusia, en realidad el Führer intentó por todo los medios de no tener que llegar a ese extremo, por lo que trató de buscar un aislamiento periférico del Reino Unido que fracasó por completo en el plano diplomático, en primer lugar porque tras su entrevista con el «Generalísimo» Francisco Franco no logró que España entrase en la contienda y bloquease el acceso inglés al Mar Mediterráneo, en segundo lugar porque tampoco consiguió que la Francia de Vichy se implicase por completo en el conflicto después de su amarga reunión con el Mariscal Philippe Pétain, y lo que fue peor, que en tercer lugar su amigo Benito Mussolini se sumergió en una invasión contra Grecia que dejó en una muy mala posición a Italia.

Adolf Hitler e Ion Antonescu planificando la invasión de Rusia.

Los reveses diplomáticos para aislar al Reino Unido en el Mar Mediterráneo condujeron a Hitler a buscar una última posibilidad de evitar una invasión de la URSS mediante una oferta de atraerla a la alianza del Pacto Tripartido con Italia y Japón. Así se lo mencionó al Ministro de Exteriores Vyacheslav Molotov durante su visita a Berlín el 12 de Noviembre de 1940, al que sugirió emplear el Ejército Rojo para atacar los dominios del Imperio Británico en la India y Oriente Medio mientras el Ejército Alemán se concentraba en el oeste de Europa y las costas del Océano Atlántico. Aunque Molotov no vio con malos ojos la propuesta, las exigencias que solicitó a cambio fueron inasumibles para Alemania debido que pidió la anexión de Finlandia y Bulgaria, así como ejercer su influencia en los Balcanes a través de Yugoslavia, algo que los alemanes jamás podrían conceder a los soviéticos debido a que expondrían en exceso su flanco sur. De este modo fue como a raíz de este último fracaso diplomático con el Kremlin, el 18 de Diciembre de ese año el Führer presentó un borrador para atacar la URSS que fue bautizado como Directriz Nº21, más conocida como «Operación Barbarroja».

La Directriz Nº21 fue recogida en nueve copias que estudiaron los Estados Mayores con una mezcla de optimismo por sus victorias anteriores, pero también con cierto pesimismo en su ejecución, tal y como dejó entrever el Alto Mando del Ejército (OKH) al frente del mariscal Heinrich Von Brauchitsch y el general Franz Halder, así como también el Alto Mando del Ejército de Tierra (OKW) encabezado por el mariscal Wilhelm Keitel y el general Alfred Jodl. El plan consistía en el embolsamiento y destrucción del grueso del Ejército Rojo dentro de la denominada «Línea Dniéper-Dvina», algo que de lograrse se evitaría que grandes agrupaciones pudiesen asentarse más allá de estos dos ríos para continuar la lucha, lo que a corto plazo provocaría una crisis del régimen y un más que probable derrumbe del Estado Soviético. No obstante si alguna de estas dos circunstancias fallaba, el Ejército Alemán entonces se vería obligado a emplear el triple de sus recursos para moverse mucho más allá, estableciendo una nueva línea de 500 kilómetros de profundidad que se extendería desde el puerto de Arkángel en el Océano Glacial Ártico hasta el de Astracán en el Mar Caspio.

El hecho de ocupar tanto territorio en la Unión Soviética implicaría que el régimen soviético, o en todo caso los gobiernos rusos que le sucedieran, ya no supondrían una amenaza alguna porque serían confinados al otro lado de los Montes Urales. Esto permitiría al Tercer Reich poner en marcha el famoso «espacio vital o «Lebensraum», una teoría que en combinación con las tesis del «empuje hacia el Este» o «Drang Nach Osten», preveía germanizar estos territorios y sobretodo establecer campesinos alemanes que colonizasen Ucrania y extrajeran el trigo de ese país, considerado por muchos como el «granero de Europa». De manera sorprendente el Partido Nacionalsocialista de los Trabajadores Alemanes (NSDAP) había adoptado estas dos tesis en una fecha tan tardía como 1923, concretamente tras el Putsch de Munich durante el encarcelamiento de Hitler en la Prisión de Landsberg, donde las plasmó en su famoso libro Mi Lucha o Mein Kampf a partir de los estudios de Friedrich Ratzel, un antropólogo alemán del siglo XIX. Sin embargo y aunque en numerosas ocasiones habló de colonizar las tierras del Este, en el año 1941 la mente del Führer estaba en otras cosas más trascendentes respecto de la URSS como su dimensión estratégica y económica.

La dimensión económica de la «Operación Barbarroja», en conjunto con la amenaza que suponía el Ejército Rojo en la frontera y la negativa del Kremlin a sumarse al Pacto Tripartito, fueron los tres principales motivos de la Directiva Nº21 y no tanto el «Lebensraum» o la «Drang Nach Osten», ya que éstas se añadieron posteriormente cuando la guerra era irreversible. De hecho la explotación del territorio soviético era un requisito fundamental teniendo en cuenta que Hitler sospechaba que tarde o temprano los Estados Unidos entrarían en la contienda y Alemania se vería obligada a enfrentarse a todo el poderío militar e industrial anglo-sajón. De este modo se volvió urgente apropiarse del grano de Ucrania, tal y como defendió Herbert Backe en calidad de Secretario de Alimentación y Agricultura, pero también de otros materiales como el níquel, los fosfatos, manganeso, platino, etcétera que podrían encontrar en diversos puntos del oeste de Rusia, sin obviar los minerales y el carbón que se podían obtener de la cuenca comprendida entre el Río Don, el Donbass y Kharkov. No obstante la materia prima considerada más importante fue el petróleo, según la catalogó el general Georg Thomas al frente del Departamento de Guerra y Economía del Ejército, pues al ser insuficiente el crudo que los alemanes extraían de las refinerías de Ploiesti en Rumanía, se priorizó la necesidad de acceder al Cáucaso y apoderarse de los campos petrolíferos de Maikop, Grozny y Bakú.

El optimismo de la «Operación Barbarroja» en muchos aspectos pecó de excesivo debido a que se cometieron infinidad de errores, siendo el más importante de todos el hecho de desconocer completamente al tipo de enemigo al que iba a enfrentarse y otorgarle un papel que no tenía por qué corresponder con la realidad. En el caso del número de divisiones que se pensaba poseía el Ejército Rojo las estimaciones fijaban unas 200 divisiones, cuando en realidad al poco de comenzar la campaña se detectarían un total de 360, sin incluir las no identificadas que sumaban en torno a 400, el equivalente a casi el doble de las establecidas inicialmente. Esta equivocación se debió a que los germanos fueron incapaces de descubrir la existencia de un segundo escalón estratégico por delante del primer escalón concentrado al oeste de Rusia, algo que bien podía considerarse como una especie de «Segundo Ejército Rojo» en caso de ser el destruido el «Primer Ejército Rojo».

Otro error muy grave cometido por el Ejército Alemán fue la carta política que perfectamente podía haber provocado el derrumbe de la URSS en los primeros meses y que de manera negligente decidió no aplicar por lo menos en su totalidad, ya que en vez de apoyar los movimientos independentistas de Ucrania, Bielorrusia o Lituania, o en todo caso presentarse los invasores como libertadores del estalinismo en Rusia, se decidió imponer gobiernos militares alemanes en estas regiones, cuando no directamente reprimir a sus habitantes. Esta decisión que si bien los alemanes no iban aplicar para Estonia o Letonia, ni tenían intención de llevar a cabo en el Cáucaso o el Asia Central (regiones todavía fuera de su alcance en 1941), redujo significativamente el volumen de apoyo local que tan sólo se tradujo en las guerrillas bálticas de los Hermanos del Bosque o la mitad del Ejército Insurgente Ucraniano que operaba en Galitzia.

Algunos factores externos también afectaron al desarrollo de la «Operación Barbarroja», siendo el más relevante el que se suspendió cinco semanas la fecha final fijada para Mayo de 1941, escogiéndose en su lugar el 22 de Junio. La razón fue que la estación invernal se alargó más de lo habitual y el deshielo embarrizó mucho más tiempo del previsto la Gran Llanura Europea con amplias franjas cubiertas por agua-nieve o «rasputitsa»; sin obviar con que el Ejército Alemán sufrió algunos retrasos derivados del desgaste de material sufrido en la invasión de Grecia y Yugoslavia cuando de manera imprevista se vio obligado a acudir en ayuda de Italia a los Balcanes. A estos imprevistos había que sumar los problemas logísticos derivados de la campaña, ya que el ancho de la línea férrea rusa era diferente a la europea, muchas carreteras no estaban asfaltadas y encima si las operaciones se alargaban al invierno se corría el riesgo de sufrir elementos climáticos adversos como la nieve y las temperaturas árticas, tal y como le había sucedido al Ejército Francés de Napoleón Bonaparte en 1812.

La concentración en las fronteras occidentales de la URSS sobre Prusia Oriental, Polonia y Rumanía comenzó a hacerse patente desde principios de 1941 porque a diario 17.000 trenes fueron descargando tropas y material, algo de lo que se encargó el general Rudolf Gercke al mando de la Oficina del Servicio de Transporte del Reich. A pesar de que diez semanas antes del ataque iba a ser imposible ocultar el movimiento de tantos efectivos, la diplomacia alemana alegó al Kremlin que estaban preparando futuras operaciones contra los Aliados lejos de los ojos de Inglaterra, cosa que los rusos creyeron al comprobar como la guerra se extendía a los Balcanes, Creta e incluso a Oriente Medio con la Revuelta de Irak y el ataque inglés a las colonias vichystas de Siria y Líbano. Gracias a estos engaños se pudieron reunir en la demarcación un total de 105 divisiones entre las que había 69 de infantería, 17 blindadas Panzer, 8 motorizadas, 5 de las Waffen-SS, 3 de montaña, 2 ligeras y 1 de caballería, más 1 brigada ligera y 1 regimiento especial.

A nivel oficial la fuerza alemana que se abalanzaría sobre la Unión Soviética sería de 3.050.000 soldados, 4.300 aviones, 3.000 tanques, 7.184 cañones, 500.000 vehículos y 625.000 caballos. Según el objetivo de norte a sur, las principales agrupaciones fueron las siguientes: el Grupo de Ejércitos Norte al mando del mariscal Wilhelm Ritter Von Leeb partiría de Prusia Oriental y el norte de Polonia con el XVI Ejército y el IV Grupo Panzer (IV Panzergruppe); el Grupo de Ejércitos Centro del mariscal Fedor Von Bock saldría del centro-sur de Polonia con los IV y IX Ejércitos, el II Grupo Panzer (II Panzergruppe) y el III Grupo Panzer (III Panzergruppe); el Grupo de Ejércitos Sur del mariscal Gerd Von Rundest atacaría desde la frontera de Hungría y Rumanía con los VI, XI y XVII Ejércitos, más el I Grupo Panzer (I Panzergruppe); y el Ejército de Noruega del general Eduard Dietl operaría desde el norte de Finlandia con el XXXVI Cuerpo de Montaña.

El plan final de la «Operación Barbarroja» tuvo como principal fuerza de choque al Grupo de Ejércitos Centro, el más poderoso de todo el dispositivo, que se encargaría de atravesar Bielorrusia en dirección Moscú tratando de destruir al Ejército Rojo en la «Línea Dniéper-Dvina». Al mismo tiempo el Grupo de Ejércitos Norte más arriba se abriría en arco sobre Lituania, Letonia y Estonia hasta ocupar Leningrado e incluso marchar en dirección a Arkángel; mientras que el Grupo de Ejércitos Sur en el extremo meridional profundizaría hacia el corazón de Ucrania para tomar Kíev, Crimea y la región industrial del Donbass, antes de torcer hacia el Cáucaso para alcanzar Azerbayán y las fronteras con Persia y Turquía, a las que se esperaba atraer al Eje. También desde Laponia el XX Cuerpo saldría junto al Ejército Finlandés hacia el puerto de Murmánsk para evitar la entrada de suministros enviados por Inglaterra, al mismo tiempo en que se trataría de expulsar a los soviéticos de Escandinavia. Curiosamente en caso de que una de las alas más débiles fracasara en su cometido, el general Franz Halder obtuvo permiso de Hitler para dado el caso desviar al mucho más voluminoso Grupo de Ejércitos Centro en apoyo de los Grupos de Ejércitos Norte o Sur.

Junto a Alemania se unirían a la «Operación Barbarroja» los demás países del Eje en Europa como fue el caso de Rumanía, por ese entonces al frente del «Conducator» Ion Antonescu, quién al mando del Grupo de Ejércitos «Antonescu» reunió a 250.000 soldados y 380 aviones de los III y IV Ejércitos Rumanos que se abalanzaría sobre las provincias de Besarabia y Bukovina con 17 divisiones (12 de infantería, 2 de fortaleza, 1 blindada, 1 de guardias y 1 de reserva) y 5 brigadas (3 brigadas de montaña, 3 de caballería y 1 de infantería). Al mismo tiempo Finlandia que deseaba resarcirse de los territorios perdidos en Carelia tras la Guerra de Invierno atacaría toda la frontera fino-rusa con 500.000 soldados y 550 aviones del Ejército Finlandés repartidas en 18 divisiones (17 de infantería y 1 de reserva), más 3 regimientos y la milicia civil al mando del general Carl Emil Gustav Mannerheim. En menor medida Italia envió por orden expresa de Benito Mussolini a tres divisiones con 50.000 soldados, 5.000 vehículos, 4.600 caballos y 80 aviones del Cuerpo Expedicionario Italiano en Rusia (Corpo di Spedizione Italiano in Rusia o CSIR) liderado por el general Giovanni Messe; mientras que Hungría mandó a 1 división de infantería y 3 brigadas (2 motorizadas y 1 de caballería) con 40.000 soldados, 141 tanques, 264 cañones, 41 vehículos blindados y 117 aviones del l Cuerpo Móvil Húngaro dirigido por el general Ferenc Szombathelyi. De igual forma Eslovaquia desplegó a 2.000 soldados, 40 tanques, 29 cañones, 271 vehículos, 112 caballos y 71 aviones del Grupo Rápido Eslovaco encabezado por el general Ferdinand Catlos; sin obviar con que la neutral Suecia prestó a 2.000 soldados dentro del Batallón Voluntario Sueco que comandó el coronel Hans Bergen. Curiosamente tampoco faltarían a la cita los separatistas internos de la URSS, pues hubo 100.000 guerrilleros del Ejército Insurgente Ucraniano que representaba el político Stepan Bandera, así como 15.000 partisanos lituanos, 10.000 estonios y 200 letones de los Hermanos del Bosque en los Países Bálticos.

La «Blitzkrieg» o «Guerra Relámpago» que tan buenos resultados había dado en Polonia, Francia o los Balcanes también luciría en toda su magnitud durante la futura campaña de Rusia. La doctrina elaborada por el general Heinz Guderian consistía en buscar un punto de ruptura o «schwerpunkt» del frente que a nivel operacional golpearían grandes formaciones acorazadas, moviéndose de forma pareja por unidades interarmas acompañadas de tropas motorizadas o artillería móvil mientras la aviación dislocaba la retaguardia del oponente y sus centros de comunicación, haciendo uso especialmente de los bombarderos en picado Stukas. Una vez los tanques rompieran las líneas del rival, normalmente con los robustos Panzer III o IV, o de modelos ligeros Panzer I y II o checos LT vz 35 o LT vz 38, las columnas blindadas profundizarían en territorio del contrario y desbandarían todo a su paso mientras la infantería a pie ocupaba el terreno ganado y reducía las bolsas, apoyándose en cañones anticarro o antiaéreos Flak de 88 milímetros para repeler posibles contragolpes del enemigo.

Justo al concluir los preparativos del Eje la noche del 21 de Junio de 1941, el Alto Mando Alemán transmitió la señal en clave «Dortumd» a todos los distritos militares de Europa de Oriental mediante la cual se les informaba acerca de la inminente invasión (pese a que con 13 horas de antelación se podría haber anulado la orden mediante la invocación de la cláusula «Altona»). Acto seguido Hitler mandó un escrito a Benito Mussolini en Roma para anunciarle su intención de invadir Rusia, antes de convocar a su Estado Mayor y pronunciar lo siguiente: «Cuando se inicie la Operación Barbarroja, el mundo contendrá el aliento».

Aproximadamente el Eje desplegó un total de 4.200.000 soldados (3.050.000 alemanes, 500.000 finlandeses, 250.000 rumanos, 100.000 ucranianos, 50.000 italianos, 40.000 húngaros, 15.000 lituanos, 10.000 estonios, 2.000 eslovacos, 2.000 suecos y 200 letones, entre otros), 3.795 tanques, 3.072 vehículos blindados, 23.475 piezas de artillería, 120.000 camiones y 5.498 aviones (4300 alemanes, 550 finlandeses, 380 rumanos, 117 húngaros, 80 italianos y 71 eslovacos).

Fuerzas del Eje:
Grupo de Ejércitos Norte:
·XVI Ejército Alemán:
-II Cuerpo Alemán: 12ª División de Infantería Alemana, 32ª División de Infantería Alemana y 121ª División de Infantería Alemana.
-X Cuerpo Alemán: 30ª División de Infantería Alemana y 126ª División de Infantería Alemana.
-XXVIII Cuerpo Alemán: 122ª División de Infantería Alemana y 123ª División de Infantería Alemana.
·XVIII Ejército Alemán:
-XXVI Cuerpo Alemán: 61ª División de Infantería Alemana, 217ª División de Infantería Alemana y 291ª División de Infantería Alemana.
-XXXVIII Cuerpo Alemán: 58ª División de Infantería Alemana y 254ª División de Infantería Alemana.
-I Cuerpo Alemán: 1ª División de Infantería Alemana, 11ª División de Infantería Alemana y 21ª División de Infantería Alemana.
·4ª Grupo Panzer Alemán:
-XXXXI Cuerpo Motorizado Alemán: 1ª División Panzer Alemana, 6ª División Panzer Alemana, 269ª División de Infantería Alemana y 36ª División Motorizada.
-LVI Cuerpo Alemán: 8ª División Panzer Alemana, 3ª División de Infantería Alemana, 290ª División de Infantería Alemana y 3ª División SS Alemana «Totenkopf».
Grupo de Ejércitos Centro:
·IV Ejército Alemán:
-VII Cuerpo Alemán: 7ª División de Infantería Alemana, 23ª División de Infantería Alemana, 258ª División de Infantería Alemana y 268ª División de Infantería Alemana.
-IX Cuerpo Alemán: 137ª División de Infantería Alemana, 263ª División de Infantería Alemana y 292ª División de Infantería Alemana.
-XIII Cuerpo Alemán: 17ª División de Infantería Alemana y 78ª División de Infantería Alemana.
XXXXIII Cuerpo Alemán: 131ª División de Infantería Alemana, 134ª División de Infantería Alemana y 252ª División de Infantería Alemana.
·IX Ejército Alemán:
-V Cuerpo Alemán: 5ª División de Infantería Alemana y 35ª División de Infantería Alemana.
-VI Cuerpo Alemán: 6ª División de Infantería Alemana y 26ª División de Infantería Alemana.
-VII Cuerpo Alemán: 8ª División de Infantería Alemana, 28ª División de Infantería Alemana y 161ª División de Infantería Alemana.
-XX Cuerpo Alemán: 162ª División de Infantería Alemana y 256ª División de Infantería Alemana.
·II Grupo Panzer Alemán:
-XIII Cuerpo Alemán: 31ª División de Infantería Alemana, 34ª División de Infantería Alemana y 45ª División de Infantería Alemana.
-XXIV Cuerpo Motorizado Alemán: 3ª División Panzer Alemana, 4ª División Panzer Alemana, 1 0ª División Motorizada Alemana, 1ª División de Caballería Alemana, 255ª División de Infantería Alemana y 267ª División de Infantería Alemana.
-XXXXVI Cuerpo Motorizado Alemán: 10ª División Panzer Alemana, 2ª División SS Alemana «Das Reich» y Regimiento Alemán «Grossdeutschland».
-XXXXVII Cuerpo Motorizado Alemán: 17ª División Panzer Alemana, 18ª División Panzer Alemana, 29ª División Motorizada Alemana y 167ª División de Infantería Alemana.
·III Grupo Panzer Alemán:
-XXXIX Cuerpo Motorizado Alemán: 7ª División Panzer Alemana, 20ª División Panzer Alemana, 14ª División Motorizada Alemana y 20ª División Motorizada Alemana.
-LVII Cuerpo Motorizado Alemán: 12ª División Panzer Alemana, 19ª División Panzer Alemana y 18ª División Motorizada Alemana.
Grupo de Ejércitos Antonescu:
·III Ejército Rumano:
-IV Cuerpo Rumano: 6ª División de Infantería Rumana y 7ª División de Infantería Rumana.
-Cuerpo de Caballería Rumano: 5ª Brigada de Caballería Rumana y 8ª Brigada de Caballería Rumana.
-Cuerpo de Montaña Rumano: 1ª Brigada de Montaña Rumana, 2ª Brigada de Montaña Rumana y 4ª Brigada de Montaña Rumana.
·IV Ejército Rumano:
-III Cuerpo Rumano: División de Guardias Rumana, 15ª División de Infantería Rumana y 35ª División de Reserva Rumana.
-V Cuerpo Rumano: División de Fronteras Rumana y 21ª División de Infantería Rumana.
-XI Cuerpo Rumano: 1ª Brigada de Fortaleza Rumana y 2ª Brigada de Fortaleza Rumana.
·Fuerzas Separadas Rumanas:
-II Cuerpo Rumano: 9ª División de Infantería Rumana, 10ª División de Infantería Rumana, 7ª Brigada de Infantería Rumana y 11ª División de Infantería Rumana.
Grupo de Ejércitos Sur:
·VI Ejército Alemán:
-XVII Cuerpo Alemán: 56ª División de Infantería Alemana y 62ª División de Infantería Alemana.
-XXIX Cuerpo Alemán: 44ª División de Infantería Alemana, 111ª División de Infantería Alemana y 299ª División de Infantería Alemana.
-XXXXIV Cuerpo Alemán: 9ª División de Infantería Alemana y 297ª División de Infantería Alemana.
-LV Cuerpo Alemán: 75ª División de Infantería Alemana y 168ª División de Infantería Alemana.
-Reserva Alemana: 298ª División de Infantería Alemana.
·XI Ejército Alemán:
-XI Cuerpo Rumano-Alemán: 76ª División de Infantería Alemana, 293ª División de Infantería Alemana, 1ª División Blindada Rumana y 6ª Brigada de Caballería Rumana.
-XXX Cuerpo Rumano-Alemán: 198ª División de Infantería Alemana, 8ª División de Infantería Rumana, 13ª División de Infantería Rumana y 14ª División de Infantería Rumana.
-LIV Cuerpo Rumano-Alemán: 50ª División de Infantería Alemana, 170ª División de Infantería Alemana y 5ª División de Infantería Rumana.
-Cuerpo Expedicionario Italiano: 9ª División Motorizada Italiana «Pasubio», 52ª División Motorizada Italiana «Torino» y 3ª División de Caballería Italiana «Amadeo Duca d’Aosta».
-Reserva Alemana: 22ª División de Infantería Alemana.
·XVII Ejército Alemán:
-IV Cuerpo Alemán: 24ª División de Infantería Alemana, 71ª División de Infantería Alemana, 262ª División de Infantería Alemana, 295ª División de Infantería Alemana y 296ª División de Infantería Alemana.
-XXXXIX Cuerpo de Montaña Alemán: 68ª División de Infantería Alemana, 257ª División de Infantería Alemana y 1ª División de Montaña Alemana.
-LII Cuerpo Eslovaco-Alemán: 101ª Brigada Ligera Alemana y Brigada Móvil Eslovaca.
-Grupo Expedicionario Eslovaco: 1ª División de Infantería Eslovaca y 2ª División de Infantería Eslovaca.
-Cuerpo Rápido Húngaro: 25ª División de Infantería Húngara, 1ª Brigada Motorizada Húngara, 2ª Brigada Motorizada Húngara y 1ª Brigada de Caballería Húngara.
-Reserva Alemana: 97ª División Ligera Alemana y 100ª División Ligera Alemana.
·I Grupo Panzer Alemán:
-III Cuerpo Motorizado Alemán: 13ª División Panzer Alemana y 14ª División Panzer Alemana.
-XIV Cuerpo Motorizado Alemán: 9ª División Panzer Alemana y 5ª División SS Escandinava «Wiking».
-XXXXVIII Cuerpo Motorizado Alemán: 11ª División Panzer Alemana, 16ª División Panzer Alemana y 57ª División de Infantería Alemana.
-Reserva Alemana: 16ª División Motorizada Alemana, 25ª División Motorizada Alemana y 1ª División SS Alemana «Leibstandarte Adolf Hitler».
Ejército Finlandés:
·Ejército de Carelia Finés:
-VI Cuerpo Finés: 5ª División de Infantería Finesa, 11ª División de Infantería Finesa y 1ª División de Reserva Finesa.
-VII Cuerpo Finés: 7ª División de Infantería Finesa, 19ª División de Infantería Finesa y 4ª División de Infantería Finesa.
-Grupo O: 5º Regimiento Finés, 6º Regimiento Finés y 7º Regimiento Finés.
-Fuerzas Separadas Finesas: 2ª División de Infantería Finesa, 8ª División de Infantería Finesa, 9ª División de Infantería Finesa, 10ª División de Infantería Finesa, 12ª División de Infantería Finesa, 14ª División de Infantería Finesa, 15ª División de Infantería Finesa, 17ª División de Infantería Finesa, 18ª División de Infantería Finesa, División J Finesa y Batallón Voluntario Sueco.
·Ejército de Noruega Alemán:
-XXXVI Cuerpo de Montaña Alemán: 2ª División de Montaña Alemana, 3ª División de Montaña Alemana, 169ª División de Infantería Alemana y 6ª División SS de Montaña Escandinava «Nord».
-II Cuerpo Finés: 3ª División de Infantería Finesa y 6ª División de Infantería Finesa.
Guerrillas:
-Unión de Nacionalistas Ucranianos y Sich Polesiano.
-Frente Patriótico Lituano.
-Hermanos del Bosque Letones.
-Hermanos del Bosque Estonios.

Plan de la URSS

La Unión Soviética bajo el liderazgo de Iósif Stalin había enfocado todos sus esfuerzos desde su llegada al poder en hacer del país una enorme potencia militar e industrial, algo que se había logrado a costa de grandes sacrificios durante la década de 1930, como por ejemplo la hambruna conocida como el Holodomor que dejó 6 millones de muertos en Ucrania, el sur de Rusia y Asia Central. La idea de esta militarización era la expansión de la «revolución mundial» según las tesis comunistas del Karl Marx, aunque en este caso por el uso de las armas y a diferencia de su rival purgado León Trotsky, introduciendo un elemento nacionalista y paneslavista que heredó de la «Gran Rusia».

El estallido de la Segunda Guerra Mundial del que Stalin fue responsable junto a Hitler tras la firma del Pacto de No-Agresión Germano-Soviético «Ribbentrop-Molotov» para repartirse Polonia y Europa Oriental, no se desarrolló según los cálculos del Kremlin, ya que las potencias occidentales no se desangraron como en la Primera Guerra Mundial, algo de lo deseaban aprovecharse los comunistas, debido a que contra todo lo imaginado el Tercer Reich barrió a todos sus enemigos y en tiempo récord aplastó a Francia. Este acontecimiento desató el pánico en Moscú por miedo a que los alemanes pudiesen volverse contra ellos, por lo que una vez descartada la posibilidad de unirse a las potencias del Eje, el régimen no tuvo más remedio que hacer uso de su poder industrial y militar para confrontar una eventual agresión de Alemania.

Las fuerzas del Ejército Rojo sumaron 229 divisiones entre 132 de fusileros, 39 blindadas, 31 mecanizadas, 18 de montaña, 7 de caballería y 2 motorizadas, así como 42 divisiones aéreas y 12 brigadas autónomas de entre las cuales 11 eran de paracaidistas y 1 de infantería. Esta impresionante estructura desplegada en cinco grandes áreas fueron según la geografía las siguientes: el Distrito Militar de Leningrado del general Konstantin Popov entre Finlandia y Estonia; el Distrito Militar del Báltico del general Vladimir Kuznetsov entre Letonia y Lituania, el Distrito Militar Especial Occidental del general Dmitry Pavlov entre Bielorrusia y las Marismas del Prípiat, el Distrito Militar de Kíev del general Mikhail Kipornos en Ucrania y Distrito Militar de Odessa del general Iván Tiulenev entre Moldavia y las costas del Mar Negro.

Iósif Stalin y Kliment Voroshilov.

A nivel estratégico la agrupación más importante por su posición central era el Distrito Militar Especial Occidental con 700.000 hombres, 14.000 cañones, 2.900 tanques y 1.800 aviones, pero también por contar con el mayor número de fortificaciones articuladas en la «Línea Stalin», un complejo de 500 kilómetros de longitud y de 30 a 50 kilómetros de profundidad repleto búnkers, galerías, alambradas y campos minados situado en los bordes con Bielorrusia que desde principios de la década de los treinta había diseñado el ingeniero Dmitry Mihailovic Kárbyshev. Lamentablemente para los soviéticos cuando se culminó la invasión de Polonia en 1939, este cinturón quedó obsoleto al desplazarse la frontera unos 300 kilómetros hacia el oeste, por lo que fue necesario comenzar a construir la «Línea Molotov» que apenas estaría empezada con 193 pequeñas estructuras para cuando se produjo la invasión alemana. De hecho sería precisamente entre «Stalin» y «Molotov», así como en las áreas próximas de Ucrania y los Países Bálticos, donde se concentraron infinidad de divisiones y brigadas mecanizadas o blindadas, además del 80% de los aeródromos para la aviación. Este despliegue a medio camino entre la defensa y el ataque dejaría en una posición de máxima vulnerabilidad al Ejército Rojo en el momento del inicio de la «Operación Barbarroja».

El mando del Ejército Rojo recaía en el Estado Mayor Soviético (STAVKA), aunque la última palabra siempre la tenía el mismo Iósif Stalin, lo que dificultaba la toma de decisiones de arriba a abajo y apenas dejaba margen de acción a la toma de decisión en los distintos escalafones, lo que se traducía en una auténtica parálisis de las operaciones por miedo a cometer errores y sufrir las represalias de los superiores. Las razón principal de este terror generalizado que afectaba a toda la jerarquía se fundamentaba en la Gran Purga de los años 1937 y 1938 cuando Stalin depuró a un amplio porcentaje de las fuerzas armadas, ejecutando a nada menos 30.020 oficiales o suboficiales, 213 generales, 8 almirantes y tres de los cinco mariscales, entre los que estaba Mihail Tujachevsky, el padre de la doctrina de «Batalla de Profunda». Esta aniquilación de más de la mitad de los cuadros, que en los altos mandos alcanzó porcentajes del 80% o 90%, implicó que los supervivientes tuviesen pánico de no seguir a rajatabla las órdenes, o en todo caso que los nuevos militares fuesen unos incompetentes sin experiencia militar al haber ascendido por causas políticas o cercanía con el Partido Comunista Soviético. A esta problemática había que sumar la estrecha vigilancia que los miembros del Comisariado para Asuntos Internos (NKVD) ejercían en todos los escalones, ya que había docenas de comisarios políticos en cada cuartel general o agregados en cada ejército, cuerpo, división, brigada, regimiento, batallón o compañía, lo que todavía favorecía más la inacción y la situación inmovilismo en caso de desatarse una crisis.

No todo serían desventajas para la URSS en los estadios iniciales de la «Operación Barbarroja», ya que en algunos aspectos importantes contó con algunos factores muy positivos que se resumieron de la siguiente manera: primero, las vastas distancias de su país para maniobrar o replegarse en caso de peligro (aunque eso también suponía un problema porque en ocasiones había que trasladar reservas desde Siberia o el Trans-Baikal a más de 6.000 kilómetros); segundo, el hecho de ser una de las naciones más industrializadas del mundo junto con Estados Unidos, Alemania o Gran Bretaña (a pesar de que en maquinaria pesada todavía no igualaba a la alemana); tercero, la militarización de la sociedad debido a que anualmente 700.000 jóvenes rotaban de 2 a 4 años haciendo el servicio militar antes de pasar a la reserva; y cuarto, la posesión de algunas armas superiores a las germanas como los poderosos tanques T-34, KV-1 o KV-2 (aunque en ese entonces sólo había 1.475 en toda Rusia).

Otra de las ventajas del Ejército Rojo, aunque en este caso desaprovechada, fue que a diferencia de los Ejércitos Francés, Británico o Polaco que ya se habían enfrentado al Ejército Alemán, los soviéticos sí poseían una doctrina militar propia que podía competir con la «Blitzkrieg». Se trababa de la «Batalla Profunda», una estrategia basada en la movilidad de grandes formaciones mecanizadas que tan sólo en una ocasión había sido utilizada, concretamente por el general Georgi Zhukov en la Guerra del Khalkhin-Gol contra Japón, donde en el verano de 1939 había demostrado ser muy efectiva a la hora de destruir a una agrupación del Ejército del Kwantung sobre las estepas de Mongolia y Manchuria. Obviamente no había sucedido lo mismo en otros conflictos por emplearse una estrategia mucho más tradicional y básica, como en la Guerra Civil Española de 1936 a 1939 con un empleo erróneo de los tanques que se dedicaron a acompañar a la infantería, exactamente igual que ocurrió en la invasión de Polonia de 1939 al sufrir numerosas bajas contra los polacos o en la Guerra de Invierno que resultó ser catastrófica cuando los rusos fueron humillados con unas 800.000 bajas en Finlandia.

La «Batalla Profunda» debía haber sido la estrategia más acertada a escoger por el Ejército Rojo siguiendo las tesis del purgado mariscal Mihail Tujachevsky, la cual en caso de no haberse desechado, probablemente hubiese hecho naufragar los planes del Eje. La tesis consistía en emplear un primer escalón a cargo de la aviación para arrasar las posiciones más potentes de vanguardia y nudos de comunicación del enemigo, seguida de un segundo escalón que se abalanzaría con los cuerpos de choque reforzados por grandes masas de infantería, artillería y tanques, cuyas puntas serían las encargadas de provocar la ruptura y hundir las líneas del frente. Una vez abierta la brecha las unidades mecanizadas se colarían por los huecos y desarticularían la logística en la retaguardia alemana, antes de entrar en acción el cuarto escalón con la función de cerrar los cercos y consolidar el territorio conquistado. Lamentablemente como Stalin descartó esta teoría calificándola de «burguesa» (a pesar de que más tarde la acabaría adoptando por ser la única válida), en los estadios iniciales de la invasión de Rusia su ausencia en favor de viejas doctrinas como ataques frontales de los infantes con acompañamiento de tanques, algo más propio de la Primera Guerra Mundial, propició uno de los desastres más grandes de la Historia Militar.

A principios de Junio de 1941 la enorme concentración de divisiones del Ejército Alemán indicaba que más pronto que tarde el Tercer Reich se lanzaría contra la URSS, pero Stalin decidió no creerse las advertencias, ni siquiera ninguna de las 84 notificaciones que recibió de sus servicios de inteligencia, como fue el caso del espía Richard Sorge que enviaba informes desde el Lejano Oriente o los datos que desde Inglaterra le proporcionó el Comité de Inteligencia Conjunta (JIC). De hecho tal fue la obcecación del Kremlin que cuando el sábado 21 de Junio de 1941 (24 horas antes del ataque), un soldado alemán desertó y cruzó la frontera para revelar el plan de Hitler a los rusos, Stalin desoyó al muchacho y ordenó su inmediato fusilamiento.

Aproximadamente la Unión Soviética desplegó un total de 10 millones de soldados, 25.000 tanques, 35.000 piezas de artillería, 10.000 lanzacohetes y 10.000 aviones.

Ejército Rojo:
Frente Norte:
·VII Ejército:
-Independientes: 54ª División de Fusileros, 71ª División de Fusileros, 168ª División de Fusileros, 237ª División de Fusileros y 55ª División Aérea Mixta.
·XIV Ejército:
-Independientes: 14ª División de Fusileros, 52ª División de Fusileros, 1ª División Blindada y 1ª División Aérea Mixta.
-XLII Cuerpo: 104ª División de Fusileros y 122ª División de Fusileros.
·XXIII Ejército:
-XIX Cuerpo: 142ª División de Fusileros y 115ª División de Fusileros.
-L Cuerpo: 43ª División de Fusileros y 123ª División de Fusileros.
-X Cuerpo Mecanizado: 21ª División Blindada, 24ª División Blindada y 198ª División de Fusileros.
-Independientes: 5ª División Aérea Mixta y 41ª División Aérea de Bombarderos.
·Fuerzas Separadas:
-Independientes: 177ª División de Fusileros y 191ª División de Fusileros.
-I Cuerpo Mecanizado: 3ª División Blindada y 163ª División Motorizada.
-Aviación: 2ª División Aérea Mixta, 39ª División Aérea de Cazas, 3ª División Aérea de Cazas y 54ª División Aérea de Cazas.
Frente Noroeste:
·VIII Ejército:
-X Cuerpo: 10ª División de Fusileros, 48ª División de Fusileros y 50ª División de Fusileros.
-XI Cuerpo: 115ª División de Fusileros y 125ª División de Fusileros.
-XII Cuerpo Mecanizado: 23ª División Blindada y 202ª División Motorizada.
·XI Ejército:
-Independientes: 23ª División de Fusileros, 126ª División de Fusileros y 128ª División de Fusileros.
-XVI Cuerpo: 5ª División de Fusileros, 33ª División de Fusileros y 188ª División de Fusileros.
-XXIX Cuerpo: 179ª División de Fusileros y 184ª División de Fusileros.
-III Cuerpo Mecanizado: 2ª División Blindada, 5ª División Blindada y 84ª División Motorizada.
·XXVII Ejército:
-Independientes: 16ª División de Fusileros, 67ª División de Fusileros y 3ª Brigada de Fusileros.
-XXII Cuerpo: 180ª División de Fusileros y 182ª División de Fusileros.
-XXIV Cuerpo: 181ª División de Fusileros y 183ª División de Fusileros.
·Fuerzas Separadas:
-V Cuerpo Aerotransportado: 9ª Brigada Aerotransportada, 10ª Brigada Aerotransportada y 201ª Brigada Aerotransportada.
-Aviación: 57ª División Aérea de Cazas, 4ª División Aérea Mixta, 6ª División Aérea Mixta, 7ª División Aérea Mixta, 8ª División Aérea Mixta y 21ª División Aérea de Cazas.
Frente Oeste:
·III Ejército:
-IV Cuerpo: 27ª División de Fusileros, 56ª División de Fusileros y 85ª División de Fusileros.
-XI Cuerpo Mecanizado: 29ª División Blindada, 33ª División Blindada y 204ª División Motorizada.
·IV Ejército:
-XXVIII Cuerpo: 6ª División de Fusileros, 42ª División de Fusileros, 49ª División de Fusileros y 75ª División de Fusileros.
-XIV Cuerpo Mecanizado: 22ª División Blindada, 30ª División Blindada y 205ª División Motorizada.
·X Ejército:
-I Cuerpo: 2ª División de Fusileros y 8ª División de Fusileros.
-V Cuerpo: 13ª División de Fusileros, 86ª División de Fusileros y 113ª División de Fusileros.
-VI Cuerpo de Caballería: 6ª División de Caballería y 36ª División de Caballería.
-VI Cuerpo Mecanizado: 4ª División Blindada, 7ª División Blindada y 29ª División Motorizada.
-XIII Cuerpo Mecanizado: 25ª División Blindada, 31ª División Blindada y 208ª División Motorizada.
·Fuerzas Separadas:
-II Cuerpo: 100ª División de Fusileros y 161ª División de Fusileros.
-XXI Cuerpo: 17ª División de Fusileros, 24ª División de Fusileros y 37ª División de Fusileros.
-XLIV Cuerpo: 64ª División de Fusileros y 108ª División de Fusileros.
-XLVII Cuerpo: 50ª División de Fusileros, 55ª División de Fusileros, 121ª División de Fusileros y 143ª División de Fusileros.
-IV Cuerpo Aerotransportado: 7ª Brigada Aerotransportada, 8ª Brigada Aerotransportada y 214ª Brigada Aerotransportada.
-XVII Cuerpo Mecanizado: 27ª División Blindada, 36ª División Blindada y 209ª División Motorizada.
-XX Cuerpo Mecanizado: 26ª División Blindada, 38ª División Blindada y 210ª División Motorizada.
-Aviación: 43ª División Aérea de Cazas, 12ª División Aérea de Bombarderos, 13ª División Aérea de Bombarderos, 9ª División Aérea Mixta, 11ª División Aérea Mixta y 184ª División Aérea de Cazas.
Frente Sudoeste:
·V Ejército:
-XV Cuerpo: 45ª División de Fusileros y 62ª División de Fusileros.
-XXVII Cuerpo: 87ª División de Fusileros, 124ª División de Fusileros y 135ª División de Fusileros.
-IX Cuerpo Mecanizado: 20ª División Blindada, 35ª División Blindada y 131ª División Motorizada.
-XXII Cuerpo Mecanizado: 19ª División Blindada, 41ª División Blindada y 215ª División Motorizada.
·VI Ejército:
-VI Cuerpo: 41ª División de Fusileros, 97ª División de Fusileros y 159ª División de Fusileros.
-XXXVII Cuerpo: 80ª División de Fusileros, 139ª División de Fusileros y 141ª División de Fusileros.
-V Cuerpo de Caballería: 3ª División de Caballería y 14ª División de Caballería.
-IV Cuerpo Mecanizado: 8ª División Blindada, 32ª División Blindada y 15ª División Motorizada.
-XV Cuerpo: 10ª División Blindada, 37ª División Blindada y 212ª División Motorizada.
·XII Ejército:
-XIII Cuerpo: 44ª División de Montaña, 58ª División de Montaña y 129ª División de Montaña.
-XVII Cuerpo: 60ª División de Montaña, 96ª División de Montaña y 164ª División de Fusileros.
-XVI Cuerpo Mecanizado: 15ª División Blindada, 39ª División Blindada y 240ª División Motorizada.
·XXVI Ejército:
-VIII Cuerpo: 72ª División de Montaña, 99ª División de Fusileros y 173ª División de Fusileros.
-VIII Cuerpo Mecanizado: 12ª División Blindada, 34ª División Blindada y 7ª División Motorizada.
·Fuerzas Separadas:
-XXXI Cuerpo: 193ª División de Fusileros, 195ª División de Fusileros y 200ª División de Fusileros.
-XXXVI Cuerpo: 140ª División de Fusileros, 146ª División de Fusileros y 228ª División de Fusileros.
-XLIX Cuerpo: 190ª División de Fusileros, 197ª División de Fusileros y 199ª División de Fusileros.
-LV Cuerpo: 130ª División de Fusileros, 169ª División de Fusileros y 189ª División de Fusileros.
-I Cuerpo Aerotransportado: 1ª Brigada Aerotransportada, 204ª Brigada Aerotransportada y 211ª Brigada Aerotransportada.
-XIX Cuerpo Mecanizado: 40ª División Blindada, 43ª División Blindada y 213ª División Motorizada.
-XXIV Cuerpo Mecanizado: 45ª División Blindada, 49ª División Blindada y 216ª División Motorizada:
-Aviación: 44ª División Aérea de Cazas, 64ª División Aérea de Cazas, 19ª División Aérea de Bombarderos, 62ª División Aérea de Bombarderos, 14ª División Aérea Mixta, 15ª División Aérea Mixta, 16ª División Aérea Mixta, 17ª División Aérea Mixta, 63ª División Aérea Mixta y 36ª División Aérea de Cazas.
Frente Sur:
·IX Ejército:
-XIV Cuerpo: 25ª División de Fusileros y 51ª División de Fusileros.
-XXXV Cuerpo: 95ª División de Fusileros y 176ª División de Fusileros .
-XLVIII Cuerpo: 30ª División de Montaña, 74ª División de División de Fusileros y 150ª División de Fusileros .
-II Cuerpo de Caballería: 5ª División de Caballería y 9ª División de Caballería.
-II Cuerpo Mecanizado: 11ª División Blindada, 16ª División Blindada y 15ª División Motorizada.
-XVIII Cuerpo Mecanizado: 44ª División Blindada, 47ª División Blindada y 218ª División Motorizada.
-Independientes: 20ª División Aérea Mixta, 21ª División Aérea Mixta, 45ª División Aérea Mixta, 65ª División Aérea de Cazas y 66ª División Aérea de Cazas.
·Fuerzas Separadas:
-VII Cuerpo: 116ª División de Fusileros, 196ª División de Fusileros y 206ª División de Fusileros.
-IX Cuerpo: 106ª División de Fusileros , 156ª División de Fusileros y 32ª División de Caballería.
-I Cuerpo Aerotransportado: 5ª Brigada Aerotransportada, 6ª Brigada Aerotransportada y 212ª Brigada Aerotransportada.
-Independientes: 47ª División de Fusileros.
Aviación de Bombardeo de Largo Alcance:
-I Cuerpo de Bombarderos: 40ª División Aérea de Bombarderos y 51ª División Aérea de Bombarderos.
-II Cuerpo de Bombarderos: 35ª División Aérea de Bombarderos y 48ª División Aérea de Bombarderos.
-III Cuerpo de Bombarderos: 42ª División Aérea de Bombarderos y 52ª División Aérea de Bombarderos.
-IV Cuerpo de Bombarderos: 22ª División Aérea de Bombarderos y 50ª División Aérea de Bombarderos.
-Independientes: 56ª División Aérea de Cazas, 61ª División Aérea de Cazas y 18ª División Aérea de Bombarderos.

Día de «Barbarroja» (22 de Junio de 1941)

A las 3:15 horas de la noche del domingo 22 de Junio de 1941, miles de bocas de piezas de artillería abrieron fuego contra la Unión de Repúblicas Socialistas Soviéticas sobre un extenso frente de guerra que se proyectaba más de 1.700 kilómetros desde el Mar Báltico hasta el Mar Negro. A lo largo de toda la línea del horizonte los proyectiles descendieron en parábola y explosionaron desatando un auténtico infierno, justo minutos antes de que en medio de la tempestad de polvo y llamaradas, más de tres millones de soldados cruzasen la frontera que separaba el mundo occidental del «paraíso del proletariado».

Escuadrilla de Stukas Junkers Ju 87 sobre la Unión Soviética el Día de Barbarroja.

Conjuntamente al bombardeo de artillería preliminar los aviones de la Fuerza Aérea Alemana (Luftwaffe) sembraron la confusión en la retaguardia enemiga atacando importantes nudos de comunicación y aeropuertos sobre Mogilev, Kíev, Múrmansk, Tallin, Odessa, Grodno, Brest, Bialystok, Lida, Volkovysk, Slonim, etcétera. Aquellas acciones se coordinaron con raids aéreos igual de letales sobre objetivos mucho más próximos a la frontera que fueron neutralizados por la aviación y en especial por la certera puntería de los bombarderos en picado Stukas, los cuales dislocaron centros logísticos, cuarteles, concentraciones de tropas y aeródromos, destruyendo en tierra a unos 3.000 aparatos soviéticos a costa de tan sólo perderse 63 aviones germanos. A este castigo también se sumaron los obuses de largo alcance y trenes blindados con artillería; mientras los cuerpos de ingenieros desactivaban las cargas explosivas de los puentes y quitaban las minas, tal y como hicieron un equipo de zapadores al asegurar con canoas neumáticas el Puente de Koden sobre el Río Bug y matar de una ráfaga de subfusil a los cuatro guardias, quienes se convirtieron en las primeras víctimas mortales del Ejército Rojo. Acto seguido los primeros tanques Panzer y soldados a bordo de camiones se abalanzaron sobre los puestos fronterizos, apresando a miles de tropas soviéticas que fueron incapaces de reaccionar, contabilizándose entre los prisioneros a numerosos reclutas que somnolientos fueron despertados por los alemanes en sus propios camastros.

Tres cuartos de hora después de haberse producido el ataque a la URSS, en torno a las 4:00 horas de la madrugada, el Ministro de Asuntos Exteriores del Tercer Reich, Joachim Von Ribbentropp, entregó la declaración de guerra al embajador ruso en Berlín. Al mismo tiempo, el embajador alemán en Moscú, Karl Von Shulenburg, se presentó en el Kremlin y comunicó el «causus belli» al Ministro de Asuntos Exteriores Viacheslav Molotov, quién muy dolido e indignado por lo sucedido le respondió: «Así que es la guerra. Sus aviones acaban de bombardear alrededor de diez aldeas desprotegidas, ¿le parece que nos merecíamos esto?».

Mientras millones de hombres invadían la URSS y la comunidad internacional se hacía eco de la noticia, nadie en el territorio soviético tuvo idea de lo que estaba sucediendo, pues Iósif Stalin se dejó llevar por el pánico y prohibió estrictamente a su propia artillería disparar para no provocar a los alemanes, pensando que todo se trataba de un malentendido que muy pronto se resolvería. De hecho la mayor parte de las ciudades lejos de la frontera y la propia capital de Moscú se despertaron como un día cualquiera con la gente marchando al trabajo y comprando el diario Pravda, cuyo titular de portaba rezaba: «Interés del pueblo por nuestras escuelas».

Tanques Panzer Pzkpfw III y T-38 alemanes se lanzan al asalto contra la Unión Soviética nada más producirse la declaración de guerra.

El Grupo de Ejércitos Norte desde Prusia Oriental cruzó la frontera con la URSS en dos alas sobre Bielorrusia y Letonia, justo al mismo tiempo en que el IV Grupo Panzer aplastaba a un gran cúmulo de tanques soviéticos en una de las orillas del Río Bug y eliminaba a la guarnición rusa de Taurage. Gracias a que los zapadores alemanes se adelantaron a sus propios carros y levantaron puentes artificiales al otro lado del curso fluvial, los blindados y vehículos pudieron cruzar al margen opuesto y penetrar más de 60 kilómetros en las primeras veinticuatro horas, desbaratando durante el proceso un contraataque de dos cuerpos mecanizados a los que destruyeron 40 carros, la mayoría a campo abierto tras ser sorprendidos por un escuadrón de bimotores Junkers Ju 88. La misma táctica emplearon los tanques de la columna procedente de Memel que estuvo al mando del general Erich Von Manstein, el mismo que había diseñado la estrategia para derrotar a Francia en 1940, quién al frente de su contingente dejó a sus espaldas un rastro de búnkers y fuertes destruidos, profundizando nada menos que 80 kilómetros en los Países Bálticos.

El Grupo de Ejércitos Centro partió desde el Gobierno General de Polonia hacia la Polonia Oriental anexionada por la URSS en 1939, tomando como dirección el eje de Brest-Litovsk, exactamente donde se había firmado el Tratado de Brest-Litovsk de 1918 que sacó a Rusia de la Primera Guerra Mundial. De hecho la noche en que se estaba produciendo el ataque, los alemanes capturaron un tren soviético cargado de caucho que viajaba en dirección Alemania para cumplir con los acuerdos comerciales de materias primas que el Kremlin tenía firmados con el Gobierno de Berlín. Una vez las tropas invasoras se desparramaron por las llanuras boscosas de Bielorrusia y la 3ª División Panzer hubiese liquidado a la 75ª División de Fusileros Soviética en Stradecz, el principal nudo de Brest fue tomado al asalto por soldados germanos y semiorugas, así como por el letal apoyo de seis morteros ferroviarios y una locomotora blindada Panzerzüge. El único enclave que aguantó la embestida esa jornada fue la Fortaleza de Brest, en donde las 6ª y 42ª Divisiones de Fusileros Soviéticas resistirían algunas jornadas más hasta su completa aniquilación con más de 10.000 bajas, incluyendo 7.000 prisioneros, aunque al menos tuvieron el alivio de pensar de que por delante se llevaron a 2.150 hombres de la 45ª División de Infantería Alemana.

Caballería rumana toma una aldea soviética en el Frente Sur de la URSS.

El Grupo de Ejércitos Sur estacionado en Rumanía cruzó la frontera de la Unión Soviética atravesando el Río Bug bajo la eficaz cobertura de cañones antiaéreos Flak de 88 milímetros emplazados en la orilla opuesta, lo que permitió a los germanos apoderarse en tiempo récord de Wlodawa y a la 14ª División Panzer circular 14 kilómetros hasta hacerse con el Puente de Hrubaschow, al mismo tiempo en que un batallón de colaboracionistas ucranianos aseguraba los márgenes del Río San y en una acción de comandos se apropiaba de la histórica ciudad de Przemysl. Algo más al norte, una punta acorazada alemana se adueñó de Równo en la frontera con Polonia y pulverizó 30 tanques T-26 en Vladimir-Volynskyi; mientras elementos de la 11ª División Panzer profundizaban 30 kilómetros y desbordaban a la 124 División de Fusileros Soviética en Radekhov. Simultáneamente las tropas del Ejército Rumano desplegadas más al sur efectuaron diversas incursiones de hostigamiento sobre la demarcación de Besarabia y Bukovina, a veces mediante intensos bombardeos de artillería, a la espera de dar el salto sobre el oeste de Ucrania y la Transnistria.

Finlandia declaró hostilidades a la URSS a las 6:00 horas de la madrugada del 22 de Junio, lanzando una ofensiva desde el Océano Glacial Ártico hasta Carelia que fue bautizada con el nombre de «Operación Kilpapurjehdus». La campaña fue un éxito porque las tropas finlandesas eliminaron a una gran cantidad de soldados rusos en Ahvenanmaa, limpiaron de enemigos los bordes centrales de Salla y junto a las fuerzas del XIX Ejército de Montaña Alemán basado entre Noruega y Laponia se apoderaron de Pétsamo dentro del marco de la «Operación Reinder», incluyendo las poblaciones de Liinakhamari y Luostari. La tímida respuesta del Kremlin fue enviar a la aviación soviética a bombardear sin éxito las bases de la Marina Finlandesa, la cual respondió mandando a sus submarinos y otras embarcaciones a minar los puertos de Estonia, logrando bloquear temporalmente la salida de la Flota Roja del Báltico.

Aviones Buffalo finlandeses despegando de un aeródromo de Finlandia para atacar las líneas soviéticas.

Lituania vivió una revolución el día de la «Operación Barbarroja» que protagonizó el Frente Patriótico Lituano cuando de repente atacó por la espalda a los ocupantes del Ejército Rojo; al mismo tiempo en que 8.000 guerrilleros se alzaban en la capital de Vilna izando la bandera nacional sobre la Torre de Gedimina; así como otros 6.000 en Kaunas, en esta última aplastando a los rusos en el Palacio Presidencial, la Radio, la Estación del Ferrocarril y las Oficinas de Correos y Telégrafos. La sublevación no tardó en contagiarse a otras poblaciones como Sançiai, Panemune y Vilijampole, sucediéndose los combates entre soviéticos y lituanos, a veces hasta que los partisanos eran relevados por las tropas del Ejército Alemán que iban afluyendo desde la vecina Prusia.

A nivel general el comienzo de la «Operación Barbarroja» resultó ser un desastre mayúsculo para el Ejército Rojo porque en menos de veinticuatro horas perdió a 100.000 soldados, muchos prisioneros, desaparecidos o moviéndose desorientados en medio de unas líneas de frente que no dejaban de cambiar minuto a minuto. De nada sirvió invocar el «Paquete Rojo», un plan consistente en defender la demarcación soviética ante un posible ataque alemán, ya que para cuando el Kremlin aprobó la medida la frontera había dejado de existir. Ante este ridículo espantoso el Ministro de Asuntos Exteriores Vyacheslav Molotov fue quién tuvo que dar la cara a la hora de comunicar por radio el ataque alemán, justo antes de que Stalin se retirara avergonzado a su dacha de Kunzevo, convencido de que todo se trataba de un plan para derrocarle y no de un error de cálculo cometido por él mismo.

Operación Barbarroja (Junio de 1941)

Al día siguiente de la «Operación Barbarroja», el 23 de Junio de 1941, todo el mundo se levantó alterado con la noticia de «Hitler ha atacado a la Unión Soviética». Como cabía esperar las reacciones no se hicieron esperar en Europa, pues la Italia Fascista declaró la guerra a la Unión Soviética tras un elocuente discurso de Benito Mussolini que exhortó de pasión a las multitudes de Camisas Negras reunidas ante el Palacio Venezia de Roma; exactamente igual que hizo en Croacia el «Poglavnik» Ante Pavelic al definir la invasión como una «Cruzada contra el Bolchevismo». Sin embargo las pasiones más desatadas se dieron en un país no beligerante como España, pues el movimiento de la Falange organizó multitudinarias concentraciones en Madrid y presionó al «Generalísimo» Francisco Franco de enviar una formación militar bautizada con el nombre de División Azul. Precisamente el modelo hispano de mandar voluntarios no tardarían en imitarlo otras naciones neutrales europeas como Suecia, pero también ocupadas como Noruega, Dinamarca, Holanda, Bélgica o la Francia de Vichy.

FRENTE NORTE:

A las veinticuatro horas de comenzar la «Operación Barbarroja» sobre Lituania el 23 de Junio, un solitario tanque ruso KV-2 que protegía una intersección de carreteras entre las poblaciones de Raseiniai y Siauliai, detuvo en seco a la 6ª División Panzer al completo, infligiendo a los alemanes cuantiosas bajas y destruyéndoles cinco cañones (un Flak de 88 milímetros y cuatro Pak 38 de 50 milímetros), por lo menos hasta que a la jornada del 24 unos zapadores se acercaron al blindado y lo volaron con una carga explosiva. Aquel acontecimiento conocido como la Batalla de Raseiniai permitió a los rusos ganar el tiempo suficiente para organizar un contraataque con 749 tanques que cayeron sobre un cuerpo alemán en la zona, derivando el choque en un catastrófico enfrentamiento que costó a los soviéticos la pérdida de 704 blindados y la muerte del general Yegor Solyankin, a cambio de perderse otro centenar de carros germanos, en parte porque estos últimos emplearon desde la distancia a modo de contracarro a sus letales piezas de artillería antiaérea Flak 88.

División motorizada alemana en la URSS. Verano de 1941.

Las demás fuerzas del Grupo de Ejércitos Norte también fueron progresando sobre el resto de Lituania, como por ejemplo el IV Grupo Panzer a la hora de asegurar Ukmerge, aunque muchas de las puntas en cabeza rebasaron la frontera sur con Letonia, tal y como hizo la 8ª División Panzer tras conquistar Daugavpils el 26 de Junio, así como un destacamento de comandos alemanes que disfrazados de rusos se infiltraron en la retaguardia enemiga y limpiaron las cabezas de puente de Jekabpils y Livani, lo que permitió posteriormente circular a los tanques germanos otros 30 kilómetros hacia el interior. Esta implacable velocidad que impidió a los soviéticos abandonar sus posiciones en el Río Dvina y escapar a Bielorrusia, por lo que muchas guarniciones en la orilla contraria terminaron siendo capturadas con todo su personal y material.

El 28 de Junio el Grupo de Ejércitos Norte emprendió con su ala más septentrional la ofensiva hacia la capital letona de Riga, cruzando por varios puntos el Río Daugava y ocupando el puerto báltico de Liepâja. Aunque los VIII y XXVII Ejércitos Soviéticos aguantaron algunas horas en Zadvinye y tuvieron tiempo de volar el Puente de Zembale, al final tuvieron que replegarse mientras eran acosados por los guerrilleros letones de los Hermanos del Bosque, los cuales sabotearon algunas zonas de tránsito en la retaguardia como Shmerli, Kengarags y Mezaparks. Ante esta grave situación de colapso, entre los días 29 y 30 los alemanes tomaron las ciudades de Kurzeme, Jaunelgava, Valka y Ventpils, lo que implicaba un avance de 300 kilómetros sobre los Países Bálticos.

FRENTE CENTRO:

El mazazo más colosal recibido por el Ejército Rojo en Junio de 1941 fue sin duda el proporcionado por el Grupo Centro cuando las tropas acorazadas del general Heinz Guderian, el inventor de la «Blitzkrieg», ocuparon en tiempo récord las poblaciones de Alitús, Pruhany y Kobrin, esta última al poco de que un equipo de comandos de los «Brandenburgueses» cortaran los cables telefónicos y dejasen inoperativas las radios, lo que facilitó a la 3ª División Panzer del general Walther Model apoderarse de la plaza y aniquilar al 20% de las fuerzas motorizadas de la guarnición que escaparon hacia el este. Después de que ser ocupado el vital enclave de Grodno, las vanguardias alemanas cruzaron el Río Niemen y profundizaron más de 16 kilómetros hacia el interior, poniendo el rumbo hacia las capitales de Minsk y Vilna, las cuales no pudieron ser alcanzadas de forma inmediata debido a que se produjo un voluminoso atasco de tráfico que tuvo que ser subsanado con el empleo de grandes cantidades de policías y agentes de la Gendarmería.

Otra de las alas del Grupo de Ejércitos Norte compuesta por el III Grupo Panzer dejó atrás el Río Bug y avanzó unos 60 kilómetros hacia el interior de Bielorrusia, empujando a los defensores del XI Ejército Soviético. De nada sirvió una modesta contraofensiva ordenada por el general Dmitry Pavlov, comandante del Distrito Militar Especial Occidental, ya que sus tropas se estrellaron contra las sólidas defensas alemanas en Hrodna y fueron puestas en fuga, antes de que las puntas de la 3ª División Pazer pasaran al contraataque y alcanzaran las orillas del Río Shchara, arrebatando a los rusos las localidades de Slonim y Vawkavysk.

Las ciudades de Vilna y Kaunas que desde el mismo instante de la «Operación Barbarroja» se encontraban sitiadas a causa del levantamiento llevado a cabo por el Frente Patriótico Lituano, también se convirtieron en un objetivo prioritario para las puntas acorazadas del Grupo de Ejércitos Centro que debían cubrir el flanco desde el sur de Lituania. A pesar de que 120 partisanos murieron en Vilna y otros 100 en Kaunas, la 184ª División de Infantería Soviética resultó completamente cercada por los guerrilleros y destruida en la capital con millares de fallecidos, poco antes de que la jornada del 24 ambas ciudades fuesen liberadas por las unidades motorizadas alemanas, lo que situó a la totalidad de Lituania bajo la ocupación militar del Eje.

Carros de combate soviéticos KV1 destruidos por la embestida del Eje en algún lugar de Ucrania.

Minsk constituyó el principal objetivo del Grupo de Ejércitos Centro cuando en una maniobra de tenaza que abarcó Bialystok y Volkovisk, el 25 de Junio los IV y IX Ejércitos Alemanes enlazaron con las vanguardias acorazadas del II Grupo Panzer a la altura de Slonin, dejando atrapadas en el interior a una docena de divisiones soviéticas entre Orsha y la capital de Bielorrusia. Como escapar de aquella trampa fue poco menos que imposible debido a que el frente se desplazó unos 250 kilómetros desde las posiciones originales y encima un intento de liberación lanzado por tres cuerpos fracasó al estrellarse contra las columnas germanas en Hrodna, el cerco se fue estrechando hasta que las tropas alemanas entraron en Minsk y aniquilaron a los sitiados, por ese entonces la totalidad de los III, X y XIII Ejércitos Soviéticos.

Curiosamente entre los pocos fugados de la conocida como «Bolsa de Minsk-Bialystok», estuvieron un grupo de soldados que escapó a través de un diminuto pasillo en el Río Shchara estuvo el general Dmitry Pavlov, quién nada más presentarse en la retaguardia fue arrestado, juzgado por negligencia y ahorcado en Moscú en compañía de su adjunto, el general Aleksandr Korobkov. El resultado de aquella campaña que terminó con el izado de la bandera alemana en Minsk fue catastrófico porque a cambio de un bajo coste de 12.157 bajas propias y la destrucción de 101 carros, desaparecieron 12 divisiones soviéticas (10 de infantería y 2 de caballería) y 6 brigadas mecanizadas, el equivalente a 417.790 bajas entre 341.073 soldados muertos o prisioneros y 76.717 heridos, así como la eliminación o captura de 4.799 tanques, 9.427 cañones y 1.669 aviones.

FRENTE SUR:

La Batalla de Brody fue el acontecimiento más importante que se desarrolló en el área del Grupo de Ejércitos Sur en los estadios iniciales de la «Operación Barbarroja» cuando el 23 de Junio la 11ª División Panzer protagonizó un vertiginoso progreso entre el hueco dejado por los V y VI Ejércitos Soviéticos al noroeste de Ucrania. Sería precisamente en este enclave donde por primera vez los invasores se toparon con el tanque T-34, el cual causó un tremendo shock entre las tripulaciones alemanas debido a que los proyectiles disparados rebotaban en su estructura, aunque como por suerte los carristas rusos hicieron muy mal uso de estos vehículos al principio de la contienda, en seguida los germanos supieron encontrar sus puntos débiles y ser capaces de pulverizar a este nuevo tipo de blindado. Una vez superado el susto inicial de los T-34, la 11ª División Panzer cruzó el Río Styr y tomó Beretscheko la jornada del 24, como también hizo con el Río Ivka y la población de Dubno el 25, sin obviar con que ese mismo día otras puntas acorazadas alemanas conquistaron la importante ciudad de Lutsk.

El 26 de Junio las unidades acorazadas del Ejército Rojo lideradas por el teniente coronel Dmitry Ryabyshev pasaron al contraataque sobre el sector de Brody, una operación que resultó ser un despropósito porque la mayoría de las columnas lo hicieron dispersas sobre un terreno boscoso y cargado de ondulaciones pantanosas que eran atravesadas por cinco riachuelos. A pesar de que la complicada orografía no impidió a los 932 carros soviéticos profundizar 12 kilómetros en las líneas enemigas y reconquistar los enclaves de Leshnev y Kozin, en cuanto los rusos alcanzaron la línea entre Beretscheko y el Río Styr, en seguida fueron cazados por las piezas de artillería germanas y tanques Panzer disparando desde los caminos, además de ser acosados desde el aire por bombarderos en picado Stukas que destruyeron a nada menos 250 tanques e hicieron fracasar la contraofensiva, contabilizándose entre las víctimas mortales rusas el general Nikolai Vashugin.

Justo en el extremo más meridional del Frente Oriental sobre el Delta del Río Danubio, el Ejército Rojo tuvo una actitud completamente ofensiva a diferencia de otras sectores, pues el 26 de Junio un gran contingente formado por la Flotilla del Danubio, la 51ª División de Fusileros y un regimiento del NKVD atravesaron en embarcaciones el curso fluvial bajo el apoyo de baterías costeras disparando desde Besarabia. Lo inesperado de la acción desarticuló a las tropas del Ejército Rumano que retrocedieron, lo que permitió a los rusos remontar el Río Danubio unos 70 kilómetros, establecer una cabeza de playa y conquistar la ciudad rumana de Chilia, en cuya catedral izaron la bandera de la URSS, antes de regresar unas jornadas después a Besarabia para evitar los soviéticos ser embolsados por las fuerzas rumanas que se movilizaban junto a Moldavia.

Soldado húngaro participando en la invasión de la Unión Soviética con su fusil a hombro.

Inesperadamente el 26 de Junio tres bombarderos soviéticos Tupolev TB-3 atravesaron por error el espacio aéreo de Hungría y creyendo que estaban en el Tercer Reich soltaron sus bombas sobre la ciudad de Kassa, matando a 29 civiles magiares y causando algunos daños material. A raíz de este ataque el Almirante Miklós Horthy optó por sumarse a la «Operación Barbarroja» y presionar al Gobierno de Budapest para declarar la guerra a la URSS, por lo que de manera inmediata el Cuerpo Móvil intervino en la Ucrania Subcarpática y arrolló a los primeros soldados rusos cruzando el Río Pruth. Las fuerzas del Grupo Rápido Eslovaco que operaban cerca de los húngaros, también llevaron a cabo importantes progresos porque la jornada del 27 ocuparon la ciudad de Zaluz y poco después despejaron de enemigos la Fortaleza de Wojtkowa.

Simultáneamente las vanguardias alemanas del Grupo de Ejércitos Sur que se desplazaban al noroeste de Ucrania siguiendo en paralelo las Marismas del Prípiat, en seguida se adelantaron y embolsaron a la 97ª División de Fusileros Soviética, a la que poco después destruyeron en Magierov. Al mismo tiempo la 62ª División de Infantería Alemana que acababa de cruzar el Río Turya entró victoriosa en Kovel la jornada del 28; mientras que el 30 un batallón de nacionalistas ucranianos se alzó contra el Ejército Rojo y se hizo con el control de la ciudad de Lvov que el día 30 entregaron a las vanguardias de la 1ª División de Montaña Alemana.

FRENTE RUSO-FINÉS:

En el Ártico apenas se sucedieron operaciones de entidad en el mes de Junio de 1941 debido a que el Ejército Finlandés estaba en pleno proceso de movilización y las unidades en primera línea todavía luchaban en las fronteras contra un sorprendido Ejército Rojo que a duras apenas era capaz de manter las posiciones en Carelia. De hecho las únicas acciones de entidad que se registraron aquella semana fueron casi todas en el norte de Finlandia dentro del marco de la «Operación Silberfuchs», desde cuyas posiciones la 2ª División de Montaña del general Eduard Dietl penetró en territorio ruso y tras una breve escaramuza con unidades del XIV Ejército Soviético, el 28 de Julio consiguió asentarse en el Valle de Titovka y capturar un puente que conectaba con la Península de Rybachy.

Laponia jugó un papel esencial en aquellos últimos días de Junio, ya que las fuerzas del Ejército Finlandés que se encontraban asentadas en el extremo más septentrional del teatro de operaciones, se movieron hacia delante y en cuestión de pocas jornadas reconquistaron la región de Pétsamo, lo que permitió a Finlandia volver a gozar de una base naval con el Océano Glacial Ártico. Al mismo tiempo en el extremo sur, la jornada del 28 comenzó el asedio a la base naval de la Península de Hanko, un territorio al sur del país que la Flota Roja del Báltico había adquirido tras la Guerra de Invierno, en donde quedaron sitiados 30.000 soldados y marineros rusos después de que 22.000 efectivos adscritos a la 17ª División Finlandesa bloqueasen el único istmo transitable que los aisló de Escandinavia.

Operación Barbarroja (Julio de 1941)

A las dos semanas del comienzo de la «Operación Barbarroja», el 3 de Julio de 1941, finalmente Iósif Stalin salió de su crisis emocional y volvió a retomar las riendas de la URSS, nombrando al general Semyón Timoshenko como jefe del Comando Supremo del Ejército Rojo, la STAVKA, además de pronunciar un elocuente discurso radiofónico desde el Kremlin mediante el que ánimo a toda la nación a alzarse en armas contra la Alemania Nacionalsocialista. El llamamiento no sólo estuvo orientado a defender los valores marxistas de la Revolución Bolchevique y el legado de Vladimir Lenin, sino que más bien se centró en apelar al nacionalismo ruso, invocando a figuras históricas del pasado como el Príncipe Alexander Nevsky, el Zar Pedro I el Grande, la Emperatriz Catalina la Grande o el mariscal Pyotr Bagration, además de insuflar de moral a todos los patriotas y exhortar a colaborar a todas las instituciones desde el Partido Comunista Soviético hasta la Iglesia Ortodoxa para sumurgirse en un conflicto a vida a muerte que recibió el nombre la «Gran Guerra Patriótica».

FRENTE NORTE:

Nada más comenzar el mes de Julio de 1941 el Grupo de Ejércitos Norte inició el asalto final contra la capital de Riga que estuvo precedido por un bombardeo de la aviación alemana y la artillería que causaron algunas víctimas en la metrópoli y dañaron la torre de la Catedral de San Pedro. El ataque no fue tarea sencilla porque los soviéticos se defendieron en las orillas del Río Daugava, movilizando para ello a las Juventudes Comunistas (Komsomol) y a voluntarios autóctonos del Destacamento de Trabajadores Letones, lo que obligó a los germanos a dar un rodeo y embolsar la ciudad por el costado tras asegurar sobre su curso fluvial el Islote de Dobe. Una vez completada la maniobra las tropas alemanas accedieron a la urbe desde el sur y penetraron por el Barrio de Katlakalns, abriéndose paso a tiros contra los rusos hasta que finalmente la guarnición se rindió y la población de Riga salió a recibirles como si fuesen sus libertadoras.

Estonia fue la siguiente nación báltica en verse afectada por la «Operación Barbarroja» cuando el II Cuerpo Alemán cruzó la frontera sur a través del Río Pärnu, quebrando las débiles defensas del VIII Ejército Soviético por Emajõgi. La siguiente parada de esta ofensiva fue la ciudad de Tartu, en donde los soviéticos se atrincheraron durante varias jornadas en las que consiguieron frenar el avance alemán, aunque seguida se vieron en dificultades después de producirse un levantamiento interno de un grupo partisano de los Hermanos del Bosque Estonios al mando del oficial Friedrich Kurg. A pesar de que los rusos se enzarzaron contra los guerrilleros estonios en una cruenta batalla urbana y mataron a 192 prisioneros, al final los nacionalistas se impusieron porque redujeron a la guarnición soviético y entraron Tartu a las columnas del II Cuerpo Alemán.

Efectos de la artillería alemana contra un pueblo soviético. La potencia de fuego alemana fue desvastadora, tanto que no sólo redujo a cenizas ciudades, sino que se cobró gran cantidad de víctimas mortales entre los civiles.

Respecto al ala del Grupo de Ejércitos Norte que se había desviado a Bielorrusia, el 4 de Julio empleó a los tanques de la 1ª División Panzer para ocupar con éxito la ciudad de Ostrov y dirigirse hacia la estratégica Pskov. El avance se prolongó un espacio de cinco días debido a que el Ejército Rojo contraatacó con varios contingentes mecanizados que fueron completamente aniquilados tras la destrucción de 140 blindados soviéticos, por lo que una vez desbaratado el contragolpe y reanudada la marcha, el 9 de Julio las puntas alemanas entraron triunfales en las calles de Pskov.

Con Pskov en manos del Grupo de Ejércitos Norte, los alemanes dividieron sus fuerzas en dos, una en dirección hacia Leningrado y otra hacia Nóvgorod. En el caso de la primera conformada por el IV Grupo Panzer las vanguardias acorazadas entraron en Estonia y acto seguido en el propio territorio continental de Rusia tras dejar atrás el Río Shel y establecer una serie de cabezas de puente en Sabsk y Porechie. En el caso de la segunda, los germanos que recientemente acababan de cruzar el Río Luga, aseguraron las orillas del Lago Ilmen y el 22 de Julio tomaron la ciudad de Solsti, ya muy cerca del objetivo principal de Leningrado. También el ala sur que progresaba por Bielorrusia cosechó importantes éxitos durante ese período, pues el XVI Ejército Alemán que se había desviado sobre la vertiente meridional enlazó con las divisiones del Grupo de Ejércitos Centro a la altura de Nevel, cerrando con ello cualquier espacio abierto que pudiera aprovechar el Ejército Rojo.

FRENTE CENTRO:

A comienzos de Julio de 1941 el Grupo de Ejércitos Centro que tan sólo una semana antes había aplastado al Ejército Rojo en la «Bolsa de Minsk», no quiso dar tregua a los rusos porque las puntas acorazadas siguieron penetrando en Bielorrusia y dejaron atrás a numerosas unidades enemigas que quedaron completamente rodeadas. Aquel fue el caso de la Bolsa de «Bolsa de Bialystock», en donde los alemanes apresaron a otros 150.000 soldados soviéticos y pulverizaron o capturaron 1.200 tanques y 600 cañones junto a las orillas del Río Dvina. Algo parecido sucedió en la «Bolsa de Volkovisk» que no tardó en ser reducida con la destrucción de seis divisiones rusas, lo que sumado al cerco anterior implicó la absoluta aniquilación de los III y X Ejércitos Soviéticos.

La Batalla de Smolensk que siguió a las catástrofes de Minsk y Bialystock fue proyectada por el general Heinz Guderian bajo la idea de impedir al Ejército Rojo reorganizarse y evitar que sus divisiones continuaran retirándose hacia Moscú. La operación comenzó con un intento infructuoso de cruzar el Río Berezina, ya que los alemanes fueron rechazados por paracaidistas rusos, aunque en seguida los atacantes encontraron otros lugares para alcanzar Smolensk por el Río Desná, además de tomar Borísov y establecer el 3 de Julio dos cabezas de puente, en concreto una sobre el Río Dniéper en Rogachev y otra sobre el Río Dvina en Polotsk. En ese instante los II, III y IV Grupos Panzer fueron sorprendidos por un contraataque de 700 de tanques de los XVI, XIX, XX, XXI y XXII Ejércitos Soviéticos, así como de un inesperado bombardeo de un arma desconocida hasta le fecha, los camiones lanzacohetes Katyushas, que les infligieron cuantiosas bajas y les causaron cierto pánico debido a su peculiar sonido al que bautizaron con el nombre de «órgano de Stalin».

Felicidad de los soldados alemanes debido a las increíbles victorias en la URSS durante el verano de 1941.

El contraataque ordenado por el general Semyón Timoshenko desde Smolensk horadó en los días próximos hasta 40 kilómetros de frente sostenidos por el Grupo de Ejércitos Centro en torno al área de Lepel, aunque al mismo tiempo también los germanos avanzaron en la dirección opuesta desde los flancos, amenazándose los unos a los otros con embolsarse mutuamente. La batalla al final se terminó decantando del lado alemán cuando las divisiones Panzer rodearon y aniquilaron a un cuerpo mecanizado ruso en Sieno, además de tomar ciertos enclaves como Ulla o Mozir y cruzar por algunos puntos el hasta ahora impracticable Río Berezina. A partir de este instante las formaciones acorazadas soviéticas se desmoronaron al operar demasiado lejos de sus bases y ser víctimas a campo abierto de los temidos bombarderos en picado Stukas, por lo que las tropas germanas se colaron por los huecos y reanudaron la marcha hasta límites tan alejados como el Río Lovat.

La maniobra hacia Smolensko llevada a cabo los II, III y IV Grupos Panzer fue magistral porque tras un giro de pinza sobre Shklov y Stari Bijov, el 9 de Julio los alemanes tomaron la ciudad de Vitebsk y el 11 alcanzaron los arrabales de Moguilev, dejando embolsadas a nada menos que 25 divisiones enemigas poco después de cortar una de sus últimas salidas por el Río Soz. El XXI Ejército Soviético que estaba fuera del anillo trató de liberar a los sitiados con varias oleadas de carros y jinetes de caballería al galope, pero tan sólo se conformó con alcanzar el Río Berezenia y recuperar Rogachev, la cual más tarde los rusos volverían a perder después de quedar desbaratada su contraofensiva ante Mozir.

El 14 de Julio el Grupo de Ejércitos Centro cerró la «Bolsa de Smolensko» y el 15 los elementos de las 7ª y 20ª Divisiones Panzer alejaron al Ejército Rojo de los sitiados al arrebatar a los rusos la localidad de Yartesevo. Una vez consolidado el anillo los tropas cercadas se rindieron el 16 y cedieron a los alemanes el control de Smolensko, contabilizándose la enorme cifra de 310.000 prisioneros y la captura o destrucción de 3.025 tanques y 3.120 cañones, el equivalente a 25 divisiones que se tradujo en la aniquilación completa de los XVI, XIX y XX Ejércitos Soviéticos.

Al grave revés cosechado en la «Bolsa de Smolensk» se sumó el hecho de que cinco días más tarde, el 21, la aviación alemana bombardeó por primera vez la capital de Moscú, un acontecimiento que muchos interpretaron como el preludio del fin de la URSS. De hecho el II Grupo Panzer dirigido por el general Heinz Guderian que acababa de tomar Smolensk, al cabo de una semana volvió a cubrirse de gloria tras sitiar y conquistar la ciudad de Moguilev en conjunción con las tropas a pie del II Ejército Alemán, capturando durante el proceso a otros 5.000 prisioneros al Ejército Rojo, además de matar en el combate a millares de soldados enemigos, entre estos al general ruso Pyotr Filatov.

FRENTE SUR:

El 2 de Julio de 1941 el Grupo de Ejércitos «Antonescu» del Ejército Rumano pasó a la ofensiva sobre Moldavia bajo el nombre clave de «Operación München», arrollando durante el ataque a numerosas fuerzas soviéticas que custodiaban la frontera y conquistando Chernivtsi el día 5, por ese entonces la capital de Bukovina del Norte que fue liberada por las tropas de montaña «vânâtori di munte». Los rusos no tardaron en contraatacar en la zona de Besarabia, haciéndolo los infantes navales de la Flotilla del Danubio cuando sorprendieron y aniquilaron a 468 marineros rumanos en Chilia Veche, aunque posteriores asaltos de este tipo fracasaron porque las fuerzas rumanas se fortificaron y rechazaron a los rusos primero en el Islote de Stipoc y luego en las orillas de Periprava.

A principios de Julio de 1941 las planicies del oeste de Ucrania se abrieron al Grupo de Ejércitos Sur cuando las tropas de élite de la 1ª División SS Panzer «Leibstandarte Adolf Hitler», acompañada por los zapadores de la 13ª Division Panzer y la 11ª División de Infantería, aseguraron la orilla oriental del Río Sluzk y construyeron un puente artificial por el que cruzaron todos los carros de combate de la agrupación. Al día siguiente, el 10, seis cuerpos del Ejército Rojo organizaron una contraofensiva contra esta cabeza, abalanzándose sobre el I Grupo Panzer en Berdichev que resistió de milagro gracias a que en última instancia acudieron las puntas de la 1ª División SS Panzer «Leibstandarte». Gracias a la repentina llegada de los tanques germanos, los carros soviéticos fueron pulverizados uno a uno a los carros rusos hasta que los escasos supervivientes se retiraron hacia la seguridad de Umán, algo que permitió reanudar el avance alemán el 11 de Julio tras cruzar sus vanguardias el Río Irpién y situarse los germanos a tan sólo 15 kilómetros de la capital ucraniana de Kíev.

Soldados soviéticos del Ejército Rojo esperando el ataque alemán.

Los demás socios del Eje que cooperaban en el Grupo de Ejércitos Sur también cosecharon grandes éxitos aquel Julio de 1941, como por ejemplo el Grupo Rápido Eslovaco que a costa de sufrir 251 bajas propias (82 muertos, 167 heridos y 2 prisioneros), más la destrucción de dos de sus tanques, infligió a los rusos unas pérdidas mucho mayores en la Batalla de Lypovec. De igual manera las tropas rumanas que acompañaban al Ejército Alemán también se distinguieron de forma muy eficaz, pues contribuyeron notablemente a la ocupación de la importante ciudad de Zhitomir y otros enclaves como Kazatin, Kórosten, Letuchiv, Volynski, Proskurov o las Colinas de Lyubar. A estos éxitos hubo que añadir las victorias obtenidas por unidades del Ejército Rumano operando en solitario como por ejemplo la 1ª División Blindada «Gran Rumanía» que con 126 tanques del modelo R-2 conquistó Chisinâu el día 16, la capital de Moldavia, sin obviar con que un batallón naval se apoderó de Tatarbunari y otras fuerzas menores de Reni, Izmail, Kiliya y Vylkove.

Umán se convirtó durante la segunda mitad de Julio en la nueva zona de operaciones del Grupo de Ejércitos Sur, en concreto de los 400.000 efectivos del y 600 tanques del I Grupo Panzer y los VI y XVII Ejércitos Alemanes que se abalanzaron con los 300.000 soldados y 317 carros rusos en retirada del II Cuerpo Mecanizado y los VI, XII, XVIII y XXVI Ejércitos Soviéticos. El ataque lo inició la 11ª División Panzer al cruzar el Río Ros y tomar Stavishche el 18 de Julio, al mismo tiempo en que la 9ª División Panzer hacía lo propio con Fastov, abriendo una brecha de 90 kilómetros que a duras penas fue taponada por los tímidos contraataques del Ejército Rojo. De hecho aunque la mayor parte de las tropas escaparon de la trampa, no pudieron decir lo mismo los 50.000 soviéticos que quedaron embolsados por una maniobra coordinada de los cazadores de la 1ª División de Montaña y la 24ª División de Infantería, por lo que no tuvieron más remedio que mostrar bandera blanca y capitular el día 21 en la ciudad ucraniana de Vinnitsa.

La caída de Vinnitsa permitió a la 9ª División Panzer profundizar otros 40 kilómetros hacia el centro de Ucrania, ocupando el enclave de Oshanka, así como a la 16ª División Motorizada apropiarse de los enclaves de Talnoye y Novoarkhangelsk. A raíz de estos últimos progresos los rusos evacuaron las orillas del Río Sinuha y se dirigieron hacia el Río Dniéper, aunque sin atreverse a refugiarse en los márgenes occidentales por miedo a desobedecer a Stalin. Esta confusión facilitó a la 125ª División de Infantería apoderarse de Gaisin, pero sobretodo a la 1ª División de Montaña y otras unidades motorizadas conquistar Golovanevsk el 31 de Julio y rebasar al XII Ejército Soviético por el sur, amenazando con embolsar a las fuerzas rusas en Umán.

FRENTE RUSO-FINÉS:

Bajo el código de «Operación Zorro Plateado», el XIX Ejército de Montaña Alemán basado entre Noruega y Laponia desencadenó una gran ofensiva el 1 de Julio con la intención de conquistar el puerto de Múrmansk, un objetivo esencial debido a que por sus muelles la URSS recibía el material procedente Estados Unidos y Gran Bretaña según lo firmado en la Ley de Préstamos y Arriendos. Aunque los alemanes amenazaron la ciudad y en algunos tramos la aislaron de la Península de Kola, no pudieron rebasar las posiciones soviéticas en la Península de Rybachy ni tampoco superar el Río Litsa por culpa de los bancos de hielo. Los germanos también fracasaron a la hora de desembarcar en las Islas de los Pescadores, por lo que ante la imposibilidad de cumplir con la misión no tuvieron más remedio que recurrir a la aviación para bombardear y dañar las instalaciones de Múrmansk, como también la base de Arkángel en el Mar Blanco.

Paralelamente a la «Operación Zorro Plateado», las fuerzas del Eje acantonadas en Salla puso en marcha la «Operación Zorro Polar» para intentar cortar en dos mitades el territorio ruso de la Península de Escandinavia. Las unidades participantes fueron la 6ª División de Infantería Finlandesa, la 6ª División SS de Montaña «Nord» y la 169ª División de Infantería Alemana que tras abandonar la seguridad del Río Tenniö, perforaron las líneas del XIV Ejército Soviético entre el Lago Kuola y el Lago Apa, destruyendo durante la embestida a 50 tanques rusos y ocupando la ciudad Kayraly. A continuación los alemanes avanzaron por el centro y los finlandeses por los costados, tomando las localidades de Lampela, Loukhi y Khem, antes de liquidar los escandinavos a la 54ª División de Fusileros Soviética entre el Lago Pyaozero y Lago Topozero.

El 9 de Julio de 1941 el Ejército Finlandés inició un devastador bombardeo de artillería sobre toda la provincia de Carelia desde el Golfo de Finlandia hasta las inmediaciones del Lago Onega, al mismo tiempo en que miles de soldados atravesaban bosques y pantanos, tendiendo pasarelas sobre los riachuelos y desplazándose por caminos secundarios a bordo de bicicletas. Los rusos defendían un entorno tan hostil y desconocido que muchos de los puntos fortificados de la «Línea Luga» fueron desbordados, como por ejemplo el extremo oriental golpeado por la 14ª División de Infantería Finlandesa que destruyó a un regimiento de fusileros enemigo entre Rukajärvi y el Río Ontajoki; pero especialmente el extremo occidental atacado por la 1ª Brigada de Cazadores al mando del coronel Ruben Lagus que se rompió con la consiguiente apertura de una peligrosa brecha, a través de la cual se colaron las tropas de la 11ª División de Infantería Finlandesa.

Soldados finlandeses en el Frente Ruso-Finés bajo un paisaje nevado en el Ártico.

La ofensiva del Ejército Finlandés sobre Carelia no tardó en provocar el derrumbe del frente sostenido por el Ejército Rojo debido a que el día 13 las tropas escandinavas aseguraron las orillas septentrionales del Lago Ladoga, el 15 tomaron la ciudad de Loimola y el 17 la 11ª División de Infantería Finlandesa destruyó a un buen cúmulo de unidades soviéticas entre el Lago Jänisjärvi y el Río Jänisjoki. A no mucha distancia la 7ª División de Infantería Finlandesa recuperó el enclave de Ruskeala, mientras que el 21 de Junio un regimiento motorizado ruso fue embolsado y aniquilado en su totalidad sobre Salmi, antes de que la jornada del 23 un grupo de cazadores fineses cruzaran el Río Tuulema y alcanzasen las viejas posiciones defensivas de la Guerra de Invierno en la «Línea Mannerheim».

En la medianoche del 26 de Julio de 1941, un grupo de lanchas motoras de la Flota Roja del Báltico escoltadas por el cañonero PK3 desembarcaron a un centenar de efectivos rusos en la Isla Bengtskär, un enclave insular al sur de Finlandia desde donde los finlandeses habían hundido días antes el carguero soviético Vyborg de 4.000 toneladas. A pesar de que los 41 hombres de la guarnición se defendieron con artillería, en seguida los únicos quince supervivientes quedaron sitiados en el interior de faro, en cuyas paredes resistieron hasta la 10:00 de la mañana cuando por fin la aviación finesa y un par de lanchas torpederas hundieron al cañonero PK3, antes de depositar a 81 soldados de refuerzo al mando del teniente Fred Luther. Gracias a estas tropas los invasores fueron reducidos y los fineses retomaron el control de la Isla Bengtskär, no sin antes aproximarse tres destructures que bombardearon el enclave sin apenas causar daños graves. Hasta entonces las bajas habían sido de 109 para los soviéticos entre 80 muertos y 29 prisioneros, mientras que para los finlandeses de 76 entre 31 muertos y 45 heridos en un curioso episodio que pasaría a ser conocido como la Batalla de Bengtskär.

Operación Barbarroja (Agosto de 1941)

Justo en la mitad del verano de 1941 la «Operación Barbarroja» entró en una de sus fases más decisivas cuando después de haber protagonizado las fuerzas del Eje un espectacular avance y haber destruido a varios ejércitos de millones de hombres, las vanguardias de los Grupos de Ejércitos Norte, Centro y Sur esperaban asestar el golpe definitivo a la URSS. Sin embargo y a pesar de que los éxitos continuarían siendo fulgurantes ese Agosto, de repente comenzaron a saltar las primeras alarmas que indicaban la existencia de un segundo escalón del Ejército Rojo por delante de las zonas ocupadas, tal y como indicaron los servicios de información de aquellas unidades que ya se encontraban operando dentro del propio territorio de Rusia.

FRENTE NORTE:

La fase final de la «Operación Barbarroja» sobre los Países Bálticos empezó en Agosto de 1941 después de que el Grupo de Ejércitos Norte lanzase dos ofensivas simultáneas, una de estas encabezada por la 8ª División Panzer que se desplazaba a toda prisa hacia el noroeste de Rusia para tratar de aislar Leningrado y contactar con las tropas del Ejército Finlandés que descendían sobre el Istmo de Carelia. La otra en cambio llevada a cabo por elementos del IV Grupo Panzer se circuló desde los bordes de la frontera con Estonia, intentando afianzar un punto de anclaje en el flanco septentrional del Grupo de Ejércitos Centro mientras progresaba en dirección a Moscú.

El movimiento de tenaza del Grupo de Ejércitos Norte aquel Agosto fue letal para la URSS, ya no sólo por la infinidad de unidades que quedaron arrinconadas en Estonia, sino porque muchas no tendrían tiempo de escapar hacia el este y quedarían arrinconadas en Leningrado. Entre los progresos más importantes de los alemanes estuvo la ocupación de Stáraia Russa y la conquista de Nóvgorod el día 16, por ese entonces el nudo fluvial más importante del noroeste de Rusia, sin obviar con que el 20 se apropiaron Chudovo y Liuban. Al día siguiente, el 21, las 8ª y 12ª Divisiones Panzer tomaron al asalto la histórica ciudad de Izhora, la cual fue utilizada como catapulta para lanzar una eficaz operación en pinza que para finales de mes se cerró con la caída de Kragsnogvardiesk y Luga, lo que supuso un embolsamiento que acabó con la rendición de 20.000 soldados del Ejército Rojo.

Durante la últimas dos semanas de Agosto de 1941, las fuerzas del Eje no dejaron de avanzar sobre Estonia mientras las tropas ocupantes del Ejército Rojo eran atacadas desde la retaguardia por millares de partisanos de los Hermanos del Bosque Estonios que cayeron sobre sus columnas y las destruyeron. De hecho los guerrilleros se unieron a muchas de las vanguardias germanas, cooperando con los alemanes a la hora de limpiar las orillas del Lago Peipus y reconquistar plazas tan importantes como Narva, esta última en el istmo que separaba la frontera con Rusia.

El asalto contra la capital de Estonia se inició la noche del 27 al 28 de Agosto con un ataque del Grupo de Ejércitos Norte precedido por un levantamiento en la propia Tallin que protagonizaron los partisanos de los Hermanos del Bosque Estonios. El XI Cuerpo Soviético sitiado en la ciudad rápidamente se agolpó en las muelles a la espera de ser evacuado por la Flota Roja del Báltico que envió 190 buques de todos los tipos escoltados por destructores y el crucero Kirov al mando del almirante Vladimir Tributs. Lamentablemente para los rusos en cuanto los barcos comenzaron a salir cargados de soldados y refugiados, fueron atacados desde el aire por oleadas de bombarderos Junkers 88 y desde el agua por nueve lanchas torpederas, en concreto las cinco alemanas S-26, S-27, S-39, S-40 y S-101, más las cuatro finlandesas MV9, VMV10, VMV11 y VMV17.

La evacuación de Tallin, también conocida como Batalla de Juminda, en honor a la Península de Juminda sobre el que se libró el encuentro en el extremo noroccidental de Estonia, acabó con uno de los mayores desastres históricos de la Flota Roja del Báltico (tan sólo superado por la catástrofe de la Batalla de Tsushima de 1905 durante la Guerra Ruso-Japonesa) porque alemanes y finlandeses hundieron un total de dieciséis buques entre los que estuvieron los cinco destructores Kalinin, Artem, Volodarsky, Skory y Yakov Sverdlov, los dos submarinos S-5 y Schch-301, los dos minadores Crab y Lendovput, el cañonero I-8, los dos guardacostas Sneg y Tsiklon y los cuatro cargueros Eestirand, Vironia, Everita y Ella. Al cabo de tres días de este colosal revés, el 30 de Agosto, el XI Cuerpo Soviético se rindió en Tallin a las fuerzas germano-estonias después de haber sufrido los rusos unas 18.800 bajas entre 4.800 muertos y 14.000 prisioneros, aunque por lo menos tuvieron tiempo de sacar del país a 28.000 soldados y 66.000 toneladas de material bélico. Sin embargo la última guarnición en rendirse lo haría la jornada del 31 a los partisanos estonios del oficial Fred Ise cuando los guerrilleros arrancaron la bandera roja del Castillo de Toompea y sobre el torreón medieval izaron los colores blanco, azul y negro de la bandera nacional de Estonia.

FRENTE CENTRO:

A diferencia de la fase anterior de la «Operación Barbarroja», el sector del Grupo de Ejércitos Centro vivió una relativa tranquilidad en Agosto debido a que la mayor parte de las operaciones estaban teniendo lugar al norte y al sur, aunque sin duda el principal motivo fueorn las dificultades logísticas derivadas de la campaña como por ejemplo los embotellamientos de tráfico, la sobrecarga de trabajo en los tallares de reparación y el tiempo que se perdía en sustituir el ancho de vía de la línea ferroviaria rusa por la occidental. A estos problemas se añadió la presencia de molestas fuerzas partisanas a la retaguardia, algo que sin duda facilitó la geografía boscosa de Bielorrusia y las zonas pantanosas de las Marismas del Prípiat; sin obviar la política estalinista de «tierra quemada» que acabó con la quema de cultivos y la destrucción de infraestructuras.

La única ofensiva de cierta entidad que protagonizó el Grupo de Ejércitos Centro en Agosto fue la llevada a cabo con carácter limitado por el II Grupo Panzer del general Heinz Guderian cuando después de cruzar el Río Desná el 12 de ese mes tomó Kyrchaw y el 14 se apoderó de Zhlobin, alcanzando las orillas bielorrusas del Río Dniéper. Simultáneamente la 3ª División Panzer del general Walther Model efectuó una brillante maniobra de pinza al cruzar el Río Oster bajo una molesta lluvia que embarró el terreno, ya que se coordinó con la 4ª División Panzer para embolsar y destruir al Grupo Soviético «Kachalov», bautizado con ese nombre en honor a su general Vladimir Kachalov, quién se rindió a la altura de Krischev con 38.000 hombres y la totalidad de la 104ª División Blindada tras perder a 42 tanques KV y T-34.

El progreso de la 3ª División Panzer aquel Agosto fue mayor que otras unidades del Grupo de Ejércitos Centro, pues la jornada del 16 capturó el nudo de comunicaciones de Mglin, aunque también otros grupos tácticos o «kampfgruppe» del II Ejército Alemán se apropiaron de Pochep el 18, Oncha el 21 y los enclaves de Novozibkov y Starodub el 22. Después de ser destruidos los últimos puentes sobre el Río Sozh que impidieron la evacuación de numerosas unidades soviéticas, el padre de la «Blitzkrieg» cerró una bolsa el día 24 de Agosto que concluyó con la ocupación de la ciudad de Gomel, en donde hizo prisioneros a 90.000 rusos, destruyó al XXI Ejército Soviético y completó la conquista total de Bielorrusia.

Tropas motorizadas italianas en Rusia.

Tropas motorizadas italianas en Rusia.

A pesar de los tímidos movimientos del Grupo de Ejércitos Centro aquel Agosto, lo que no pudo evitar de ninguna manera fue ser víctima de una contraofensiva lanzada por el Ejército Rojo que sería conocida como la Batalla de Roslavl. La operación la llevaron a cabo 261.000 soldados y 259 tanques que el 28 de Agosto chocaron contra el II Ejército Alemán del general Maximiliam Von Weichs, golpeando especialmente a las 17ª y 18ª Divisiones Panzer que perdieron once carros a manos de los temidos KV-1. Lamentablemente para los rusos pronto la arremetida perdió fuelle porque para el 30 había sido detenida ante los principales «kampfgruppe» entre Roslavl y Novozybkov; como también ante la 3ª División Panzer en Unetscha, cuyos efectivos se defendieron con tan sólo tres tanques (un Panzer IV y dos Panzer III) y movilizando a oficinistas, capellanes, cocineros y panaderos, con los que rechazaron al L Cuerpo Mecanizado y eliminaron a tres T-34.

El fiasco en la Batalla de Roslavl condujo al mariscal Semyón Timoshenko a ordenar un bombardeo masivo con 450 aviones, entre estos 100 bombarderos pesados Tupolev TB-3, los cuales apenas causaron daños a las fuerzas del Eje debido a que los germanos derribaron a un total de 112 aparatos (55 abatidos en el aire y 57 pulverizados con posterioridad en los aeródromos). Este fracaso mayúsculo sumado al hecho de que los equipos de zapadores de la 3ª División Panzer acababan de asegurar un puente sobre el Río Desna y por tanto establecer una peligrosa cabeza en el sector de Novgorod-Sverski, obligó a las tropas soviéticas a retirarse después de haber sufrido un saldo de 79.575 bajas entre 50.972 muertos o prisioneros y 28.603 heridos, además de haber perdido un material de 140 tanques y 200 cañones; a costa de haber encajado los alemanes tan sólo 8.261 bajas y la pérdida de 50 carros.

FRENTE SUR:

El 1 de Agosto de 1941 el Ejército Rojo protagonizó un tímido contraataque sobre las posiciones del Eje de Vinnitsa con la idea de contener a las vanguardias enemigas que desde sus flancos convergían hacia Umán. A pesar del empeño que pusieron los VI y XII Ejércitos Soviéticos, no tardaron en ser repelidos por las tropas alemanas y húngaras la jornada del 2, a veces con resultados muy nefastos como le sucedió a los soldados bisoños de la 223ª División de Fusileros que fueron despedazados por la 14ª División Panzer. Este desastre encima no evitó que los germanos siguieran presionado por el costado, como por ejemplo hicieron los cazadores de la 1ª División de Montaña al cruzar el Río Sinyuha y elementos acorazados que aseguraron al otro lado una importante cabeza de puente de Ternovka.

La maniobra del Eje en el corazón de Ucrania concluyó con éxito el 4 de Agosto cuando finalmente los carros alemanes de la 16ª División Panzer y las tropas motorizadas del Cuerpo Móvil Húngaro unieron sus fuerzas a la altura de Piervomaisk, cerrando de este modo la denominada «Bolsa de Umán» en la que quedaron atrapadas numerosas divisiones del Ejército Rojo. A lo largo de los cuatro días próximos los rusos intentaron realizar varios ataques de ruptura sin éxito, pues tan sólo algunas unidades aisladas escaparon del cerco, ya que para cuando los germanos tomaron Umán la jornada del 8 de Agosto a un bajo coste de 20.853 bajas entre 4.610 muertos, 15.458 heridos y el 785 desaparecidos, las bajas rusas se contabilizaron en 203.000 con 100.000 muertos o heridos y 103.000 prisioneros, así como la destrucción o captura de 317 tanques y 1.100 cañones, lo que implicó la destrucción total de los VI y XII Ejércitos Soviéticos.

Columna de tropas rumanas entrando victoriosas en Odessa.

Al sur de Ucrania también las fuerzas del Grupo de Ejércitos Sur se mostraron imparables aquel Agosto de 1941 al poco de que el IV Ejército Rumano atacara y sitiara el estratégico puerto de Odessa (que acabaría siendo conquistado en Octubre), privando con esta acción de una de sus mejores bases navales a la Flota Roja del Mar Negro. Al mismo tiempo un conglomerado de tropas germanas, húngaras y rumanas ocuparon Nikolayev el día 16, mientras que el 17 los carros alemanes entraron triunfales en Dniepropetrovsk, lo que permitió a los soldados del Eje durante las jornadas próximas asegurar el distrito industrial de Jersón y la cuenca minera de Krivoi Rog.

El Río Dniéper constituía el mayor obstáculo natural del Grupo de Ejércitos Sur en Ucrania debido a que su volumen y caudal complicaban seriamente su cruce, aunque para suerte de los alemanes pronto esta dificultad quedaría anulada debido a la negligencia del mariscal cosaco Semyón Buddiony, quién dispersó en exceso a las a unidades del Ejército Rojo en la orilla opuesta. Esto error permitió que el 19 de Agosto las tropas de la 22ª División de Infantería Alemana atravesaran un puente de 650 metros y tomaran en el lado contrario la ciudad de Breslav, exactamente igual que el 25 hicieron los carros de la 13ª División Panzer al circular por otro puente de 900 metros y conquistar la histórica ciudad de Zaporozhie. De nada sirvieron los contraataques rusos la jornada del 26 para expulsar a los germanos, ya que en seguida ambas cabezas se reforzaron con la 60ª División Motorizada y la 5ª División SS Panzer «Wiking», las cuales repelieron a los soviéticos que encima perdieron numerosos tanques a campo abierto por culpa de los raids tanto de la Luftwaffe como de los aviones de la Fuerza Aérea Real Italiana (Regia Aeronautica).

Al norte de Ucrania también las vanguardias del Grupo de Ejércitos Sur que el día 26 de Agosto acababan de tomar Chernobyl, fueron alcanzando el Río Dniéper, aunque en esta ocasión los alemanes se encontraron con más dificultades debido a que la mayor parte de los puentes fueron echados abajo por bombas incendiarias de los bombarderos en picado rusos Shturmovik Il-2. A causa de esta rápida reacción soviético, fue necesario construir algunos puentes de pontones la noche del 27 al 28, aunque también una unidad pudo localizar un puente intacto y cruzarlo la jornada del 31 de Agosto, ocupando en la orilla contraria la localidad de Drifka.

FRENTE RUSO-FINÉS:

La presión del Eje sobre el corazón de Finlandia no cesó en Agosto de 1941 porque las tropas germano-finesas ocuparon el Lago Nurmi sobre el sector de Salla, mientras que la 6ª División de Infantería Finlandesa profundizó 64 kilómetros a través de los bosques hasta conquistar la ciudad de Kastenga el 7 de Agosto, un enclave desde el que se podía bombardear la línea férrea a Múrmansk y alcanzar a muy escasa distancia la costa del Mar Blanco. A pesar de que las tropas finlandesas atacaron el ferrocarril e intentaron llegar al litoral con ayuda de la 6ª División SS de Montaña «Nord», los germano-fineses no pudieron moverse más allá del Lago Yedanka, en donde fueron detenidos por la 88ª División de Fusileros Soviética y los comunistas ucranianos de la Brigada Independiente «Grivnik».

Simultáneamente al norte del Lago Ladoga, las tropas del Ejército Finlandés conquistaron el 11 de Agosto la población de Hiitola y desembarcaron sobre el Islote de Kilpola en el propio entorno lacustre, además de conquistar las ciudades de Lahdenpohja y Sortavala el 15. Al mismo tiempo en la Carelia Oriental, la 11ª División de Infantería Finlandesa puso en fuga a la 71ª División de Fusileros entre Suvilahti y Suojärvi, apoderándose la jornada del 21 del pueblo de Tsalkki, aunque tales éxitos no impidieron que más de 26.000 soldados rusos pudieran ser evacuados a la orilla sur del Lago Ladoga.

La ofensiva en el Istmo de Carelia fue la más arrolladora sobre Finlandia aquel Agosto de 1941, pues durante las primeras arremetidas los escandinavos cruzaron el Río Vuoksi y la 10ª División de Infantería Finlandesa dejó virtualmente fuera de combate a la 265ª División de Fusileros Soviética, a la que infligió 6.219 bajas entre 234 muertos, 1.155 heridos y 4.830 desaparecidos. Una vez rotas las líneas del frente las tropas finesas liberaron Käkisalmi el 21, Taipale el 23 y Vuoksi el 24, antes de sitiar la ciudad Viipuri el 28, rebautizada por los rusos como Vyborg tras su conquista en la Guerra de Invierno. Ante lo crítico de la situación, la resistencia presentada por los soviéticos en los astilleros pronto se vino abajo, pues muchos cayeron en manos enemigas o fueron evacuados a bordo de embarcaciones hacia Leningrado, hasta que finalmente en la mañana del 29 de Agosto los finlandeses entraron en las ruinas urbanas y reanexionaron Viipuri.

Vigilante finés en la «Línea Mannerheim» de 1941.

La pérdida de Viipuri supuso un golpe moral tan tremendo para el Ejército Rojo que en seguida el Kremlin ordenó reconquistarla mediante un contraataque organizado por 35.000 hombres del XXIII Ejército Soviético. La vanguardia encabezada por la 43ª División de Fusileros chocó el 30 de Agosto contra la 8ª División de Infantería Finlandesa, a la que causó 3.400 bajas entre 700 muertos y 2.700 heridos durante la Batalla de Porlampi. Lamentablemente para los atacantes en seguida llegaron los 43.000 efectivos del IV Ejército Finlandés que restauraron el orden y pusieron en retirada a los rusos a través de Koivisto, ocasionándoles 17.000 bajas entre 7.000 muertos, 1.000 heridos y 9.000 prisioneros, contabilizándose entre los cautivos el general Vladimir Kirpichnikov.

A últimos de Agosto de 1941 las fuerzas del Ejército Finlandés y algunos voluntarios del Batallón Voluntario Sueco atacaron la Península de Hanko al suroeste del país, logrando rebasar las líneas fortificadas exteriores y reducir el perímetro a tan sólo la base naval de la Flota Roja del Báltico, la cual sería evacuada en Diciembre con 7.000 bajas en las filas rusas y devuelta de manera definitiva a Finlandia. Mientras tanto al otro lado del teatro de operaciones en Escandinavia, en el puerto de Arkángel al noroeste de Rusia, el 31 de Agosto amarró el primer barco cargado de material bélico procedente del Reino Unido, una ayuda que desde esta fecha en adelante supondría una gran ayuda para la URSS.

Operación Barbarroja (Septiembre de 1941)

El mes de Septiembre de 1941, el más decisivo de la «Operación Barbarroja», comenzó con una inesperada contraofensiva del Ejército Rojo sobre el Grupo de Ejércitos Centro en el oeste de Rusia, concretamente contra el XX Ejército Alemán situado en Yelnya que contaba con 70.000 soldados, 500 cañones y 40 cazacarros Stug III. El ataque estuvo planificado por el nuevo comandante del Estado Mayor (STAVKA), el general Georgi Zhukov que había sido trasladado desde el Lejano Oriente, quién lanzó a los XXIV y XLIII Ejércitos Soviéticos liderados por los generales Konstantin Rakutin y Pavel Kurochkin contra un saliente muy mal defendido por la 2ª División SS Panzer «Das Reich», la 10ª División Panzer y la 268ª División de Infantería Alemana.

La Batalla de Yelnya comenzó el 1 de Septiembre con un ataque ruso sobre los flancos del saliente del XX Ejército Alemán que llevaron a cabo los XXIV y XLIII Ejércitos Soviéticos de una manera bastante efectiva, pues las vanguardias germanas fueron aplastadas por el bombardeo previo de artillería y aviación, lo que permitió a las tropas mecanizadas quebrar las defensas y amenazar con embolsar a una considerable cantidad de fuerzas enemigas. A pesar de que los alemanes resistieron en la propia Yelnya, por ese entonces una localidad de 15.000 habitantes que quedó reducida a cenizas y sin ninguna vivienda en pie, finalmente el general Fedor Von Bock ordenó la retirada de la urbe y atrincherarse unos pocos kilómetros más atrás para evitar comprometer el despliegue del Grupo de Ejércitos Centro. Así fue como una vez completada la evacuación, el Ejército Rojo recuperó Yelnya el día 6, habiendo infligido a los germanos un total de 23.000 bajas, pero sufriendo las tropas soviéticas otras 31.853 entre 10.701 muertos y 21.152 heridos.

El fracaso del XX Ejército Alemán en la Batalla de Yelnya concluyó en el primer repliegue efectuado por el Eje desde el comienzo de la «Operación Barbarroja», un acontecimiento que modificó por completo la campaña, pues aunque la retirada fue mínima y apenas era apreciable en un mapa, el general Franz Halder que hasta ese momento había estado insistiendo en avanzar directamente hacia Moscú con el Grupo de Ejércitos Centro, de repente quedó desacreditado en favor de los que pretendían utilizar a dicha agrupación para ayudar al Grupo de Ejércitos Sur en Ucrania, entre éstos el propio Hitler. De este modo fue como después de una tensa reunión en el Estado Mayor, al final el Führer impuso su criterio de utilizar a una parte del Grupo de Ejércitos Centro para caer sobre el territorio ucraniano desde el norte y conquistar la capital de Kíev, esperando con esta maniobra embolsar a un gran número de unidades enemigas y propinar un golpe mortal al Ejército Rojo.

Contra todo lo previsto por el Kremlin el II Grupo Panzer liderado por el general Heinz Guderian se desprendió del Grupo de Ejércitos Norte nada más comenzar Septiembre para dejar atrás Bielorrusia y acceder al norte de Ucrania, tomando durante el avance inicial la estratégica ciudad de Chernigov. En seguida el mariscal Semyón Buddiony que estaba conteniendo al Grupo de Ejércitos Sur sobre un área de 800 kilómetros en el Río Dniéper, se percató de que lo pretendido por Guderian era hacer una gigantesca pinza contra su agrupación, por ese entonces cuantificada en 850.000 soldados rusos, 114 tanques, 3.923 cañones y 167 aviones. La primera reacción de Buddiony fue informar al Kremlin y solicitar el abandono urgente del Dniéper para trasladarse a una segunda línea defensiva ubicada en el Río Passel, exactamente igual que hizo el general Mikhail Kipornos encargado de la guarnición de la capital, aunque para frustración de ambos el mismo Stalin les prohibió moverse de sus posiciones y mucho menos retirarse del Distrito Militar de Kíev.

Mientras las tropas del Eje avanzaban sobre Ucrania, en otros sectores del Frente Oriental la situación tampoco era nada halagadora para el Ejército Rojo porque el 8 de Septiembre las fuerzas del Grupo de Ejércitos Norte al noroeste de Rusia superaron las aguas del Río Voljov y enlazaron con las tropas del Ejército Finlandés que descendían en paralelo al Lago Ladoga, embolsando durante esta maniobra a una agrupación rusa entera que protagonizaría el épico asedio de Leningrado, cuyo sitio se alargaría 900 días hasta principios del año 1944. A no mucha distancia de la ciudad que había sido cuna de la Revolución Bolchevique, la Marina Alemana bloqueó con sus buques de superficie el Golfo de Finlandia, al mismo tiempo en que unas embarcaciones finesas desembarcaron y aniquilaron a la guarnición rusa de la Isla de Rahmaansaari, una acción que todavía aisló mucho más a la Flota Roja del Báltico en la Base Naval de Kronstadt.

Al norte de Leningrado sobre el Istmo de Carelia, las fuerzas del Ejército Finlandés volvieron a las fronteras originales de la Guerra de Invierno al poco de que la 10ª División de Infantería Finlandesa aniquilase a un regimiento soviético entero sobre Kirjasalo y la 18ª División de Infantería Finlandesa se apoderase de las localidades próximas de Mainila y Valkeassari. Respecto a las operaciones en la Carelia Oriental, las 5ª y 17ª Divisiones de Infantería Finlandesas cruzaron el Río Tuloksa y eliminaron a un grupo de infantes navales rusos en la orilla contraria, ocupando a continuación la ciudad de Olonets y el pueblo Nurmoila. No obstante el mayor avance se obtuvo al poco de dejar atrás el Río Svir por el sector de Lodeynoye Pole, ya que los fineses se adentraron en territorio enemigo unos 40 kilómetros asegurando el Puente de Svirstoy y tomando Prääsä y Podporozhye. Una vez cosechados estos logros más allá del Lago Onega, las tropas finlandesas fueron imparables porque limpiaron las orillas del Lago Syamozero, destruyeron a un buen puñado de unidades enemigas en Petrozadovsk y liberaron las poblaciones de Markkila, Viitana, Pyhäjärvi, Pryazh, Polovina y Vilga, llegando algunas patrullas a rozar el Canal de Stalin muy cerca de Karhumäki.

En el norte de Finlandia las cosas fueron igual de mal para el Ejército Rojo que intentaba mantener abierto el ferrocarril en dirección a Múrmansk, ya que las fuerzas del Eje no dejaron de ganar terreno entre Salla y Laponia. Aquel fue el caso de algunas unidades alemanas y la 6ª División de Infantería Finlandesa que dejaron fuera de combate a la 104ª División de Fusileros Soviética entre el Río Tuutsa y el pueblo de Alakurtti, lo que permitió al III Cuerpo Finlandés y a la 6ª División SS de Montaña «Nord» colarse por la brecha y quebrar las fortificaciones rusas de la «Línea Verman» entre el Lago Verkheneye Verman y el Lago Tolvand, avanzando hasta las fronteras de la Guerra de Invierno sobre el Río Voyta, en donde tras asegurar las orillas infligieron 5.600 bajas irrecuperables a los soviéticos contando a 3.000 muertos y 2.600 prisioneros.

Tres soldados alemanes en la estepa ucraniana, uno de los cuales lleva unos prismáticos, otro sujeta una ametralladora MG-34 y el último hace de observador.

Al otro lado del Frente Oriental en Ucrania, la maniobra envolvente que el II Grupo Panzer había emprendido desde Bielorrusia bajo la dirección del general Heinz Guderian, comenzó a ser tomada muy en serio por el Ejército Rojo debido a que espaldas del Distrito Militar de Kíev apenas había unidades con las que atender la amenaza. La razón fue que en pocos días las escasas guarniciones aisladas, las cuales ni tan siquiera habían tenido tiempo de atrincherarse en condiciones, fueron rebasadas y aniquiladas con más de 30.000 prisioneros, entre estos el oficial Pavel Chistov del NKVD que fue capturado junto a orillas del Río Desna, a quién le fueron confiscados unos mapas en los se mostraba todas las fortificaciones rusas de la zona. Gracias a este descubrimiento se pudo esquivar y dejar atrás a muchas unidades enemigas sobre un perímetro sin vigilar entre Konotop y Baturin, atravesando el curso del Río Sula y conquistando la ciudad de Romny, en cuyos almacenes los germanos se apoderaron de un depósito de municiones y 80 metros cúbicos de gasolina. Lógicamente todo este avance estuvo acompañado por centenares de aviones del Eje que volaban a placer sobre las amplias estepas ucranianas, los cuales se cebaron sobre las columnas soviéticas desprotegidas a campo abierto, anotándose la destrucción de 2.200 vehículos y el derribo de 100 aparatos a costa de tan sólo perderse 27 aeroplanos propios.

La avalancha que se cernía al norte del Río Dniéper llevó al general Mikhail Kipornos a solicitar nuevamente a Stalin una retirada de Kíev, pero el mandatario una vez más se negó, aunque autorizó llevar a cabo un contraataque con algunas de las divisiones de la capital que partiría desde el oeste. El asalto lo llevó a cabo el XXI Ejército Soviético que cayó de costado contra el II Grupo Panzer, pero como la agrupación poseía en su flanco a las poderosas 3ª y 4ª Divisiones Panzer, los rusos fueron fácilmente rechazados con numerosas pérdidas entre sus blindados. Mientras tanto, la 16ª División Panzer que rodaba 20 kilómetros por delante arrolló y destruyó a la 297ª División de Fusileros Soviética; al mismo tiempo en que la 14ª División Panzer recorría otros 30 kilómetros hasta conquistar Lubni, en donde capturó a 1.500 soldados, 600 camiones, 70 cañones y tres aviones aparcados, incluyendo a todo el Estado Mayor del XXXVIII Ejército Soviético.

El 14 de Septiembre de 1941 fue el día más decisivo de la «Operación Barbarroja» porque las puntas del Grupo de Ejércitos Centro con las del Grupo de Ejércitos Sur se hallaban a tan sólo 20 kilómetros de distancia, avanzando por arriba la 3ª División Panzer del general Walther Model y por abajo el I Grupo Panzer del general Ewald Von Kleist. En el caso del ala septentrional los alemanes superaron el cauce del Río Sula tomando la localidad de Lochvitsa; mientras que en el caso del ala meridional el Grupo Rápido Eslovaco se adelantó a los germanos cruzando el Río Dniéper entre Ukrajinka y Chodosivka, en donde tras rechazar un contraataque soviético los eslovacos hicieron 1.650 prisioneros a los rusos. De este modo fue como a las 18:20 horas de la tarde, finalmente las vanguardias de las dos agrupaciones del Eje entre las que se encontraban un grupo blindado de la 18ª División Panzer y un equipo de ingenieros de la 3ª División Panzer se unieron en la ciudad de Lubny, encerrado en un gigantesco anillo de 120 kilómetros a nada menos que 800.000 soldados del Ejército Rojo.

Con una gran parte del Ejército Rojo embolsado en el área de Kíev, las unidades supervivientes que habían quedado fuera del cerco en seguida se reorganizaron al otro lado del Río Psel, desde donde Stalin en seguida lanzar un contraataque para abrir un boquete y liberar a los sitiados que lideraría el general Semyón Timoshenko. La operación comenzó el 16 de Septiembre con lo poco que los rusos lograron reunir, en concreto dos brigadas blindadas, dos divisiones de fusileros y dos divisiones de caballería que se estrellaron contra las reservas de la 4ª División Panzer y la 2ª División SS Panzer «Das Reich» entre las poblaciones de Lubny y Rumny, resultando esta última destruida por un virulento bombardeo de la Fuerza Aérea Soviética.

La contraofensiva exterior contra la «Bolsa de Kíev» fracasó estrepitosamente ante Lubny y Rumny el 17 de Septiembre, por lo que en un acto desesperado las divisiones sitiadas lanzaron lanzaron un ataque a la desesperada desde el interior que apenas pudieron hacer nada contra el sólido anillo erigido por los I y II Grupos Panzer en torno a Lukhovitsa y el Bosque de Shumikovo, en donde en medio de la confusión a causa de un bombardeo con morteros perdieron la vida el general Mikhail Kipornos, su general adjunto Vasily Tupikov y el comisario Mykhailo Burmystenko. A pesar de las enormes dificultades y las bajas sufridas en choques como Kremenchuk, Gornostaypol, Borispol, Orzhitsa o Rezhischev, de manera milagrosa los soviéticos abrieron durante un breve espacio de tiempo un pequeño pasillo por el que escaparon 15.000 soldados y los cuatro generales Iván Bagramian, Fyodor Kuznetsov, Fyodor Kostenko y Andrei Vlasov (este último el futuro líder del Ejército de Liberación Ruso que colaboraría con el Eje).

El 18 de Septiembre de 1941 la situación de la «Bolsa de Kíev» era desesperada porque las tropas alemanas, rumanas, húngaras e italianas que avanzaban desde el oeste como parte del Grupo de Ejércitos Sur, ocuparon tantas localidades y capturaron a tantos puestos de mando enemigos que dividieron el cerco en dos bolsas más pequeñas ubicadas la primera en Urzhitsa y la segunda entre Lukhvitsa y Pritain. De hecho ese mismo día las puntas del VI Ejército Alemán entraron en la capital ucraniana con los soldados de las 71ª, 95ª y 296ª Divisiones de Infantería, combatiendo contra tiradores apostados en algunos edificios y demoliendo un buen puñado de casas con fuego de cazacarros Stug. Así fue como después de ser extinguidas las dos micro-bolsas y conquistada Kíev el 19 de Septiembre de 1941, los alemanes obtuvieron la mayor victoria de cerco de la Historia tras haber infligido unas 800.000 bajas al oponente, entre estas unos 600.000 prisioneros y la captura de 824 tanques y 3.418 piezas de artillería, con la consiguiente destrucción de 22 divisiones enemigas y la aniquilación total de los V, XXXVI y XXXVII Ejércitos Soviéticos.

Conclusión

La destrucción de la «Bolsa de Kíev» el 19 de Septiembre de 1941 puso fin a la «Operación Barbarroja» según los planes previamente concebidos, pues pese a no haberse logrado los objetivos estratégicos de provocar el colapso de la Unión Soviética, al menos en el plano táctico se acababa de culminar un gigantesco triunfo para el Eje. La razón de este optimismo fue que se consiguió la destrucción del primer escalón del Ejército Rojo, infligiendo unas bajas que alcanzaron al 40% de su personal de tierra, el equivalente a 5 millones de hombres y una veintena de ejércitos, además de aniquilar el 90% de su plantilla de tanques, el 80% de sus aviones, el 75% de la Flota Roja del Báltico y el 50% de la Flota Roja del Mar Negro al 50%.

El desastre mayúsculo sufrido por la Unión Soviética extendió el pesimismo en el bando de los Aliados, hasta el punto que Iósif Stalin llegó a afirmar lo siguiente: «Todo lo que Lenin ha creado, lo hemos perdido para siempre». Aquella frase no se alejaba de la realidad porque Alemania había ocupado Bielorrusia, Lituania, Letonia, Estonia, más de la mitad de Ucrania y amplios espacios de Rusia Occidental; mientras que Finlandia se había reanexionado Carelia, Salla y Pétsamo; Rumanía la Besarabia, Bukovina y Transnistria; y tanto Hungría como Eslovaquia algunas porciones de los Cárpatos Ucranianos.

 

Los alemanes triunfando en la «Operación Barbarroja». Decenas de soldados y vehículos se acumulan a lo largo de toda la calle.

La gigantesca masa que las fuerzas del Eje ocuparon sobre la URSS en 1941 hizo perder al país un tercio de su población, ya que 80 millones de personas quedaron en el lado invadido, aunque durante las semanas y meses próximos se reducirían a 60 millones debido que 20 millones huyeron hacia las zonas controladas por el Ejército Rojo. Este enorme territorio permitió a los alemanes apropiarse del 84% del azúcar, el 68% del lingote de hierro, el 63% del carbón, el 60% del aluminio, 58% del acero y el 38% de los cereales, además del 41% de las vías férreas y en el caso del ganado el 60% de los caballos y el 50% de las vacas.

Aproximadamente la Unión Soviética sufrió 5 millones de bajas entre 3.000.000 de muertos, 1.500.000 prisioneros y 500.000 heridos, así como unas pérdidas materiales de 10.000 tanques y 8.000 aviones.

Aproximadamente el Eje sufrió unas 200.000 bajas entre 50.000 muertos y 150.000 heridos o prisioneros, más un material de 1.050 tanques destruidos y 1.000 aviones.

Las cifras de tropas eliminadas y prisioneros capturados por el Ejército Alemán durante la fase estival de la «Operación Barbarroja» fueron las mayores victorias militares jamás obtenidas en la Historia de la Humanidad, pues mediante unas cuantas maniobras de la «Blitzkrieg» se embolsaron y destruyeron a varios ejércitos con millones de efectivos. A pesar de que con estos golpes apocalípticos ninguna nación normal se hubiera repuesto, contra todo lo previsto la Unión Soviética se mantuvo en pie, algo explicable debido a la naturaleza brutal del régimen estalinista, a los métodos criminales aplicados por los ocupantes y a la capacidad de movilización humana e industrial del pueblo soviético, ya que pese a haber perdido a la totalidad del primer escalón del Ejército Rojo, en seguida se dispuso sobre el tablero de juego de un segundo escalón equivalente a una especie de «Segundo Ejército Rojo». Gracias a este tipo de imprevistos que los alemanes en ningún instante previeron según sus cálculos originales, el Frente Oriental entraría en una fase de violencia nunca vista por el ser humano, ni en la Segunda Guerra Mundial ni en la Historia Universal.

 

Bibliografía:

-Fernando Paz, Radiografía de Barbarroja, Un Análisis Multidimensional de la Invasión de Rusia, HRM Ediciones (2024), p.7-295
-David Solar, Hitler ataca la URSS Operación Barbarroja, Revista la Aventura de la Historia (2006), p.18-32
-Editores de Norguer, Operación Barbarroja. Las fuerzas enfrentadas, Revista Así fue la Segunda Guerra Mundial Volumen 25, Noguer (1972), p.201-224
-Editores de Norguer, Operación Barbarroja. Las Batalla de las Fronteras, Revista Así fue la Segunda Guerra Mundial Volumen 26, Noguer (1972), p.225-248
-Anthony Upton, Operación Barbarroja. El Frente Finlandés, Revista Así fue la Segunda Guerra Mundial Volumen 27, Noguer (1972), p.260-263
-David Solar, La Caída de los Dioses. «Capítulo 2: Barbarroja: Hitler se atraganta», Esfera de los Libros (2005), p.54-60
-Winston Churchill, La II Guerra Mundial Volumen 1. El camino hacia el desastre. «XXII La Némesis Soviética», Planeta Deagostini (1959), p.501-512
-Tony Wood, El Tercer Reich, Luftwaffe. «1941-1943 La Luftwaffe en Rusia», Optima, p. 40-42
-R.G. Grant, 1.001 Batallas que cambiaron el curso de la Historia, «Operación Barbarroja», Grijalbo, (2012), p.820-821