Shoah en Grecia

Grecia fue el país más afectado por el Holocausto al sur de Europa durante la Segunda Guerra Mundial. Entre 1941 y 1944, el país sería víctima de las políticas antisemitas del Tercer Reich y las autoridades satélites del Estado Helénico porque tanto en Tracia como en Salónica, así como en Atenas y el Peloponeso, sin obviar las Islas del Dodecaneso, decenas de miles de hebreos serían deportados y exterminados en el marco de la Solución Final.

Cuando se invadió Grecia en 1941, el grado de antisemitismo fue diferente dependiendo de la potencia ocupante del Eje. Según el territorio, el país quedó repartido del siguiente modo: el Epiro, Peloponeso y la Isla de Corfú para Italia; Tracia y Macedonia para Bulgaria; y Salónica, la Isla de Creta y la capital de Atenas para Alemania; además de proclamarse dos «naciones satélites» articuladas en el Estado Helénico y el Principado del Pindo.

Originalmente las políticas antisemitas del Tercer Reich sólo se implantaron en las zonas bajo la responsabilidad del Ejército Alemán o sometidas a la dirección administrativa del Estado Helénico al frente del Primer Ministro Constantino Logothetopoulos. Afortunadamente en las regiones invadidas por Italia y Bulgaria, incluyendo el Principado del Pindo, los judíos no sufrieron ningún tipo de persecución pese a las quejas desde Berlín.

Deportación de mujeres judías en la región de Ioannina en Grecia.

La provincia de Salónica fue la región de Grecia más castigada por el Holocausto porque el gobernador Vassilis Simonides que trabajaba para el Estado Helénico, alentó a la población y a grupos de extrema derecha locales a atacar a los judíos. Ante esta arenga, milicias de helenos furiosos lincharon y mataron hebreos en las calles, además de asaltar y quemar bibliotecas y sinagogas. Incluso el Cementerio Judío de Salónica que disponía de 500.000 tumbas datadas del siglo XV, fue destruido y sus lápidas empleadas para pavimentar calles o como baldosas en la construcción de un campus universitario y una piscina.

A mediados de 1941, las autoridades del Estado Helénico y de las SS procedieron a segregar a los judíos de la población, albergándoles en reservas como por ejemplo el Gueto de Salónica. A partir de entonces los ciudadanos hebreos quedaron al cargo de un organismo bautizado con el nombre de Comunidad Judía Griega al frente del rabino Zwi Koretz, así como bajo control de los agentes de la Policía Judía. Curiosamente y aunque nadie se imaginaba cuál iba a ser su trágico destino, algunos ancianos que habían estado sometidos a la ocupación del Imperio Otomano tan sólo veinte años atrás durante la Primera Guerra Mundial, advirtieron a los más jóvenes que se temían una persecución étnica similar a la practicada por Turquía.

Inicialmente Grecia no entró en los planes inmediatos de la Solución Final porque con la «Operación Reinhard» en 1942 el Reichsführer de las SS, Heinrich Himmler, priorizó el exterminio de los hebreos residentes en Europa Oriental. No obstante y ante la posibilidad de que se pusiera en marcha la maquinaria del Holocausto, el jefe de las SS local, el general Rolf Günther, junto a un equipo conformado por los subordinados Dieter Wisliceny y Alois Brunner, el delegado Günther Altenburg y el colaboracionista Vassilis Simonides, aprobaron la obligatoriedad de que los judíos llevasen cosida en la ropa la Estrella de David y también encerraron a muchos en el campo de trabajos forzados de Haidari.

El 15 de Marzo de 1943 comenzó la Solución Final en Grecia cuando 45.000 judíos de Salónica, Tracia y Macedonia fueron detenidos por tropas de las SS, soldados del Ejército Búlgaro y auxiliares de los Batallones de Seguridad Griegos, mostrándose especialmente crueles estos últimos colaboracionistas helenos que por diversión mataban hebreos en las estaciones de partida. Lamentablemente el destino de los prisioneros era mucho peor porque todos fueron exterminados sin excepción en los campos de concentración de Auschwitz, Treblinka, Sobibor y Bergen-Belsen, incluyendo el rabino Zi Koretz (sólo 5.000 judíos no fueron deportados de las provincias septentrionales de Grecia).

A diferencia de lo ocurrido en las zonas bajo control de Alemania y Bulgaria en Grecia, en las áreas dominadas por la Italia Fascista no se produjo ninguna deportación dentro del marco de la Solución Final. Gracias a que el cónsul en Salónica, Guelfo Zamboni, junto al plenipotenciario en Atenas, Pellegrino Ghigo, concedieron el derecho a la nacionalidad italiana a todos aquellos judíos de origen latino que registrasen méritos propios o hubiesen engrandecido la cultura nacional, miles de hebreos salvaron la vida (salvo por la excepción de 320 que tuvieron que ser entregados a los alemanes después de amenazas por parte de las SS).

A inicios de 1944, la Solución Final se aceleró en Grecia tras la designación del general Toy Burger como nuevo líder de las SS en el Estado Helénico. Entre las medidas aquel año, estuvo una violenta redada en la capital de Atenas durante la cual se encerraron a todos los judíos en la sinagoga más grande de la ciudad, antes de ser enviados al campo de tránsito en Haidari y posteriormente a Polonia para ser aniquilados en el campo de exterminio de Auschwitz. Hasta entonces un total de 54.040 judíos habían sido asesinados en este recinto de los 56.000 enviados, el equivalente al 96’5%.

Las Islas del Mar Egeo en 1944 tampoco fueron una excepción a la Solución Final porque el 23 de Julio se efectuaron redadas que acabaron con la detención de 1.750 judíos en la Isla de Rodas y 96 en la Isla de Kos, quienes al cabo de cinco días, el 28, fueron embarcados en tres pequeños barcos que navegaron paralelos a la costa de Turquía durante dos jornadas (sin agua ni comida y sometidos a tormentas) hasta que desembarcaron en Grecia el 30. Una vez en el continente, todos fueron deportados hacia Polonia y exterminados en las cámaras de gas del campo de Auschwitz, sobreviviendo únicamente 163 hebreos (151 de Rodas y 12 de Kos).

A finales de 1944, las fuerzas del Eje abandonaron Grecia que fue liberada por el Ejército Británico. Al año siguiente, cuando terminó la Segunda Guerra Mundial en 1945, un total de 65.000 judíos griegos habían sido exterminados, alrededor del 80% de la población hebrea total del país, lo que convirtió a esta nación en una de las más castigadas por el Holocausto.

 

Bibliografía:

-Saul Friedländer, El Tercer Reich y los Judíos. Los años del Exterminio, Galaxia Gutenberg (2007), p.598-642
-Lawrence Rees, Auschwitz, los nazis y la Solución Final, Planeta DeAgostini (2005), p.410
-Ricardo Angoso, Del antisemitismo a la Solución Final, Shoah, Revista La Aventura de la Historia Nº77 (2005), p.24