Raids al Golfo de Finlandia

La Guerra de Continuación entre la Unión Soviética y Finlandia, que en realidad era una prolongación de la Guerra de Invierno de 1939-1940, alcanzó una situación de estancamiento en el verano de 1942. Con el Ejército Finlandés atrincherado en el Istmo de Carelia y el Ejército Rojo en la ciudad de Leningrado, la Fuerza Aérea Soviética intentaría mermar la capacidad de sus oponentes mediante una serie de raids sobre el Golfo de Finlandia que culminaría en una colosal derrota a manos de los hábiles pilotos de la Fuerza Aérea Finlandesa.

La necesidad de suministrar víveres a Leningrado después del crudo invierno de 1941 a 1942, obligaba a la Unión Soviética a debilitar el cerco exterior que sometían a la ciudad las fuerzas del Eje, básicamente el Ejército Alemán y algo más al norte el Ejército Finlandés. Por dicha razón la Fuerza Aérea Soviética reunió a una gran cantidad de aparatos entre los que había bombarderos Petlyakov Pe-2, cazabombarderos Shturmovk Il-2 y viejos cazas I-16 Mosca, así como interceptores Hurricane vendidos por Reino Unido, los cuales se encargarían de bombardear cualquier posible embarcación enemiga que bloquease las aguas del Golfo de Finlandia.

Finlandia como miembro de la coalición junto a Alemania era la responsable de la protección del Golfo de Finlandia. Desde sus bases aéreas al sur del país y también en el Istmo de Carelia, la Fuerza Aérea Finlandesa había enviado el 18 de Julio de 1942 al 24º Escuadrón de Cazas «LeLv» que estacionó sus aparatos en los Aeródromos de Hirvas y Römpötti, la mayoría unos pocos viejos cazas Brewster Buffalo vendidos por Estados Unidos antes de la Segunda Guerra Mundial y que encima se encontraban en inferioridad numérica para hacer frente a la Fuerza Aérea Soviética.

Oficialmente el 6 de Agosto de 1942 comenzaron los ataques de la Fuerza Aérea Soviética contra el Golfo de Finlandia con fatales resultados porque de manera repentina un grupo de cazas finlandeses Buffalo del 24º Escuadrón de Cazas «LeLv» avistó a uno de los escuadrones y derribaron a dos interceptores I-16 Mosca sobre Seiskari. A partir de entonces se repitieron las incursiones, pero siempre con reveses para los rusos, como por ejemplo el 12 de Agosto que terminó con otros dos aviones soviéticos abatidos, entre estos un caza I-16 Mosca y un cazabombadero Shturmovik Il-2.

Pintura de un caza finlandés Buffalo derribando un caza soviético I-16 Mosca.

Las graves de pérdidas de la Fuerza Aérea Soviética, la mayoría sobre el sector de Seiskari, obligaron a los mandos del Estado Mayor Soviético (STAVKA) a bombardear objetivos distintos para despistar a la Fuerza Aérea Finlandesa y de paso no lanzar los raids todos los días para ahorrar gasolina debido a que el carburante de aviación era escaso en aquel sector del Frente Oriental. Sin embargo de nada sirvieron estas medidas porque ante el limitado número de ataques, a los finlandeses no les fue difícil interpretar la ruta que emplearían sus oponentes en un espacio tan reducido como lo era el Golfo de Finlandia. Así fue como el 14 de Agosto un grupo de cazas finlandeses Buffalo emboscaron y derribaron sin sufrir pérdidas propias a nada menos que 9 cazas soviéticos Hurricane que volaban desde Leningrado a la Base Naval de Kronstadt. Al cabo de dos días, el 16, la victoria fue mayor porque los interceptores fineses abatieron a 11 cazas rusos I-16 Mosca.

Como la Fuerza Aérea Soviética era incapaz de obtener el más mínimo dominio del cielo en el Golfo de Finlandia, el 18 de Agosto se lanzó a la desesperada una ofensiva con 70 aviones que sobrevolarían Carelia. Inicialmente la Fuerza Aérea Finlandesa confundió al número real de aparatos de 70 con tan solo una decena de enemigos, por lo que solo puso en el aire a 16 cazas Buffalo al mando del teniente Hans Wind. No obstante y en cuanto trabaron combate contra un oponente que los superaba de 5’5 a 1 en número, el resultado fue el de siempre porque los pilotos fineses atacaron por sorpresa y además todo tenían una mayor experiencia. Gracias a dicha ventaja, en el combate que se entabló solo se perdió un caza finés Buffalo a costa de ser derribados 16 aviones soviéticos, entre estos 13 cazas I-16 Mosca, 1 caza Hurricane y 2 Petlyakov Pe-2, naciendo además tres «ases» dentro de la Fuerza Aérea Finlandesa que incluyeron a los tenientes Hans Wind, Jorma Karhunen e Ilmari Juutilainen.

A pesar del desastre cosechado por la Fuerza Aérea Soviética el 18 de Agosto, la aviación rusa prosiguió lanzando incursiones al Golfo de Finlandia. Lamentablemente para los soviéticos no se anotaron ni un solo éxito porque ningún aparato de la Fuerza Aérea Finlandesa fue derribado, mientras que los cazas fineses Buffalo abatieron hasta un total de 16 aviones rusos entre finales de Agosto y Septiembre de 1942.

Con el inicio del otoño de 1942, la Unión Soviética interrumpió sus raids en el Glofo de Finlandia. Hasta la fecha los soviéticos habían perdido 56 aviones, a costa de únicamente ser derribado 1 aparato finlandés. Ante paliza sin precedentes en el aire, solo equiparable al «Tiro al Pavo en las Marianas» durante la Batalla del Mar de Filipinas entre Estados Unidos y Japón en el año 1944, Finlandia fue autora de una de las mayores proezas de la Historia Aérea de la Segunda Guerra Mundial.

 

Bibliografía:

-Dionisio García Flórez, Buffalos sobre Carelia (2ª Parte), Revista Serga Nº8 (2000), p.18-27