4ª Compañía Española del OMSBON

Cuando el Eje invadió la Unión Soviética el 22 de Junio de 1941, muchos eran los refugiados hispanos residentes en Rusia que habían tenido que dejar España tras la derrota de la Segunda República en la Guerra Civil Española. Como bastantes de estos españoles identificaban al Bando Nacional de Francisco Franco con algo equiparable a la Alemania Nacionalsocialista, un buen puñado de ellos se presentaron voluntarios en las filas del Ejército Rojo para conformar la 4ª Compañía Española del OMSBN.

Bajo el nombre de Brigada Independiente de Fusileros Motorizados de Destino Especial (Otdelnaya Moto-Strekovaya Brigada Osobo Naznacheniya o OMSBON) al mando del coronel Mihail Fedoróvich Orlov, el Comisariado de Asuntos Internos (NKVD) creó una fuerza de seguridad encargada de mantener el orden y el espíritu de la «lucha de clases» en la retaguardia del Frente Oriental, incluyendo a un Batallón Multinacional encuadrado por extranjeros y una entidad de hispanos bautizada como 4ª Compañía Española. Esta última unidad estuvo compuesta por 125 paracaidistas españoles entre 119 hombres y 6 mujeres que encabezó el comandante Domingo Ungría (guerrillero que había servido con el Primer Ministro Juan Negrín) y el comisario Pelegrín Pérez Galarza (capitán originario de Buñol en Valencia).

Oficialmente el bautismo de fuego de la 4ª Compañía Española del OMSBN tuvo lugar durante la Batalla de Moscú en Diciembre de 1941 cuando unos pocos españoles defendieron los alrededores de la capital, aunque la mayoría tuvo el honor de ejercer como guardias de seguridad en el propio Kremlin. Al año siguiente, el 25 de Junio de 1942, los primeros paracaidistas de la 4ª Compañía Española del OMSBN saltaron sobre Ucrania para unirse a los partisanos comunistas que operaban en la retaguardia contra el Ejército Alemán y los nacionalistas del Ejército Insurgente Ucraniano. Desgraciadamente en cuanto los españoles descendieron a tierra, su escondite fue descubierto y atacado por soldados alemanes y ucranianos que obligaron a los hispanos a retirarse, resultando herido en un brazo el catalán Josep Florejacs, quién sería evacuado hacia Moscú en un avión de salvamento Polikarpov Po-2.

Durante la Batalla de Stalingrado participaron un gran número de soldados de la 4ª Compañía Española del OMSBN, distinguiéndose especialmente Francisco Cañizares, José Letosa y José Francés que después de saltar en paracaídas destruyeron con explosivo un puente por el que circulaban suministros a la ciudad. Lamentablemente durante los combates por la ciudad a orillas del Río Volga, perdió la vida Rubén Ibarruri, quién era hijo de Dolores Ibarruri «La Pasionaria», la misma había liderado el Partido Comunista Español durante la Guerra Civil.

Al producirse la ofensiva del Ejército Alemán hacia el Cáucaso durante la «Operación Edelweiss», la 4ª Compañía Española del OMSBN participó en la retirada sobre la Ciscaucasia hasta refugiarse en la República Soviética de Georgia y más concretamente en la capital de Tbilisi. Sería precisamente sobre este escenario en los límites de la Transcaucasia, donde entre finales de 1942 e inicios de 1943 los soldados españoles no sólo combatieron a las tropas alemanas, sino también a la guerrilla de los musulmanes chechenos e inguches que operaban en las altas montañas de la cordillera. Entre las acciones más destacadas durante la campaña estuvo la toma de la localidad de Guelenzhik, en cuyos alrededores se reunió al mayor contingente republicano español del Frente Oriental, así como también otros enfrentamientos menores contra el Ejército Rumano en las playas del Mar Negro.

De vuelta a Moscú a mediados de 1943, la 4ª Compañía Española del OMSBN fue requerida por el comisario Lavrenti Beria en el Kremlin para poner en marcha una misión especial consistente en secuestrar al general Emilio Esteban Infantes que lideraba la División Azul enviada por España. La misión la llevaron a cabo seis voluntarios disfrazados de oficiales alemanes que saltaron en paracaídas a las afueras de Vilna sobre Lituania, aunque la operación resultó un completo fracaso primeramente porque su objetivo no se encontraba en el lugar previsto y segundo porque fueron descubiertos y tuvieron que abortar la operación.

En Julio de 1943 un comando de 20 paracaidistas de la la 4ª Compañía Española del OMSBN fueron arrojados desde aviones sobre Ucrania con la misión de volar un tren en el que se alojaban numerosos oficiales del Ejército Alemán. Lamentablemente en cuanto los españoles se aproximaron a la estación, no pudieron actuar porque los soldados germanos habían organizado una fiesta a la que habían invitado a todos los ciudadanos ucranianos de una aldea vecina. Ante este imprevisto la misión hubo de retrasarse mientras los hispanos permanecían tumbados en la hierba a la espera, por lo menos hasta que tuvieron la mala suerte de que un perro vigilante les olió y comenzó a ladrar. Acto seguido se desató un tiroteo entre la maleza, al mismo tiempo en que un pequeño destacamento bordeaba la estación y colocaba cargas explosivas en el tren, haciendo que saltara por los aires en un estruendoso estallido. Aquella operación que costó la muerte al soldado Antonio Blanco, un chico de 22 años oriundo de Asturias, tuvo la particularidad de que acabó con el único tren pulverizado por españoles en la Segunda Guerra Mundial.

A partir de 1944 de nuevo Ucrania se convirtió en el área de operaciones de la 4ª Compañía Española del OMSBN, usualmente actuando en la retaguardia como fuerza guerrillera contra el Eje e incluso llegando a algún acuerdo político con ciertos grupos del Ejército Insurgente Ucraniano como el de Taras Borovets, con quién después de mantener una entrevista tres de los españoles, lograron que por un tiempo los ucranianos no dirigiesen sus ataques a los rusos y se concentrasen en los alemanes. Al poco tiempo los hispanos tomaron partido en otras campañas tras las líneas enemigas, como por ejemplo las que encabezaron los comandos Manuel Souto, Baltasar Ripoll y Carlos García en Rumanía; los radiotelegrafistas Segundo Moreno y Ángel Ferrer en Checoslovaquia; y tantos otros combatientes en Yugoslavia, Hungría y Austria. De hecho hubo algunos voluntarios que combatieron en la Batalla de Berlín de 1945, como el teniente Manuel Alberdi de Vascongadas que tendió uno de los puentes sobre el Río Spree que condujeron al Ejército Rojo hacia el Parlamento Alemán (Reichstag).

Finalizada la Segunda Guerra Mundial sobre Europa en Mayo de 1945, la 4ª Compañía Española del OMSBN sufrió un total de 204 españoles muertos, aunque al mismo tiempo se repartieron 700 condecoraciones que incluyeron la Medalla de la Estrella Roja y la Orden de Lenin, además de otras concedidas por los países comunistas del Pacto de Varsovia entre los que estuvieron Polonia, Rumanía, Hungría y Yugoslavia. Ante este magnífico historial por parte de la 4ª Compañía Española del OMSBN, a los que también se sumaron los de la División Azul y la 9ª Compañía Republicana «La Nueve», se demostró que los españoles, a pesar de su estatus de neutrales, fueron de los combatientes más formidables del siglo XX.

 

Bibliografía:

-Martínez Marina, Partisanos españoles en el infierno de Ucrania I, Revista Serga Nº54 (2008), p.46-53
-Martínez Marina, Partisanos españoles en el infierno de Ucrania II, Revista Serga Nº55 (2008), p.34-41
-Janire Ramila, Los «Quijotes» de Stalin, Revista Especial Clio (2009), p.52-61