Batalla de Punta Stilo

Con la entrada de la Italia Fascista en la Segunda Guerra Mundial, las aguas del Mar Mediterráneo entraron en disputa con el Reino Unido a partir del verano de 1940. A pesar de que durante los compases iniciales ambas escuadras pudieron haberse retado por poseer un gran número de unidades de superficie muy cualitativas, el primer encuentro entre la Marina Real Italiana y la Marina Real Británica sería fortuito durante un enfrentamiento a cañonazos cerca de Calabria que desde entonces sería conocido con el nombre de la Batalla de Punta Stilo.

Plan de Italia

Ante la necesidad de abastecer la colonia de Libia en África, un convoy zarpó de Nápoles a inicios de Julio de 1940 con las vistas puestas en el puerto de Bengasi. Se trataba de los cinco mercantes Esperia, Calitea, Pisani, Foscarrini y Barbaro, en cuyas bodegas contenían 2.190 soldados, 72 tanques, 232 vehículos, 10.445 toneladas de material bélico y 5.720 toneladas de combustible. La escolta para tan valioso cargamento se materializo en la 1ª Escuadra Naval del almirante Inigo Campioni que se unió al grueso de las naves procedente de los puertos de Augusta, Messina, Palermo y Tarento con los dos acorazados Conte di Cavour y Giulio Cesare, los seis cruceros Alberico da Barbiano, Alberto di Giussano, Duca degli Abruzzi, Giuseppe Garibaldi, Luigi Cadorna y Armando Díaz, y los dieciocho destructores Freccia, Saetta, Dardo, Strale, Folgore, Fulmine, Baleno, Lampo, Antonio Pigafetta, Nicolò Zleno, Alvise Da Mosto, Giovanni da Varrazzano, Lanzerotto Malocello, Nicoloso da Recco, Antoniotto Usodimare, Luca Tarigo, Emanuele Pessagno, Sestri Ponente; así como la 2ª Escuadra Naval del almirante Riccardo Paladini desde el Golfo de Tarento con los diez cruceros Zara, Fiume, Gorizia, Pola, Bolzano, Trento, Eugenio di Savoia, Duca d’Aosta, Muzio Attendolo y Raimondo Montecuccoli, y los doce destructores Vittorio Alfieri, Alfredo Oriani, Giosuè Carducci, Vincenzo Gioberti, Artiglierie, Camicia Nera, Aviere, Geniere, Lanciere, Carabiniere, Corazziere y Ascari.

La Marina Real Italiana (Regia Marina) reunió a 53 buques entre 2 acorazados, 16 cruceros, 30 destructores y 5 cargueros.

Plan del Reino Unido

Casualmante al mismo tiempo en que el convoy de la Marina Real Italiana zarpaba de Nápoles, un convoy anglo-australiano de la Commonwealth procedente del puerto de Alejandría en Egipto partió en dirección a la Isla de Malta, aunque durante el trayecto una fuerza naval se adelantaría para distraer a los italianos y bombardearía la ciudad portuaria de Cagliari. Entre las naves adscritas a la Flota Real Británica del Mediterráneo (Royal Mediterranean Fleet) del almirante Andrew Cunningham estaban el portaaviones HMS Eagle (con 20 aviones embarcados entre 3 cazas y 17 torpederos), los tres acorazados HMS Warpsite, HMS Malaya y HMS Royal Sovereign, los cinco HMS Orion, HMS Neptune, HMAS Sidney, HMS Gloucester y HMS Liverpool, y los dieciséis destructores HMS Nubian, HMS Mohawk, HMS Hero, HMS Hereward, HMS Decoy, HMAS Stuart, HMS Hyperion, HMS Hostile, HMS Hasty, HMS llex, HMS Dainty, HMS Defender, HMS Juno, HMS Janus, HMAS Vampire y HMAS Voyager.

La Marina Real Británica (Royal Navy) reunió a 25 buques entre 1 portaaviones, 3 acorazados, 5 cruceros y 16 destructores.

Batalla de Punta Stilo

Al mediodía del 8 de Julio de 1940, un hidroavión italiano CANT.Z506 Airone localizó a la escuadra de la Marina Real Británica procedente de Egipto, al tiempo en que el periscopio de un submarino inglés avistó a la escuadra de la Marina Real Italiana que bajaba desde Nápoles. Las reacciones de ambas formaciones fueron dispares, pues los británicos suspendieron el bombardero sobre Cagliari para defender a su convoy con rumbo a la Isla de Malta; mientras que los italianos desviaron sus fuerzas porque la 2ª Escuadra Naval arrumbó a las 15:20 hacia Sicilia para unirse al grueso principal y la 1ª Escuadra Naval optó por escoltar al convoy en dirección a Libia que por suerte alcanzó el puerto de Bengasi sin incidentes con los cinco cargueros Esperia, Calitea, Pisani, Foscarrini y Barbaro.

Caída de la tarde del 8 de Julio, un grupo de 72 aviones de la Fuerza Aérea Real Italiana (Regia Aeronautica) despegados de la Isla de Rodas, se toparon por con la escuadra de la Marina Real Británica que navegaba desde Alejandría, por lo que inmediatamente soltaron sus bombas a 4.000 metros de altitud. Como la aviación italiana poseía la poco fiable doctrina del bombardeo horizontal, todos los artefactos cayeron al agua, salvo por la excepción de una bomba que alcanzó al crucero HMS Gloucester provocando daños en la navegación y en el sistema de dirección de tiro, además de matar a 18 tripulantes en el puente, entre estos 6 oficiales, 11 marineros y el capitán Frederick Rodney Garside.

Nada más saber el almirante Inigo Campioni que la Marina Real Británica se encontraba a menos de un día de distancia de la Marina Real Británica, ordenó a las 1ª y 2ª Escuadras Navales se reunieran para el día siguiente, el 9 de Julio, a 65 millas la Punta Stilo, un enclave costero cerca de la región meridional de Calabria (donde entrarían en el radio de acción de la aviación italiana). Curiosamente aquella carrera para alcanzar el punto convenido casi acabó en una tragedia porque el crucero pesado Pola disparó por error un torpedo contra su crucero gemelo, el Zara, que por fortuna pasó de largo y se perdió en la inmensidad del Mar Mediterráneo.

A las 7:03 horas de la mañana del 9 de Julio de 1940, un hidroavión de reconocimiento británico Sunderland procedente de la Isla de Malta, localizó a las 1ª y 2ª Escuadras Navales a 45 kilómetros del Cabo Spartivento. Muy pronto a ese Sunderland se le unieron tres torpederos Swordfish del portaaviones HMS Eagle sobre las 9:00 en punto, que a su vez fueron detectados por los latinos, por lo que inmediatamente la Fuerza Aérea Real Italiana se movilizó en los aeródromos de Sicilia, Cerdeña, Apulia y Albania preparando para hacer intervenir en caso de necesidad a un centenar de bombarderos trimotores Savoia SM-79 Sparviero cargados con bombas de entre 100 y 200 kilogramos.

Hasta las 11:25 horas de la mañana, la 1ª Escuadra Naval del almirante Inigo Campioni no tomó posiciones a 20 millas náuticas de Punta Stilo para esperar a la 2ª Escuadra Naval del almirante Riccardo Paladini. Antes de que se materializase tal contacto, a las 12:30 horas despegaron 9 torpederos del portaaviones HMS Eagle que a las 13:00 sobrevolaron los buques italianos para superar la pantalla de baterías antiaéreas y disparar sus torpedos a una altura de entre 20 y 30 metros sobre la superficie del agua. Como los artefactos fueron lanzados a una distancia de 1.200 metros de longitud, erraron en el blanco porque el efecto de la espuma de las naves al desplazarse impidió que hiciesen blanco en los cruceros Zara y Pola.

Acorazada Giulio Cesare abriendo fuego en la Batalla de Punta Stilo.

Simultáneamente al ataque del portaaviones HMS Eagle que concluyó sin impactos y con daños en tres de los biplanos Swordfish, la 1ª Escuadra Naval continuó la navegación hasta situarse a 80 millas náuticas de la Marina Real Británica, una separación que a las 14:30 horas se redujo a tan sólo 30 millas cuando los hidroaviones de reconocimiento de los cruceros Barbiano, Guissano y Abruzzi localizaron al grueso de la Flota Real Británica del Mediterráneo no muy lejos de Calabria. Acto seguido, estos tres buques italianos aproaron a toda máquina hacia el enemigo hasta que a las 15:20 horas avistaron desde los mástiles a sus oponentes, abriendo fuego con sus grandes calibres a unos 24.000 metros de la línea del horizonte e impactando con proyectiles al crucero HMS Neptune al que destruyeron la catapulta y su hidroavión (que los marineros arrojaron por la borda para evitar la propagación de incendios). Solamente la intervención en última instancia del acorazado inglés HMS Warpsite a las 15:26 evitó un desastre porque sus andanadas de 386 milímetros obligaron a los cruceros Barbiano y Guissano a retirarse entre la formación de navíos más pesados aprovechando la llegada a la zona de la tan esperada 2ª Escuadra Naval.

A las 15:53 horas, los dos acorazados italianos Giulio Cesare y Conte di Cavour se desplegaron a la vanguardia de la 1ª Escuadra Naval separados por unos 23.400 metros de distancia con los acorazados ingleses HMS Warpsite, HMS Malaya y HMS Royal Sovereign. El primero en disparar fue el Giulio Cesare que erró sus fogonazos a unos 350 metros del costado del acorazado HMS Warpsite, el cual respondió con varias andanadas hasta que un proyectil de 381 milímetros perforó la chimenea del buque latino y se incrustó en una placa de blindaje sin provocar daños materiales, excepto por una pequeña fuga de gases en una casamata que dejó sin electricidad a cuatro calderas durante 30 minutos y varios trozos de metralla que causaron 20 muertos y heridos, así como una humareda absorbida por los turboventiladores 4, 5, 6 y 7 que mataron por asfixia a un fogonero (curiosamente aquel tiro batió un récord entre los blancos de la Historia por haberse efectuado a 24 kilómetros de distancia).

Después del intercambio de fogonazos entre el Giulio Cesare y el acorazado HMS Warpsite, entre cuyas salvas resultaron levemente dañados los destructores británicos HMS Decoy y HMS Hereward, pronto se unieron al duelo los cruceros italianos Trento, Fiume, Zara, Pola y Gorizia con andanas que cayeron lejos de la Marina Real Británica y una contrarréplica que averió al crucero Bolzano. Ante el incierto curso de los acontecimientos, el miedo no tardó en invadir al almirante Inigo Campioni por desconocer el número exacto de los buques a los que se enfrentaba, por lo que a las 16:00 horas, temiendo caer en una trampa ordenó la retirada, exactamente igual que hizo el almirante Andrew Cunningham debido la posibilidad de recibir una incursión por parte de la Fuerza Aérea Real Italiana. De hecho y para cubrir el repliegue, el portaaviones HMS Eagle envió varios torpederos que a las 16:09 horas a la 2ª Escuadra Naval, errando todos los blancos que pasaron de largo junto a la costa de los cruceros Bolzano, Trento y Fiume.

Concluido el duelo naval entre Italia y el Reino Unido, el 9 de Julio un total de 126 aviones procedentes de Sicilia y Calabria con 514 kilogramos de bombas entre 8 bombas de 500 kilogramos, 236 de 250 kilogramos y 270 de 100 kilogramos atacaron al grueso de la Marina Real Británica. La primera oleada de 70 aparatos dañaron al acorazado HMS Warpsite y le destruyeron algunas de sus piezas de artillería antiaérea, así como generar una escora en el buque provocada accidentalmente porque unos marineros abrieron las compuertas del pantoque. La segunda oleada de 50 bombarderos arrojaron sus artefactos por error contra sus propias naves de las 1ª y 2ª Escuadras Navales, por lo que los cruceros italianos dispararon bengalas y luego proyectiles reales para advertir a sus aviones, siendo cuatro de estos derribado por «fuego amigo».

Entre el 10 y 11 de Julio, una formación de 500 aviones de la Fuerza Aérea Real Italiana intentaron acosar a la Marina Real Británica que escapaba hacia Egipto, lanzando más de 2.000 kilogramos de bombas. A pesar de que algunos de los ingleses intentaron esquivar los artefactos, no pudieron impedir que los italianos dañaran al acorazado HMS Malaya y mataran a dos marineros del crucero HMS Liverpool. La peor parte sin embargo se la llevó el portaaviones HMS Eagle porque una bomba que detonó en cubierta destrozó su pista e impidió a los aparatos despegar, sin que obviar con que un caza latino derribó en el aire a uno de los torpederos Swordfish.

Conclusión

Finalmente el 13 de Julio de 1940 las fuerzas navales de la Marina Real Británica que se retiraban desde el corazón del Mar Mediterráneo alcanzaron Egipto y se refugiaron en la rada de Alejandría. Hasta entonces la Batalla de Punta Stilo, también conocida como Batalla de Calabria, había constituido el primer gran combate naval entre dos flotas de algunas de las principales potencias dentro del contexto de la Segunda Guerra Mundial, cuyo resultado se resolvió en «empate técnico» tanto para el Reino Unido como para la Italia Fascista.

El Reino Unido sufrió daños sobre 8 buques sumando 1 portaaviones, 2 acorazados, 3 cruceros y 2 destructores, más 20 tripulantes muertes y 2 aviones derribados (1 torpedero y 1 hidroavión).

Italia sufrió daños sobre 2 buques contando 1 acorazado y 1 crucero, más 20 marineros muertos y 4 aviones derribados.

La Batalla de Calabria o Punta Stilo por mucho que acabase en una especie de «empate», quizá con una ligera ventaja para los italianos porque durante tres meses dejarían fuera de combate al valioso portaaviones inglés HMS Eagle y a un número mayor de buques que tuvieron que ser reparados en los talleres de Alejandría, lo cierto fue que el encuentro resultó ser un fiasco tanto para las expectativas tanto de Roma como de Londres. En primer lugar se demostró los graves fallos en la coordinación mar-aire de la Marina Real Italiana; mientras que en segundo lugar quedó patente la casi nula respuesta de las grandes unidades de superficie de la Marina Real Británica. A raíz de estos errores y deficiencias, ambos bandos tomarían nota de lo sucedido para afrontar las siguientes fases que deparase la larga campaña por el control del Mar Mediterráneo.

 

Bibliografía:

-Luis de la Sierra, La Guerra Naval en el Mediterráneo, «La batalla aeronaval de Punta Stilo, dos adversarios chasqueados», Editorial Juventud (2005), p.64-95
-Editores de S.A.R.P.E., Crónica Política y Militar de la Segunda Guerra Mundial, «Primera batalla de la flota italiana», S.A.R.P.E. (1978), p.223-225
-Alfonso Mateo, Punta Stilo. La gran batalla naval… que no fue, Revista Serga Nº87, (2014), p.42-47