Hiyô

Nombre: Hiyô
Nacionalidad: Japón
Constructora: Astilleros Mitsubshi de Kawasaki
Tipo: Portaaviones
Clase: Hiyô
Planta motriz: Cuatro calderas Kawasaki-La Monte Se-Go de 56.630 CV
Eslora: 220 metros
Manga: 26’7 metros
Peso: 27.500 toneladas
Velocidad: 26 nudos
Tripulación: 1.187 hombres
Botadura: 26 de Junio de 1941
Capacidad aérea: 52 aviones
·Cazas Zero
·Bombarderos Aichi Val
·Torpederos Nakajima B5N
Armamento:
·12 cañones de 127 milímetros
·24 ametralladoras antiaéreas de 25 milímetros
Historia:

El portaaviones Hiyô tuvo una vida operativa bastante escasa desde su entrada en servicio en 1942, pues durante los dos años que estuvo en activo tuvo que malgastar muchos meses en reparar averías después de campañas tan intensas como la Batalla de Guadalcanal o las operaciones aéreas sobre las Islas Salomón y Nueva Guinea. A pesar de que su participación en estos eventos fue modesta, cuando por fin en 1944 se apostó por explotar su potencial a la hora de defender las Islas Marianas, tuvo la mala suerte de ser hundido durante la Batalla del Mar de Filipinas.

Originalmente el Hiyô se diseñó el 30 de Noviembre de 1939 como un transatlántico de pasajeros civiles por los Astilleros de las Industrias Pesadas Mitsubishi de Kawasaki bajo el nombre de Izumo Maru y la numeración 1002. Lamentablemente la tensión internacional con Estados Unidos obligó a la Marina Imperial Japonesa a comprarlo y reconvertirlo en portaaviones el 24 de Junio de 1941, readaptándole en los Astilleros de Kobe y rebautizándole con la denominación de Hiyô o «Halcón Volador».

El Hiyô era un portaaviones de 220 metros de eslora, 26’7 metros de manga, 8’13 metros de calado, capacidad para 1.187 tripulantes y de 25 a 50 milímetros de blindaje con placas de acero Ducol, lo que le proporcionaba un peso de 27.500 toneladas debido en parte a la voluminosa isla a estribor de la que arrancaba una chimenea de 17 metros de altura con una inclinación de 26º. A causa de esta masa extra la nave tan sólo podía alcanzar los 25’63 nudos y 11.700 millas náuticas de autonomía a través de dos grupos de turbinas y cuatro calderas de circulación reforzada Kawasaki-La Monte Se-Go que generaban 56.630 caballos de vapor. Respecto a las defensas del buque el arsenal se reducía a doce piezas de 127 milímetros en seis torres dobles y 24 cañones antiaéreos de 25 milímetros en ocho montajes triples, además de contar con un modesto equipo naval que incluía dos lanchas de desembarco, dos lanchas motoras y dos botes a motor.

Portaaviones japonés Hiyô.

La aviación del Hiyô estaba compuesta por 52 aparatos embarcados entre 24 cazas Zero, 20 bombarderos en picado Aichi Val y 8 torpederos Nakajima B5N que se almacenaban en dos hangares de 153 metros de largo, 15 metros de ancho y 5 metros de alto. Ambos espacios estaban igualmente comunicados mediante dos ascensores con la superficie, en este caso una pista reutilizada de la cubierta de paseo del transatlántico Izumu Maru que poseía unas medidas de 210’3 metros de longitud por 27’3 metros de anchura, estando sus tablones de madera dispuestos en secciones longitudinales, aunque los segmentos no se unían con ningún tipo de juntas de dilatación (salvo los 17 metros de la proa sujetos mediante placas metálicas).

El bautismo de fuego del Hiyô tuvo lugar en la campaña de Guadalcanal sobre las Islas Salomón cuando el 17 de Occtubre de 1942 su capitán Michio Sumikawa envió a un escuadrón de aparatos contra los dos destructores norteamericanos USS Aaron Ward y USS Lardner, siendo el raid un completo fracaso porque los aeroplanos cayeron en una emboscada de cazas Wildcat que abatieron a tres bombarderos horizontales Nakajima B5N. Al cabo de cuatro días encima se produjo un incendio accidental en el portaaviones que obligó a la nave a llevar a cabo reparaciones en la Base Naval de Truk sobre Micronesia, aunque en seguida fue puesto en servicio para regresar al Pacífico Sur y atacar la propia Isla de Guadalcanal, dañando a tres cargueros estadounidenses en Punta Lunga.

Durante el año 1943 el Hiyó navegó por las Islas Salomón, siendo uno de los portaaviones principales que triunfó durante la «Operación I-Go», ya que el encuentro terminó con el hundimiento de cinco navíos enemigos incluyendo dos mercantes estadounidenses, el destructor USS Aaron Ward, el petrolero USS Kanawha y la corbeta neozelandesa HMNZS Moa. También participó durante varios raids contra Nueva Guinea y la capital de Port Moresby, aunque en el viaje de vuelta a Japón fue torpedeado por el submarino norteamericano USS Trigger cerca de Miyakejima, por lo que tuvo que llevar a cabo medio año de reparaciones en los Astilleros de Yokosuka. Una vez estuvo listo y fue puesto al mando del nuevo capitán Toshiyuki Yokoi, el buque se dedicó a escoltar convoyes entre Singapur, Borneo y las Filipinas, antes de ser enviado a las Islas Marianas cuando se produjo la invasión de los Aliados a la Isla de Saipán.

El final del Hiyô tuvo lugar durante la Batalla del Mar de Filipinas el 20 de Junio de 1944 cuando a las 18:30 horas un escuadrón de 216 aviones atacaron a la I Flota Móvil Japonesa, dispersando a la caza enemiga y picando contra el portaaviones que fue alcanzada por dos artefactos de bombarderos Helldriver, una de las cuales destruyó la sala de mando y la otra impactó en la cubierta con la consiguiente muerte de todos los operarios del primer nivel. Al cabo de una hora, a las 19:30 horas, un torpedo detonó en la sala de turbinas de estribor, emanando vapores de gasolina que se mezclaron con nuevas fugas en los depósitos, lo que provocó más explosiones que dejaron sin energía a la nave e hicieron insostenible la situación, hasta el punto de que no tuvo más remedio que decretarse la evacuación.

Oficialmente al anochecer del 20 de Junio de 1944 el portaaviones japonés Hiyô se hundió a medio camino entre Filipinas y las Islas Marianas, llevándose consigo las vidas de 247 tripulantes y siendo rescatados otros 1.200 por diversos buques de la Marina Imperial Japonesa. Hasta la fecha el Hiyô fue una de las naves de la fuerza aeronaval nipona, la «Kido Butai», que menos rendimiento sacaron los japoneses debido a que la perdieron sin apenas haber tenido tiempo de explotar su potencial a una escala más o menos aceptable en la Guerra del Pacífico.

 

Bibliografía:

-Pablo Guerrero, Ascenso y Ocaso de la Kido Butai, «Hiyo», HRM Ediciones (2024), p.119-130
-https://en.wikipedia.org/wiki/Japanese_aircraft_carrier_Hiyo