La Francia de Vichy combatió a lo largo de diversos episodios de la Segunda Guerra Mundial contra el bando de los Aliados, especialmente durante la «Operación Torch» que en Noviembre de 1942 implicó el desembarco anglo-estadounidense en Marruecos y Argelia. Una vez ambos territorios fueron ocupados y el dominio de Túnez quedó bajo la órbita germano-italiana del Eje, los vichystas más radicales optaron por defender su última colonia en África encuadrándose en la Falage Africana.
La invasión de los Aliados al África Occidental Francesa causó una indignación tan profunda en el territorio metropolitano de Francia que el líder fascista Jaques Doriot, por ese entonces al frente del Movimiento Popular Francés (MPF), exigió durante un mitin multitudinario una respuesta inmediata y contundente del Gobierno de Vichy. Como ante aquella afrenta el Mariscal Philippe Pétain fue incapaz de ceder a la presión del pueblo y de su propio gabinete, el 19 de Diciembre de 1942 autorizó la formación de la Falange Africana, una unidad voluntaria destinada a defender la última colonia norteafricana de Túnez, aunque curiosamente bajo la tutela del Ejército Alemán y supervisada por el embajador germano Otto Abetz.
La Falange Africana, también conocida como «Falange Frankonia» o «Falange Imperial», adoptó el nombre a imitación de la Falange Española, un movimiento político de España fundado por José Antonio Primo de Rivera que se había convertido en todo un referente para el fascismo francés de la década de 1930. A pesar de que en un principio se reclutaron 450 voluntarios, de los cuales 435 eran franceses afincados en Túnez y otros 15 recién llegados de la propia Francia, en seguida la mitad fueron descartados tras los complicados exámenes que les impusieron los inspectores alemanes y a que muchos de los candidatos no alcanzaban la altura mínima exigida entre los 150 y 200 centímetros. Así fue como tras un riguroso proceso de selección únicamente 210 franceses, entre los que hubo unos pocos árabes e incluso algún judío, conformaron el contingente vichysta con un total de 7 oficiales, 42 suboficiales, 35 cabos y 126 soldados, aunque unas semanas más tarde la cifra definitiva sería de 300 franceses y 150 musulmanes tunecinos al mando del coronel corso Simon Petru Cristofini.
El adiestramiento de los miembros de la Falange Africana comenzó el 23 de Enero de 1943 en el Campamento de Instrucción de Bordj-Cedria, un pinar en medio del Desierto del Sáhara a escasos kilómetros de la capital de Túnez, en donde los voluntarios vistieron los uniformes del Ejército Francés, pero ataviados con cascos alemanes que lucían una calcomanía de la bandera tricolor francesa, además de llevar cosida en el pecho una insignia dorada de la «Francisca». Una vez concluyó el entrenamiento el acto inaugural se celebró el 18 de Marzo de 1943 ante una compañía de paracaidistas alemanes, siendo su juramente tanto al Mariscal Philippe Pétain en calidad de Jefe de Estado y a Adolf Hitler como Comandante Supremo de las Fuerzas Armadas Alemanas.
Bajo el organigrama del V Ejército Panzer, la Falange Africana fue adscrita a la 334ª División de Infantería Alemana al mando del general Friedrich Weber, saliendo del puerto de Susa a inicios de Abril y sufriendo un ataque aéreo de aviones británicos en Enfidaiville que no causó ningún herido al contingente, aunque durante la jornada del 14 un certero proyectil de la artillería inglesa provocó la primera víctima mortal gala junto a las orillas secas del Río Medjerda. Una vez concluida la marcha el día 15, los legionarios se desplegaron en el sector Medjez-el-Bab, en donde durante mucho tiempo serían sometidos a los constantes e infernales bombardeos de los cañones deI I Ejército Británico y de los aparatos de la Fuerza Aérea Real Británica (Royal Air Force o RAF).
La noche del 15 al 16 de Abril de 1943, tuvo lugar la primera acción de la Falange Africana cuando un pelotón francés interceptó a una patrulla mixta de tropas neozelandesas e indias, contra las cuales se enzarzaron en un tiroteo que terminó con diez muertos en el bando de los Aliados y el fallecimiento de tan sólo un francés que resultó decapitado a manos de un proyectil. A raíz de esta breve victoria defensiva contra las fuerzas del Imperio Británico, los alemanes otorgaron cuatro Cruces de Hierro a los miembros más distinguidos de la Falange Africana.
Al convertirse Medjez-el-Bob en el foco de la nueva ofensiva lanzada por los Aliados los días 20 y 22 de Abril de 1943, la artillería y aviación enemigas castigaron muy duramente las posiciones mantenidas por las tropas alemanas, italianas y vichystas de la Falange Africana. Al día siguiente del bombardeo preliminar, el 23, los ingleses pasaron al ataque y desalojaron a los franceses de sus posiciones, los cuales se atrincheraron en las alturas de la Cota 119, en donde durante cuatro jornadas resistieron a los británicos y les infligieron serias bajas hasta que finalmente abandonaron el enclave la jornada del 27.
Las pequeñas unidades supervivientes de la Falange Africana se reorganizaron el 6 de Mayo en la capital de Túnez, antes de desplazarse hacia el Cabo Bon para protagonizar una alocada defensa final junto a los alemanes, italianos y tunecinos que todavía permanecían en África. Sin embargo muy pronto un oficial alemán informó a los galos de que el teatro de operaciones norteafricano iba a derrumbarse de un momento a otro, por lo que muchos comenzaron a buscar la mejor forma de abandonar el continente, algo que tan sólo lograron tres a bordo de un avión de la Fuerza Aérea Alemana (Luftwaffe) que los condujo a Sicilia.
Oficialmente el 13 de Mayo de 1943 se produjo la disolución de la Falange Africana tras materializarse la capitulación de todas las fuerzas del Eje a los Aliados en Túnez. Hasta entonces el contingente vichysta había encajado un total de 70 bajas entre 6 muertos, 7 heridos y 57 desaparecidos (aunque de estos últimos 20 serían capturados posteriormente). Respecto a los 400 prisioneros que fueron transferidos a las autoridades de la Francia Libre, la mayoría fueron puestos en libertad, aunque muchos otros fueron condenados a diversas penas de prisión, e incluso se fusiló a 14 cautivos acusados de traición (12 franceses y 2 musulmanes).
La presencia de la Falange Africana en la campaña de Túnez no modificó el curso de las operaciones debido a lo reducido de la unidad dentro de las inmensas fuerzas del Eje, pero sí jugó un importante rol propagandístico de cara a la política tanto interna como externa de la Francia de Vichy. La razón fue que los miembros del contingente fueron los únicos franceses que lucharon en la campaña de África junto al Ejército Alemán durante la Segunda Guerra Mundial y a que fueron los primeros galos en entrar en combate contra un Ejército Británico procedente de Egipto desde la Expedición de Napoleón Bonaparte a Egipto en el siglo XIX.
Bibliografía:
-Carlos Caballero Jurado, ¿Hitler o Napoleón?. «La Legión de Voluntarios Franceses en Túnez», García Hispán Editor (2000), p.293-327
-Jean François Borsarello, Wehrmacht & SS Caucasian, Muslim and Asian Troops, «The African Phalange», Heimdal (2007), p.89-90
-Carlos Caballero Jurado, Foreign Volunteers of the Wehrmacht 1941-1945, «The Phalange Africaine», Osprey Publishing (1983), p.7