El mariscal Bernard Montgomery fue el líder militar más controvertido entre los vencedores durante la Segunda Guerra Mundial. Convertido por el Imperio Británico en una especie de «héroe nacional» por su victoria en África durante la Batalla de El-Alamein, por el contrario el resto de naciones del bando de los Aliados le consideraron un oportunista, primero por no explotar sus triunfos como sucedió en Egipto y segundo por sus constantes derrotas en la invasión de Sicilia, la Batalla de Caen o el asalto aerotransportado sobre Holanda durante el desastre de la «Operación Market-Garden».
Orígenes
Bernard Law Montgomery nació un 17 de Noviembre de 1887 en Inglaterra, concretamente en el Barrio de Kennington de Londres. Originario de una familia de Irlanda, su madre fue Maud Farrar y su padre un reverendo de la Iglesia Anglicana llamado Henry Montgomery; siendo su abuelo el famoso general Robert Montgomery, popular por participar y morir en la supresión de la Rebelión de la India en 1857.
Desde muy pequeño Montgomery fue educado en unos profundos valores religiosos y patrióticos mientras transcurrió gran parte de su infancia en la Isla de Tasmania, por aquel entonces una colonia del Imperio Británico al sur de Australia, donde su padre trabajaba como misionero de la Iglesia Anglicana. Hasta 1897 Montgomery no regresó a Gran Bretaña para estudiar primero en la Escuela Real de Canterbury y posteriormente para licenciarse en la Escuela de Saint Paul.
Siendo un apasionado del Ejército Británico, Montgomery ingresó en la Academia Militar de Sandhurst, graduándose en 1908 como subteniente y destacando especialmente en deportes como el rugby y la natación. Formando parte del Regimiento Real «Warwickshire», Montgomery estuvo destinado un tiempo en un batallón de seguridad colonial sobre la India, por lo que a su vuelta a Gran Bretaña fue ascendido a teniente en 1910 y trasladado en 1912 al Campamento Militar de Shorncliffe.
Primera Guerra Mundial
Al estallar la Primera Guerra Mundial en Agosto de 1914, Montgomery estuvo entre el primer contingente de soldados enviados al Frente Occidental de Francia como parte de la Fuerza Expedicionaria Británica (British Expeditionary Force o BEF) del general John French. Su primer bautismo de fuego tuvo lugar durante la Batalla de las Fronteras, combatiendo en los sectores de La Cateau y sumándose a la penosa retirada por Le Mons tras el arrollador avance del Ejército Alemán. Una vez estabilizada la línea del frente e iniciada la Batalla de Flandes, Montgomery resultó herido por una bayoneta cuando luchaba cuerpo a cuerpo dentro de una trinchera sobre el sector de Méteren (aunque en el último instante fue evacuado a la retaguardia para ser tratado en el hospital).
Recuperado de sus heridas, Montogomery regresó al Frente Occidental en 1916 con el grado de capitán y como parte del Estado Mayor de la 33ª División de Infantería. Al cabo de un tiempo, entre Abril y Mayo de 1917, combatió en la Batalla de Arras; mientras que en otoño lo hizo en la Batalla de Passchendaele como parte de la 47ª División de Infantería «Londres». Al año siguiente, en 1918, Montgomery tuvo ocasión de conocer a Winston Churchill, por aquel entonces Ministro de Municiones, además de ser ascendido en el escalafón militar al rango de teniente coronel. De hecho, poco antes de acabar el conflicto, Montgomery tomó parte en la «Ofensiva de los 100 Días», contribuyendo con sus tropas a liberar la ciudad francesa de Lille el 17 de Octubre de 1918.
Conflictos de Irlanda y Palestina
Al término de la Gran Guerra, los conflictos armados continuaron para Montgomey porque en 1919 formó parte de las fuerzas de ocupación sobre el Río Rin en Alemania, desempeñando labores de seguridad en Colonia dentro del 17th Batallón de Fusileros Reales. Al cabo de dos años y después de alcanzar el rango de coronel en 1921, fue puesto al mando de la 17ª Brigada de Infantería, en cuyas filas combatió al Ejército Republicano Irlandés (Irish Republican Army o IRA) durante la Guerra de Independencia Irlandesa hasta 1923, destacando en operaciones como las de York o el norte del Ulster.
Con el restablecimiento la paz en Europa, Montgomery regresó a Gran Bretaña para liderar entre 1923 y 1925 el Regimiento Real «Warwickshire» de la 49ª División Territorial, antes de ser ascendido al rango de general. Una vez obtenida esta graduación, tuvo la oportunidad de conocer a la hija del general Percy Hobart, una chica llamada Elizabeth Carver, con quién se casó en 1927 y tuvo un hijo al que bautizaron con el nombre de David en 1928.
Entre 1931 y 1934, Montgomery sirvió en Oriente Medio y posteriormente en el Estado Mayor del Punjab en la India. Sin embargo a su vuelta al Reino Unido en Junio de 1937, el general sufrió la mayor desgracia de su vida cuando durante unas vacaciones en la playa de Burnham-on-Sea, su querida esposa Elizabeth fue picada por un insecto y murió de una infección entre los mismos brazos de su marido. Aquel suceso dejó tan sumido en la tristeza a Montgomery, que solamente consiguió superarlo dedicándose en cuerpo y alma a su trabajo en el Ejército Británico.
Cuando se produjo la Rebelión de Palestina contra el Imperio Británico, Montgomery fue puesto al mando de la 8ª División de Infantería en 1938, al frente de la cual dirigió magistralmente las operaciones venciendo a los insurrectos árabes en diversos choques sobre el Creciente Fértil. No obstante y nada más regresar victorioso a Gran Bretaña, se contagió de una enfermedad que contrajo en el desierto y que le dejó largos meses inactivo hasta que en Julio de 1939 se recuperó consiguiendo el mando de la 3ª División de Infantería «Hierro».
Segunda Guerra Mundial

General Bernard Montgomery, con su habitual boina negra, durante la Segunda Guerra Mundial en Inglaterra.
Cuando Gran Bretaña declaró hostilidades a Alemania en Septiembre de 1939 y estalló la Segunda Guerra Mundial, Montgomery fue enviado por segunda vez al Frente Occidental de Francia como parte de la Fuerza Expedicionaria Británica (British Expeditionary Force o BEF), y más concretamente bajo el mando de la 3ª División de Infantería «Hierro». Al año siguiente de su despliegue, después de que en Mayo de 1940 el Tercer Reich invadiese Bélgica, la 3ª División de Infantería «Hierro» de Montgomery fue víctima de la «Guerra Relámpago» o «Blitzkrieg» del Ejército Alemán (Wehrmacht), siendo su agrupación duramente machacada sobre el Río Dijle. Así pues, incapaz de detener la arrolladora ofensiva germana, la 3ª División de Infantería «Hierro» y el II Cuerpo Británico del que Montgomery acababa de asumir provisionalmente el mando, tuvieron que ser rescatados a través del Canal de la Mancha por la Marina Real Británica (Royal Navy) durante la evacuación de Dunkerque.
Ocupada Francia en el verano de 1940, Montgomery continuó al frente de la 3ª División de Infantería «Hierro» para rechazar al sudeste de Inglaterra una invasión alemana que nunca se produjo tras la cancelación de la «Operación León Marino». Tampoco se materializó la propuesta de Montgomery al Estado Mayor de Londres de invadir las Islas Azores, por aquel entonces un dominio de la neutral Portugal en el Océano Atlántico, temiendo que por su temeraria actitud el Imperio Portugués se alinease con el Eje. De este modo, mientras la mayoría de unidades británicas combatían contra Alemania, Italia y Japón en escenarios lejanos; Montgomery entre 1941 y principios de 1942 se tuvo que conformar con liderar el XII Cuerpo Británico en Inglaterra, organizando una serie de maniobras militares en Kent, Sussex y Surrey en las que participaron más de 100.000 efectivos.
Batalla de El-Alamein
Jamás nadie habría apostado una por Montgomery cuando el nuevo general fue puesto al mando del VIII Ejército Británico en Egipto el 13 de Agosto de 1942 (tras la inesperada muerte en avión del general William Gott). Hasta ese momento las tropas de la Commonwealth habían sido aniquiladas a manos de la astucia del mariscal alemán Erwin Rommel y su fuerza ítalo-germana del Afrika Korps en la Batalla de Gazala, la toma Tobruk y durante el cruce de la frontera entre Libia y Egito a través de Mersa Matruh después de causar a los Aliados unas 50.000 bajas y la destrucción de más de 1.100 tanques. Ante este desastre no fue extraño que Montgomery, un general delgado, bajito y de ojos pequeños, provocara risas entre algunos militares de El-Cairo. Tales burlas no eran para menos porque las rarezas de Montgomery eran muchas: vestía guerrera con pantalón corto que en nada cuajaba estéticamente con su enorme boina negra, practicaba media hora de gimnasia en solitario todas las mañanas, comía únicamente una ración de carne cocida con tostadas, leía de forma constante un ejemplar de la Bíblia que llevaba consigo, solía dormir al aire libre sobre un catre de campaña e incluso ordenó como norma prioritaria servir el té a todos los soldados a las 17:00 horas en punto de la tarde alegando que era una tradición británica de estricta obligación. Sin embargo y a pesar de sus extrañezas personales, el Primer Ministro Winston Churchill lo eligió para el VIII Ejército porque nada más verlo sintió una corazonada, algo en lo que sin duda no se equivocó porque Montgomery muy pronto haría cambiar de opinión tanto a sus compañeros como al mismo enemigo.
Montgomery heredó un VIII Ejército Británico desecho y al borde del colapso, por lo que en seguida tuvo que ponerse a trabajar desde su cuartel general ubicado a la sombra de las Grandes Pirámides de Giza, no sólo para recomponerlo, sino para desarticular el siguiente ataque de Rommel, por aquel entonces a tan sólo 65 kilómetros de Alejandría. Para ello convirtió el estrecho pasillo arenoso situado entre la costa del Mar Mediterráneo y la intransitable Depresión del Qattara en una formidable línea defensiva cubierta por numerosa artillería y extensos campos de minas, fortificando especialmente el sector sur por donde Rommel sabía que atacaría tras el desciframiento de sus claves y una serie de engaños como vehículos falsos de madera estratégicamente colocados. De ese modo, cuando el Afrika Korps desencadenó su ofensiva el 31 de Agosto de 1942 partiendo desde El-Alamein, las defensas meridionales custodiadas por la 2ª División de Infantería Neozelandesa, resultaron convertirse en un auténtico incordio para las fuerzas alemanes e italianas, ya que una vez superadas por el XX Cuerpo Italiano, los tanques del Eje chocaron de frente con la 10ª División Blindada Británica y la 44ª División de Infantería Británica, cuidadosamente ocultadas por Montgomery en la Sierra de Alam Halfa. Sorprendido Rommel por este hallazgo, el mariscal tuvo que ordenar el repliegue hasta su punto partida, poniendo fin a la Batalla de Alam Halfa y cediendo el testigo de la iniciativa a Montgomery que causó al Eje la pérdida de 2.900 soldados, 49 tanques y 400 vehículos por unas pérdidas británicas de 1.750 hombres y 68 tanques. Aquella inesperada victoria facilitó muchas las cosas al VIII Ejército porque mientras el Afrika Korps permanecía muy aislado de sus líneas de suministros en medio del Desierto del Sáhara, apenas sin gasolina para los tanques ni agua para los soldados; Montgomery fue aumentando considerablemente su contingente con tropas procedentes de Australia, Nueva Zelanda, Sudáfrica, India, Canadá, Grecia y la Francia Libre hasta duplicar a Rommel, sin obviar con que poseía unas reservas prácticamente ilimitadas de carburante y avituallamiento básico (lo que al cabo de dos meses favorecería el desencadenamiento de la contraofensiva final bautizada como «Operación Bertram»).
El 23 de Octubre de 1942, el VIII Ejército de Montgomery protagonizó una gigantesca ofensiva contra el Afrika Korps que dio inicio a la Batalla de El-Alamein. Aproximadamente Montgomery lanzó al asalto un total de 200.000 soldados, 1.000 tanques, 2.300 cañones y 750 aviones contra un Afrika Korps inferior en número y compuesto por 108.000 soldados, 500 tanques, 1.200 cañones y 600 aviones. Gracias a la artillería previamente emplazada por Montgomery, los escuadrones de tanques seguidos por la infantería del XIII Cuerpo Británico atravesaron a cubierto los campos de minas y abrieron decenas de brechas en el sector norte junto a la costa mediterránea mientras el XII Cuerpo Británico en la Depresión del Qattara permanecía a la espera. Rommel que causalmente se encontraba en Alemania cuando se inició la ofensiva no pudo dirigir la batalla y para cuando llegó al Norte de África varios días después, el desastre ya estaba consumado y Montgomery era quién decidía donde mover ficha. Sin embargo el general inglés todavía tendría de tiempo de ser víctima de las tácticas acorazadas de Rommel cuando 90 tanques alemanes dirigidos por el mariscal repelieron a 700 blindados británicos en la zona de Tel-el-Aqqaqir causándoles cientos de pérdidas. No obstante aquello no sería más que un simple contratiempo porque el 2 de Noviembre Montgomery desplazó al XIII Cuerpo Británico en el frente sur de la Depresión de Qattara, al cual mandó cargar contra el sector más vulnerable del Eje que protegían las tropas italianas. Bajo el nombre de «Operación Supercharge», el XIII Cuerpo Británico dirigido por Montgomery arrolló, embolsó y destruyó a los X y XX Cuerpos Italianos. Incapaz de Rommel de sostener más la situación, el 6 de Noviembre de 1942 ordenó la retirada general de Egipto hacia Libia y posteriormente hacia Túnez; una tarea que se desarrolló sin incidentes gracias a que Montgomery cometió el error de no perseguir a las fuerzas alemanas, lo que permitió a las tropas germanas del Afrika Korps y del XXI Cuerpo Italiano escapar prácticamente intactas. Una vez finalizada la Batalla de El-Alamein, Montgomery se convirtió en el primer gran vencedor del mítico «Zorro del Desierto» al que provocó unas pérdidas de 35.000 bajas, 491 tanques, 254 cañones y 84 aviones; por unas propias de 13.560 bajas, 800 tanques, 111 cañones y 97 aviones.
Campaña de Túnez
Justo después de la Batalla de El-Alamein fue cuando nació el mito de Montgomery como genio militar y salvador del Imperio Británico. Sin embargo toda esta clase de adjetivos fueron absolutamente exagerados por parte de la propaganda británica ante la urgente necesidad de crear un héroe como ya tenían otras potencias desde hacía tiempo. «Monty», tal y como muchos le apodaron entre sus filas, no realizó ninguna proeza especial durante la Batalla de El-Alamein, ya que simplemente se limitó a expulsar al Afrika Korps de Egipto gracias a una serie de circunstancias ajenas (existencias vacías de combustible en el Eje, inmensa superioridad material británica debido a los recursos procedentes de Estados Unidos, carencia de aviación ítalo-germana por estar concentrada en Rusia, etcétera…) y no a una genialidad táctica desarrollada por Montgomery. De hecho, lo único que hizo «Monty» en El-Alamein fue lanzar sus recursos humanos y materiales hacia delante sin ningún tipo de originalidad a nivel táctico o de maniobra, sabiendo que su abrumadora superioridad barrería al enemigo y más en concreto a los débiles italianos, ya que los alemanes mantuvieron la posición hasta el final. Ni siquiera, ya cuando el Afrika Korps emprendió la retirada, Montgomery que era de carácter cauto e inseguro, prefirió no perseguir a sus oponentes y dejar escapar intactas a unas tropas del Eje que con toda probabilidad hubiera conseguido aniquilar, lo que facilitó a Rommel reponerse de las pérdidas en Túnez después de que los Estados Unidos le presionaran desde el oeste tras el desembarco en Marruecos y Argelia durante la «Operación Torch».
A principios de 1943, el VIII Ejército Británico de Montgomery había ocupado Libia tras ser abandonada por el enemigo y se había situado justo en la frontera con Túnez por delante de la «Línea Mareth», un perímetro defensivo entre el Mar Mediterráneo y los Montes Matmata que defendía el I Ejército Italiano del general Giovanni Messe. Hasta el 20 de Marzo y tras haberse repuesto de las pérdidas en la Batalla de El-Alamein, Montgomery no asaltó la «Línea Mareth» mediante un ataque del XXX Cuerpo Británico que después de intensos combates rodeó las posiciones enemigas con la 4ª División de Infantería India por el Paso de Hallouf el 27 de Marzo, superó las trincheras del Eje el 31 de Marzo, venció a los italianos en la Batalla de Wadi Akarit el 7 de Abril y conjuntamente con los norteamericanos acorraló a las tropas ítalo-alemanas junto a la costa el 19 de Abril, hasta su rendición total el 13 de Mayo en Bizerta. Una vez finalizada la conquista de Túnez, Montgomery consiguió su mayor victoria hasta la fecha provocando al Eje más de 100.000 pérdidas, la mayoría italianos, a costa de 38.360 bajas propias.
Campaña de Italia
Bajo el nombre de «Operación Husky», los Aliados desembarcaron en Sicilia el 10 de Julio de 1943, haciéndolo el VII Ejército Estadounidense del general George Patton al sur de la isla sobre Gela; mientras que el VIII Ejército Británico de Montgomery en la costa insular oriental del Cabo Pachino, Cassibile, Siracusa y Augusta. Ocupados estos cuatro objetivos y transcurridas veinticuatro horas de la operación anfibia, a partir del 11 de Julio, Montgomery fue completamente detenido en el sector Catania gracias a la ardua resistencia de los defensores del Ejército Italiano. De este modo e inmovilizado el VIII Ejército Británico, Montgomery comprobó desesperado como el general Patton, quién muy pronto se convertiría en su rival, dejó atrás Gela liderando magistralmente al VII Ejército Estadounidense con el que invadió el litoral occidental de la isla y el puerto de Palermo. A pesar de los intentos de los ingleses por salir de Catania, las tropas ítalo-germanas impidieron avanzar un solo palmo de terreno a Montgomery al que provocaron 2.938 bajas. Solamente la amenaza del VII Ejército Estadounidense que venía del oeste y no la presencia de un derrotado Montgomery, obligó a los soldados ítalo-alemanes a abandonar Catania para escapar vía marítima hacia Italia. Así pues, para cuando Montgomery quiso moverse ya era demasiado tarde porque Patton ocupó el puerto de Messina, dando por finalizada la conquista de Sicilia el 16 de Agosto de 1943. No obstante y por si la humillación no fuese suficiente, justo en el momento en que el VIII Ejército Británico entró con sus tropas en Messina, Patton para fastidiar ordenó iniciar el desfile de su propia victoria y hacer tocar a la banda de música delante de los tanques ingleses con Montgomery a la cabeza.

General americano George Patton recibiendo las felicitaciones de Montgomery tras su victoria en la invasión de Sicilia.
Con la denominación de «Operación Baytown», el VIII Ejército Británico de Montgomery desembarcó el 3 de Septiembre de 1943 sobre la costa de Calabria al sur de Italia, donde avanzó prácticamente sin encontrar resistencia gracias a que las tropas italianas previamente habían negociado rendirse, algo que se terminó de formalizar el 9 de Septiembre tras la capitulación incondicional de Italia. Simultáneamente algo más al norte, desembarcó también el V Ejército Estadounidense del general Mark Clark, al cual Montgomery hubo de socorrer después de quedar atascado en Salerno, aunque antes de su llegada los alemanes comandados por el mariscal Albrecht Kesselring se retiraron hacia el norte. A partir de este momento Montgomery lideró a sus fuerzas de la Commonwealth subiendo por la «Bota Italiana» y de forma paralela a la costa del Mar Adriático, tomando los puertos de Ortona y Pescara, antes de resultar frenado en seco el 28 de Diciembre de 1944 debido a la tenaz resistencia de los soldados alemanes y algunos fascistas italianos sobre un perímetro defensivo infranqueable junto al Río Garellano conocido como «Línea Gustav». De este modo, habiendo quedado estancado a 150 kilómetros al sur de Roma, en Enero de 1944 Montgomery tuvo que ceder el mando del VIII Ejército Británico al general Oliver Leese cuando el general norteamericano Dwith Eisenhower le reclamó en Gran Bretaña para participar en la «Operación Overload» consistente en la invasión de Francia y Europa Occidental.
Campaña de Europa Occidental
El 6 de Junio de 1944, el general Bernard Montgomery estuvo al mando del XXI Grupo de Ejércitos Anglo-Canadiense que el Día-D protagonizó el desembarco de Normandía depositando a miles de tropas británicas y canadienses sobre las Playas de «Gold», «Juno» y «Sword». Aunque sus hombres tuvieron dificultades para hacerse con las playas, pronto avanzaron hacia el interior para quedar completamente detenidos a las puertas de Caén. Fue entonces, cuando de manera similar a lo que había ocurrido en Sicilia, Montgomery permaneció clavado al terreno sin poder avanzar ni retroceder mientras las fuerzas norteamericanas ocupaban la Península del Contentín, el puerto de Cherburgo y alcanzaban Bretaña. De hecho frente él tenía al mariscal Erwin Rommel liderando el Grupo de Ejércitos de B, quién de manera magistral mantuvo inmóviles a los anglo-canadienses causándoles más de 50.000 bajas y la destrucción de miles de tanques y vehículos durante lo que se conoció como la Batalla de Caén. Solamente gracias al general norteamericano George Patton al mando del III Ejército Estadounidense, que derrotó durante la «Operación Cobra» en Avranches y Falaise a las fuerzas del Eje, los alemanes se vieron obligados a abandonar Caen para no ser embolsados, cediendo la ciudad a un humillado Montgomery el 6 de Agosto.
Concluida la invasión de Francia, el XXI Grupo de Ejércitos Anglo-Canadiense de Montgomery entró en Bélgica y liberó Bruselas, justo antes resultar detenido en la frontera con los Países Bajos debido a la escasez de gasolina y a la fuerte presión ejercida por el Grupo de Ejércitos B del mariscal Walther Model. A raíz de estos inconvenientes, Montgomery propuso a Eisenhower superar las fortificaciones de la «Línea Sigfrido» que protegían la frontera con Alemania, efectuando un simple rodeo por Holanda (debido a que dicho sector era el único sin defender). De acuerdo con el criterio del mariscal, Eisenhower aprobó la «Operación Market-Garden», en cuyas líneas Montgomery preveía la ocupación de los Países Bajos mediante un asalto paracaidista anglo-estadounidense sobre varias ciudades, seguido a continuación por un ataque terrestre del XXX Cuerpo Británico. Así fue como el 17 de Septiembre de 1944, más de 40.000 paracaidistas al mando de Montgomery tomaron tierra escalonadamente en Holanda en el siguiente orden: la 101ª División Aerotransportada Estadounidense en Eindhoven, la 82ª División Aerotransprotada en Nijmegen, y la 1ª División Aerotransportada Británica y la Brigada Paracaidista Independiente Polaca Libre en Arnhem. Sin embargo y contra las previsiones, Montgomery cometió el gravísimo error de no contar con la férrea resistencia que el Ejército Alemán presentó en el trayecto que había de cubrir el XXX Cuerpo Británico sobre la carretera para socorrer a los paracaidistas, por lo que muy pronto la misión dejó de ser una ofensiva para convertirse en una operación de rescate. No obstante para cuando Montgomery quiso reaccionar ya era demasiado tarde porque los paracaidistas norteamericanos quedaron aislados sufriendo enormes bajas y lo que fue peor, la 1ª División Aerotransportada Británica y la Brigada Paracaidista Independiente Polaca Libre, resultaron rodeadas por fuerzas de acorazadas de las Waffen-SS y completamente aniquiladas en Arnhem. Ante ese desastre militar y tras haber sufrido más de 20.00 bajas, Montgomery ordenó la retirada general de los Países Bajos y regresar hacia Bélgica. Aquel descalabro fue una de las peores derrotas de Montgomery, quién a pesar de haber sido expulsado de Holanda con pérdidas enormes, se negó a reconocer su fracaso en uno de sus habituales enfados de egocentrismo.
Invasión de Alemania
Durante el resto de 1944, el XXI Grupo de Ejércitos Anglo-Canadienses de Montgomery tuvo que permanecer en Bélgica recuperándose de las elevadas pérdidas sufridas en la «Operación Market-Garden». Solamente sus tropas vieron algo de acción durante la Batalla de las Ardenas a finales de 1944 y principios de 1945, cuando algunas de las unidades de Montgomery fueron enviadas para apoyar el esfuerzo bélico del Ejército Estadounidense en la última fase de la campaña, sufriendo unas 1.400 bajas sobre los terrenos nevados del Bulge. Curiosamente, poco antes de finalizar la lucha, Montgomery fue ascendido y nombrado mariscal de campo por el Rey Jorge VI de Inglaterra.

Mariscales Georgi Zhukov y Bernard Montgomery, junto a otros oficiales soviéticos y británicos en la Puerta de Brandenburgo en Berlín.
El 8 de Febrero de 1945, el mariscal Bernard Montgomery inició la invasión de Alemania atacando la «Línea Sigfrido» mediante la «Operación Veritable». A pesar de que su avance hacia el norte fue algo lento, al menos fue progresivo y constante, ya que al fin y al cabo el Tercer Reich contaba con los últimos defensores en forma de tropas bisoñas, niños de las Juventudes Hitlerianas o ancianos y mujeres del «Volksstrum». Aprovechando esta situación de debilidad en el enemigo, los anglo-canadienses arrollaron a los alemanes, aunque fracasaron en su intento de cruzar el Río Rin, ya que una vez más Montgomery fue detenido mientras el general George Patton con sus efectivos lo atravesó sobre el Puente de Remagen. Así fue como gracias a esta última maniobra de Patton, Montgomery fue humillado una vez más por su rival, teniéndose que conformar con la conquista de Westfalia, Hannover y el puerto de Lübeck, antes de dar media vuelta en el Río Elba y ocupar Dinamarca.
Inesperadamente el 4 de Mayo de 1945, Montgomery recibió la visita de varios altos oficiales del Ejército Alemán en el puesto de mando del XXI Grupo de Ejércitos Anglo-Canadiense ubicado en la ciudad de Lüneburg, bajo el pretexto de negociar la capitulación incondicional de Alemania, algo que se materializaría el 8 de Mayo. Una vez derrotado el Tercer Reich, Montgomery entró en la capital de Berlín para participar junto al mariscal Georgi Zhukov del Ejército Rojo en el «desfile de la victoria» que puso fin a la contienda en Europa.
Guerra Fría
Terminada la Segunda Guerra Mundial, Montgomery rebautizó en 1946 el nombre del XXI Grupo de Ejércitos Anglo-Canadiense por el de Ejército Británico del Rin (BAOR) que se encargó de mantener la ocupación y administración inglesa en la Alemania Noroccidental. Al cabo de dos años, en 1948, fue nombrado Vizconde de El-Alamein por el Rey Jorge VI, además de ser el encargado de gestionar el sistema económico-militar de la Unión Europea Occidental ante la amenaza de la Unión Soviética. Simultáneamente formó equipo con el general Dwith Eisenhower, quién le ascendió a subcomandante de la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN), cargo que desempeñó hasta 1958 diseñando la estrategia defensiva a seguir en caso de una agresión del «Bloque Socialista».
A partir de 1960, Montgomery se retiró del servicio militar y se jubiló para dedicarse públicamente a denunciar ciertas políticas como por ejemplo criticando la legalización de la homosexualidad en Inglaterra y defendiendo el «Apartheid» en Sudáfrica en favor de los blancos contra los negros. También Montgomery fue totalmente contrario a la Guerra de Vietnam y en especial a los métodos violentos empleados por Estados Unidos, asegurando que de estar él al mando del Ejército Estadounidense obtendría la victoria sin necesidad de perpetrar matanzas contra los civiles. Incluso aprovechó el tiempo para escribir una autobiografía en tres volúmenes a la que tituló De El-Alamein al Sangro (From El-Alamein to Sangro), De Normandía al Mar Báltico (From Normandie to the Baltic Sea) y Adelante desde la Victoria (Forward from Victory).
Legado
El 24 de Marzo de 1976, a la edad de 88 años, el mariscal Bernard Law Montgomery falleció en la ciudad de Isington Mill sobre la comarca Hampshire. Como era de esperar, «Monty» recibió un funeral con todos los honores militares en la Capilla de San Jorge de Windsor, antes de ser finalmente enterrado junto a su esposa Elizabeth en la Iglesia de la Sagrada Cruz de Binsted.
El legado del mariscal Bernard Montgomery y su contribución al desenlace de la Segunda Guerra Mundial fue polémico desde el mismo final del conflicto. Según los británicos, «Monty» fue de los grandes maestros militares de la contienda por su victoria en la Batalla de El-Alamein; mientras que para el resto de expertos de las potencias tanto los Aliados como del Eje, simplemente fue un general al que las circunstancias llevaron al triunfo sobre el Afrika Korps en Egipto, pero que después, erró por ser excesivamente cauto y poco previsor en los estancamientos sufridos durante la invasión de Sicilia y la Batalla de Caen, o en el catastrófico desastre cosechado en la «Operación Market-Garden».
Bibliografía:
-Antonio Flaquer, Clío Biografías. Líderes Militares, II Guerra Mundial, «Bernard Law Montgomery», Revista Clío Biografías 4 (2015), p.34-39
-Editores de S.A.R.P.E., Crónica Política y Militar de la Segunda Guerra Mundial. Volumen 8, «Bernard Montgomery, el Vizconde de El-Alamein», S.A.R.P.E. (1978), p.235-239
-http://en.wikipedia.org/wiki/Bernard_Montgomery,_1st_Viscount_Montgomery_of_Alamein