El general Walther Model fue el mayor maestro del arte defensivo dentro del Ejército Alemán durante la Segunda Guerra Mundial debido a que fue capaz de contener a sus enemigos en situaciones prácticamente imposibles tanto en el Frente Oriental como en el Frente Occidental. Gracias a victorias tan impresionantes como las Batallas de Rzevh en el corazón de Rusia o la «Operación Market-Garden» sobre los Países Bajos, le hicieron merecer los apodos del «Bombero de Hitler o el «León de la Defensa».
Walther Model nació un 24 de Enero de 1891 en Genthin, una ciudad de Sajonia situada a 80 kilómetros de la capital de Berlín durante los tiempos de gloria del Segundo Reich. Su padre fue Paul Moritz Model, el director de la Real Escuela de Música de Erfurt; mientras que su madre Marie Pauline Wilhelmine, una mujer procedente de una familia de taberneros que tuvo un segundo hijo llamado Otto Model. Curiosamente el linaje de este clan familiar de orígenes humildes se remontaba al siglo XVI, pues la mayor parte de sus antepasados habían sido grandes músicos, pedagogos de canto u organistas que durante décadas se recorrieron los grandes salones del Reino de Prusia.
La infancia de Walther Model transcurrió en el Número 5 de la Calle Bradenburgerstrasse y en diferentes instituciones educativas entre las que estuvieron la Escuela Pública de Genthin y el Gimnasio de Erfurt. Aunque a diferencia de su familia Model nunca destacó en la música, ni tampoco en la gimnasia de la que estaba exento por su debilidad física, se mostró altamente cualificado para la historia, la poesía, el griego y el latín cuando sus padres se trasladaron a vivir a Naumburg der Saale y en 1906 obtuvo el grado de formación preuniversitaria «abitur» en el Colegio Dom.
Justo antes de acabar la educación obligatoria en Naumburg der Saale, Model hizo amistad con un compañero de clase llamado Valentin Hube, quién le transmitió su gusto por el mundo militar tras invitarle a unas maniobras del Ejército Alemán y recorrerse con él los cercanos campos de la Batalla de Rossabach y Jena que se conservaban respectivamente de la Guerra de los Siete Años y las Guerras Napoleónicas. Aunque su padre esperaba que Model siguiese la tradición familiar de ser músico, pues al fin y al cabo siempre había demostrado ser débil en las actividades deportivas, curiosamente aceptó la decisión de su hijo de ingresar en las fuerzas armadas pese al elevado coste financiero que suponía para el matrimonio pagar los 700 marcos del uniforme y los 200 marcos mensuales de la carrera de armas.
Al principio la experiencia de Model en el Ejército Alemán no fue agradable cuando accedió al 52º Regimiento Real de Infantería Prusiana «Von Alvensleben», ya no sólo porque en su familia no existía ningún tipo de tradición militar, sino porque tardó tiempo en moldear su cuerpo a un físico más o menos aceptable para aguantar los duros ejercicios del Centro de Instrucción de Cottbus. A pesar de que en algún momento se planteó abandonar la carrera después de que un oficial le increpase «usted carece de la seriedad que necesita un soldado», al final consiguió graduarse en la Escuela de Cadetes de Neisse en 1908 y ascender al grado de subteniente en 1910, tomando el mando de una pequeña compañía en el Cuartel de Crossen.
Al estallar la Primera Guerra Mundial en el verano de 1914, Model combatió en el Frente Occidental como ayudante de oficial dentro de un batallón de la 5ª División de Infantería durante la invasión de Bélgica y el norte de Francia, encargándose de custodiar una sección de trincheras en el sector de Vailly-Soissons junto al Río Aisne. Al año siguiente, en el invierno de 1915, luchó en el perímetro de Arrás tras ascender a teniente; antes de tomar parte en la Segunda Batalla de Champaña, donde en Septiembre lideró la defensa del tramo de Butte de Tahure, rechazando con elevadas bajas a las tropas francesas y norteafricanas del Cuerpo Colonial, aunque durante la acción fue herido por metralla en el hombro y en el cuello, lo que le valió ser condecorado con la Cruz de Hierro de Primera Clase.
Nada más recuperarse Model de sus heridas fue enviado a participar en la Batalla de Verdún de 1916, aunque tan sólo por dos semanas debido a que por segunda vez recibió el impacto de metralla en la espalda durante los feroces combates por la ciudad de Douamont. Afortunadamente en esta ocasión fue herido de levedad porque ese mismo verano volvió al Frente Occidental primero como comandante de compañía en el 52º Regimiento Real de Infantería Prusiana y más tarde con el mismo rango en el 8º Regimiento de Guardias, en ambos destinos como ayudante del Príncipe Oskar de Prusia. De nuevo a finales de año la artillería le hirió por tercera vez y encima la inyección que le inocularon resultó ser defectuosa, por lo que su salud empeoró y tuvo que permanecer ingresado en el Hospital Militar de Karlsruhe hasta su recuperación en Junio de 1917, fecha en que el general Hans Von Seeckt le admitió en el Cuerpo de Oficiales del Estado Mayor para planificar las nuevas ofensivas de cara al año 1918.
Al iniciarse la «Ofensiva de Primavera» o «Kaiserlacht» en Marzo de 1918, Model gestionó el desplazamiento de la División de Reemplazo de Guardia (Garde-Ersatz Division) desde Charleroi hacia Maubege y desde ahí hasta Peronné, donde entró en combate contra la 36ª División de Infantería Británica. A los pocos meses su unidad fue desplegada en el saliente de Reims y para Junio combatió en la zona de Soissons, cuyos atrincheramientos Model trató de cubrir enviando tropas a bordo de camiones para detener un contraataque del Ejército Francés lanzado por el mariscal Philippe Pétain con 300 tanques del modelo Renault FT-17. A pesar de que no consiguió mantener la posición, puso sacar a la mayor parte de sus hombres e infligir graves bajas al enemigo, antes de ser trasladado al Estado Mayor de la 36ª División de Reserva acantonada en Flandes. Sería precisamente en esta región de Bélgica y más en concreto en el acuartelamiento de Dendermonde junto al Río Mosa, cuando Model, quién ya ostentaba el rango de capitán, se enteró del Armisticio de Compiègne el 11 de Noviembre y por ende de la capitulación de Alemania.
Terminada la Primera Guerra Mundial en 1918, Model desmovilizó a sus tropas de la 36ª División de Reserva en Danzig, aunque en seguida regresó al combate contra la recién independizada Polonia como oficial del XVII Cuerpo adscrito a la Agrupación Fronteriza del Este (Grenzschutz Ost), batiéndose contra los insurrectos polacos en Navidad sobre la región de Poznan. Al año siguiente, en 1919, estuvo elegido entre los 4.000 oficiales que formaron el Ejército de la República de Weimar (Reichswehr), siendo destinado a la División «Münster» durante el sangriento período de la Guerra Civil Alemana, en cuyas filas combatió contra el Ejército Rojo del Ruhr en la Batalla de Dortmund de principios de 1920.
Curiosamente durante su estancia en Dortmund en el fallido Levantamiento del Ruhr, Model conoció en la casa donde alojó su puesto de mando a una viuda renana que había perdido a su marido durante la Primera Guerra Mundial llamada Herta Huyssen, quién curiosamente era nieta del poeta y orientalista Friedrich Rückert, famoso por haber traducido la famosa obra Las Mil y Una Noches. Ambos en seguida se enamoraron y se casaron el 12 de Mayo de 1921 en Lukaskirche de Frankfurt durante una ceremonia religiosa presidida por el pastor y ex-capitán de submarinos Martin Niemöller. Después de un viaje de luna de miel por Holanda y Gran Bretaña, fruto del matrimonio nacerían tres hijos, en concreto dos chicas y un chico, a los que bautizaron con el nombre de Hella, Hansgeorg y Christa.
A nivel personal la vida de Model fue bastante familiar y social, pues solía tener visitas en su casa situada en el Número 4 de la Calle Reichstrasse de Münster, aunque sus invitados tenían prohibido hablar de política y tampoco mencionaba con ellos nada acerca de su experiencia en la Primera Guerra Mundial. Entre sus principales gustos y aficiones estaban los caballos, los perros y la caza, pero también la historia cuando escribió un magnífico ensayo sobre el mariscal de campo August Wilhelm Neidhardt Gneisenau en las Guerras Napoleónicas y la influencia que tomó de este último personaje el general Carl Von Clausewitz en su famosa obra De la Guerra.
La personalidad de Model jugó en contra de su carrera porque solía ser un hombre enérgico y muy dinámico que cargaba de sobretrabajo a sus subordinados, ya que siempre buscaba la perfección y no admitía ideas contrarias a la suya, hasta el punto de que protagonizó algunos episodios en los que desató su ira. Este descontrol emocional hizo que gente mucho más mediocre y menos renovadora que él, terminaba ascendiendo bastante antes al ser un individuo poco atractivo a ojos de los demás y encima fácilmente reconocible por su peculiar monóculo en el ojo. De hecho tras comandar una compañía de ametralladoras del 18º Regimiento de Infantería de Münster en 1921, no se movió de su puesto durante los cuatro años siguientes en los que permaneció al frente del Estado Mayor de artillería de la 6ª División del «Reichswehr» hasta 1925. Solamente gracias sus conocimientos técnicos y a sus buenas notas en los juegos de guerra «kriegsspiele», en 1928 fue designado instructor de la Sección de Instrucción de la 3ª División de Infantería acantonada en Görlitz, donde conoció al genio defensivo de la Gran Guerra, el general Fritz Von Lossberg, quién le influyó mucho en sus posteriores planteamientos tácticos sobre la «defensa elástica». Al año siguiente, en 1929, finalmente alcanzó el rango de comandante, en 1930 ingresó en la prestigiosa Oficina Militar de Entrenamiento «Truppenamt» y en 1931 fue miembro de la delegación que visitó la Unión Soviética entre el 22 de Agosto y el 1 de Octubre, inspeccionado la base de carros de Kazán, algunos acuartelamientos de Moscú y Leningrado e incluso a la 9ª División de Fusileros en Rostov, en cuya instalación habló en persona con el mariscal soviético Mikhail Tujachevsky.
Con la llegada de Adolf Hitler al poder y la fundación del Tercer Reich en 1933, Model se mantuvo en un puesto de discreción al ser el encargado desde 1934 de adaptar las nuevas doctrinas operativas de los cazacarros Stug, una especie de tanque sin torreta que hacía las funciones de artillería móvil con un cañon de 75 milímetros. Las cosas cambiaron a partir de 1937 cuando viajó España para evaluar el uso de los carros del Grupo Panzer «Drohne» de la Legión Cóndor dentro del contexto de la Guerra Civil Española, donde tuvo ocasión de conocer al «Generalísimo» Francisco Franco y ser condecorado con la Cruz «Spanienkreuz». De hecho al año siguiente de 1938 ascendió a general y tuvo ocasión de conocer al Führer durante unas pruebas del obús pesado Mörser 18 de 210 milímetros; antes de ser nombrado jefe de Estado Mayor del IV Cuerpo desplegado en Dresde, al frente del cual entró con unidades motorizados de reconocimiento en Checoslovaquia en Marzo de 1939.
Al estallar la Segunda Guerra Mundial en Septiembre de 1939, Model partió con el Estado Mayor del IV Cuerpo desde la Alta Silesia y se adentró en Polonia, alcanzando en pocas semanas la ciudad de Chelmno y arrinconando a numerosas unidades del Ejército Polaco en el Río Bug. Después de ejercer labores administrativas de ocupación en la región de Lublin, participó en unas maniobras militares sobre Coblenza que simularían el posterior ataque a Francia, donde su contingente bautizado como «Bando Azul» obtuvo muy buenas calificaciones entre el 7 y 14 de Febrero de 1940. Una vez se desató la invasión de Europa Occidental, el inquieto general se encargó de organizar algunos asaltos del XVI Ejército Alemán sobre la frontera franco-germana en la «Línea Maginot», más en concreto sobre el sector de la «Línea Weygand», siendo sus fuerzas unas de las que entraron en la simbólica ciudad de Verdún, el mismo sitio en el que los franceses le habían herido en 1916. Después de estar presente en la conquista de Toul, Epinal y Belfort, cerrándose en esta última una bolsa en la que se rindieron medio millón de soldados del Ejército Francés, Model sufrió un accidente de tráfico que le obligó a guardar reposo en su casa de Dresde, algo que le permitió disfrutar de un tiempo con su familia, narrar cuentos a sus hijos e ir al cine o al teatro con su esposa. De vuelta al servicio se le envió a Bélgica para adiestrar en Le Touquet a 750 oficiales y suboficiales que debían participar en el desembarco sobre Inglaterra, pero como al final se canceló la «Operación León Marino», Model fue trasladado a Berlín para tomar el mando de la 3ª División Panzer.
Justo al comenzar la invasión de la Unión Soviética durante la «Operación Barbarroja» el 22 de Junio de 1941, Model se hallaba al mando de la 3ª División Panzer y con su puesto en lo alto de un campanario de la ciudad polaca de Koden, desde donde podía ver con sus prismáticos la frontera con Bielorrusia. Sería en lo alto de esta torre cuando el teniente Ernst Mertens le preguntó como justificarían un ataque contra la URSS, algo a lo que el arrogante general le contestó: Dígales que necesitamos alimentos para una guerra larga contra Inglaterra y vamos a conseguirlos ahora. Nada más amanecer, los 200 tanques y 4.300 vehículos de Model atravesaron la demarcación y tomaron Stradecz, derrotando a la 75ª División de Fusileros Soviética y recorriendo 150 kilómetros en veinticuatro horas, pues para el 23 aseguraron el puente de madera sobre el Río Shchara después de haber destruido la increíbla cifra de 197 blindados al Ejército Rojo. Curiosamente durante estas acciones el incansable general estuvo a punto de perder la vida nada más descender de su vehículo SdKfz 232 y de que la artillería rusa lo alcanzase de pleno, reduciéndo el blindado a un montón de restos llameantes.
La Batalla de Smolensko que se desarrolló dentro de la propia Rusia fue la siguiente prueba para Model en la «Operación Barbarroja» cuando con su 3ª División Panzer cruzó el Río Oster y contribuyó tanto a embolsar como a destruir al Grupo Soviético «Kachalov» entre Roslavl y Krichev. A continuación su unidad recibió un fortísimo contraataque en el área de Unetscha que pudo rechazar movilizando a todo el personal, incluyendo oficinistas, cocineros, panaderos y capellanes; antes de desactivar las cargas de un puente estratégico sobre el Río Desna y proseguir a través de la pasarela hasta apoderarse de Novgorod-Severski. A pesar de que durante estas operaciones Model fue herido de levedad en dos ocasiones, en seguida giró con su 3ª División Panzer hacia el sur para dirigirse a Ucrania, superando el Río Sula por Lochvitsa, hasta enlazar con las vanguardias del Grupo de Ejércitos en Lubny a las 18:20 horas de la tarde del 14 de Septiembre, en donde cerró la famosa «Bolsa de Kíev» que culminaría con la aniquilación de 800.000 efectivos del Ejército Rojo, la mayor victoria de la Historia Militar.
Al desatarse la «Operación Tifón» que desembocó en la Batalla de Moscú, Model fue ascendido a general de fuerzas acorazadas o «general der panzertruppe» y puesto al mando del XLI Cuerpo Panzer. Al frente de esta agrupación participó en el cierre de las bolsas de Bryansk y Vyzama, antes de apuntar hacia la capital rusa cruzando el Río Lama por Volomansk y conquistando la ciudad de Klin, situándose sus vanguardias a tan sólo 35 kilómetros del Kremlin. Lamentablemente cuando el Ejército Rojo pasó a la contraofensiva en el invierno de Diciembre de 1941, Model tuvo que pasar a la defensiva y demostrar sus aptitudes a la hora de movilizar al personal del Estado Mayor, los cocineros y los servidores de la artillería antiaérea para rechazar a los soviéticos, e incluso combatir él mismo con pistola en mano, lo que le valió el apodo de «Frontschwein» o «Cerdo de Primera Línea». De hecho al concluir la campaña se convirtió en el único comandante del Grupo de Ejércitos Centro en protestar por recibir órdenes de retirarse, ya que según él sus posiciones eran defendibles, algo que sin duda llamó la atención de Adolf Hitler, quién el 16 de Enero de 1942 no dudó en ascenderle a general del IX Ejército Alemán desplegado en el Saliente de Rzevh.
La Batalla de Rzevh constituyó el mayor hito en la carrera de Model, tal y como demostró nada más llegar al saliente y encontrarse con el general Hans Krebs a punto de decretar la evacuación, algo que evitó asegurándole que pronto lanzaría una contraofensiva para frenar al Ejército Rojo. Como obviamente su subordinado no estuvo de acuerdo y le formuló la siguiente pregunta; «¿y qué fuerzas ha traído para esa operación?»; el propio Model le respondió «A mí mismo». Acto seguido el incombustible general adoptó una «defensa elástica» basada en todo lo aprendido a través de las enseñanzas del general Fritz Von Lossberg en la Primera Guerra Mundial, estableciendo para ello una línea con 97 batallones de 300 hombres en los que se intercalaban unas pocas formaciones blindadas, algunas con carros rusos T-26 y T-34 capturados e incluso tanques apresados al Ejército Francés en 1940, además de centralizar toda su artillería en un único mando especial denominado «Arko 307». De hecho Model fue el único jefe militar en ser capaz de extraer refuerzos al Führer y levantarle la voz cuando tras una visita al Cuartel de Rastenburg en Prusia Oriental, durante la cual Hitler se negó a enviarle divisiones, al final dio su brazo a torcer tras ser increpado por su subordinado con la siguiente frase: Vamos a ver, ¿quién manda el IX Ejército, usted o yo?.
Gracias al general Walther Model se pudo detener la ofensiva envolvente lanzada por el Frente Kalinin del general Iván Koniev en dirección a Veli y por el Frente Oeste del general Georgi Zhukov hacia Vyazma, pues pese a que ambos abrieron una peligrosa brecha a cada lado del Saliente de Saliente de Rzevh, la «defensa elástica» permitió detener a los soviéticos e infligirles una enorme cantidad de bajas, sin obviar con que en estas maniobras el IV Cuerpo Aerotransportado quedó cercado entre Ozerechnya y Dorogobuzh. Después de ser los paracaidistas aniquilados y embolsados tanto el XXXIX Ejército Soviético como el XI Cuerpo de Caballería tras una fallida penetración en Sichevka, ambas agrupaciones fueron eliminadas durante la «Operación Seydlitz», aunque durante las escaramuzas el avión donde viajaba Model fue derribado por los partisanos en un bosque. A pesar de que el general sobrevivió al aterrizaje de emergencia, tuvo que ser ingresado por una herida de bala en la cadera que le atravesó el pecho hasta el hombro, por lo que precisó de once semanas de recuperación en un hospital de Smolensko y de un permiso con su familia en Alemania. Solamente cuando de nuevo el Ejército Rojo volvió a romper los flancos en Rzevh, un convaleciente Model tuvo que volver al saliente el 17 de Agosto para «in extremis» salvar la situación movilizando a todo el personal y estableciendo posiciones escalonadas de defensa, lo que permitió frenar a los soviéticos tras causarles 300.000 bajas y la pérdida de 2.956 carros y 870 aviones.
La «Operación Marte» que el general Georgi Zhukov lanzó con 1.800.000 soldados, 3.300 tanques, 24.000 cañones o morteros y 1.100 aviones fue el mayor reto en la vida del general Model que tuvo que hacer frente a esa avalancha en pinza del Frente de Kalinin y el Frente del Oeste con poco menos que 350.000 hombres, 1.615 tanques y 1.900 piezas de artillería del IX Ejército Alemán. Sin embargo sus «posiciones erizo» con cañones anticarro PaK de 75 milímetros, sus contragolpes acorazados con los «kampfgruppe» y sus tácticas de «defensa elástica», provocaron una auténtica debacle militar al Ejército Rojo que se retiró del «Saliente de Rzevh» con 330.000 bajas entre 100.000 muertos y 230.000 heridos, así como la pérdida de 1.700 tanques, a costa de tan sólo 40.000 bajas germanas, algo que le valió a Model ser apodado por la prensa como el «León de la Defensa».
Inmediatamente después de la Batalla de Rzevh, Model fue enviado al Grupo de Ejércitos Sur para ostentar el liderazgo del ala norte que debía caer con 335.000 hombres sobre el «Saliente de Kursk» durante la «Operación Ciudadela», una misión en la que nunca creyó a diferencia del mariscal Erich Von Manstein que lideraba el ala sur. La poca confianza de Model en esta ofensiva le llevó a solicitar a Hitler que cancelase «Zitadelle» al entender que la maniobra dejaría desprotegido su flanco oriental a posibles contraofensivas del Ejército Rojo. A pesar de que el Führer se negó y le prohibió erigir fortificaciones, Model no sólo incumplió la orden construyendo defensas, sino que además cuando comenzó la Batalla de Kursk a principios de Julio, el general empleó a su infantería por delante de los tanques para reservar a las formaciones Panzer en caso de una maniobra soviética a sus espaldas. Esta actitud hizo que la ofensiva se estancase entre las de Colinas de Teploye y la ciudad de Ponyri, pero al menos le permitió reaccionar cuando a su izquierda los rusos lanzaron la «Operación Kutuzov», evitando con ello una catástrofe a sus fuerzas en el «Saliente de Oriol».
La victoria defensiva de Model en el «Saliente de Oriol», en la que infligió enormes pérdidas al Ejército Rojo, le valió el nuevo apodo de «Bombero de Hitler» o «Hitlers Feuerwehrmann» y un largo permiso vacacional en Alemania que se prolongó con su familia en Dresde desde el otoño de 1943 a Enero de 1944. Curiosamente durante este período efectuó una visita al Cuartel de Rastenburg en Prusia Oriental debido a que el Führer quería saber su opinión acerca de donde desembarcarían los Aliados para reabrir el Frente Occidental, algo a lo que Model, quién consideraba a los anglo-estadounidenses unos cobardes, le contestó: «En Portugal».
A principios de Enero de 1944 el Grupo de Ejércitos Norte experimentó una enorme crisis cuando el Ejército Rojo levantó el asedio de Leningrado y provocó el derrumbe de las líneas alemanas al noroeste de Rusia, por lo que rápidamente Hitler tuvo que llamar a su «apagafuegos» y ponerlo al mando de la agrupación para evitar un desastre en los Países Bálticos. Así fue como nada más llegar Model, en seguida reagrupó a las fuerzas dispersas y las organizó en unidades de circunstancias movilizando a artilleros, reemplazos, el personal de servicios de retaguardia e incluso a convalecientes de hospitales, a los que situó en un terreno propicio cargado de bosques, ríos, pantanos y marismas con los que pudo frenar el enemigo, especialmente en el istmo que unía Estonia con Rusia entre el Lago Peipus y el Mar Báltico durante las Batallas de Narva. Gracias a esta iniciativa Model contuvo la ofensiva soviética sobre una línea que partía desde la frontera estonio-rusa en la «Línea Panther» hasta la ciudad de Ostrov en el Río Dvina, una victoria por la cual fue ascendido a mariscal de campo (aunque a diferencia de otros mariscales rechazó lucir el bastón) y puesto al mando del Grupo de Ejércitos Ucrania Norte tras la marcha del mariscal Erich Von Manstein.
Cuando el Ejército Rojo desencadenó la «Operación Bagration» sobre Bielorrusia y embolsó a numerosas divisiones del Grupo de Ejércitos Centro que poco a poco comenzaron a desintegrarse, el mariscal Walther Model, quién erróneamente había pensado que la embestida enemiga se dirigiría contra su Grupo de Ejércitos Ucrania Norte, el 28 de Junio le fue otorgado el mando de la agrupación golpeada por orden del propio Hitler, lo que le convirtió en dueño de más de la mitad de las tropas alemanas desplegadas en el Frente Oriental. Desgraciadamente en esta ocasión no pudo revertir la situación porque el daño ya estaba hecho y no existía una posible resolución, aunque al menos evacuó con éxito a un gran número de fuerzas del «Saliente de Kovel» y pudo replegar a varios de sus cuerpos hacia las fronteras orientales de Polonia. Lo que sí consiguió fue paralizar completamente el plan operacional soviético a las afueras de Varsovia, pues tras frenar a las puntas rusas dirigidas por el general Alexei Radzievsky en el Barrio de Praga, concentró en los flancos de la protuberancia a la División Panzer «Hermann Goering», a las 3ª y 5ª Divisiones SS Panzer «Totenkopf» y «Wiwing» y a las 4ª y 19ª Divisiones Panzer, con las que contraatacó y embolsó a decenas de miles de tropas enemigas, aniquilando nada menos que a los II y III Cuerpos Blindados Soviéticos.
Después de haber estabilizado el Frente Oriental a las afueras de Varsovia, una nueva hazaña por la cual Model fue condecorado con la Cruz de Caballero con Hojas de Roble, Espadas y Diamantes; a mediados de Agosto se le sacó de Polonia y se le envió al Frente Occidental de Francia para asumir el mando del Grupo de Ejércitos B, a cuyo cuartel ubicado en el Castillo de La Roche-Guyon llegó el 17 de Agosto de 1944, en donde al día siguiente de cenar con el mariscal Günther Von Kluge al que iba a sustituir, de repente su predecesor se suicidó con una pastilla de cianuro debido a su implicación en el atentado contra Hitler del 20 de Julio. Una vez Model se instaló en aquel teatro de operaciones completamente nuevo para él, cometió algunos errores como reequipar a las divisiones en primera línea, algo habitual en Rusia pero nada recomendable en el Oeste Europeo, pues en cuanto lo hizo desoyendo los consejos del general Fritz Bayerlein, tuvo que emitir una contraorden al comprobar que la aviación norteamericana y su potencia de fuego artillero anulaba cualquier posibilidad de reagrupación táctica. Esta actitud se debió a que despreciaba a los anglo-estadounidenses, a quienes consideraba unos rivales inferiores a los soviéticos, aunque pronto cambió de opinión al comprobar su poderío militar y ver como los norteamericanos profundizaban en las brechas dejadas por su antecesor Von Kluge. A pesar de que estas dificultades, consiguió rescatar a 50.000 soldados sitiados de la «Bolsa de Falaise», evacuó a 200.000 hombres al otro lado del Río Sena, salvó a otros 85.000 de Flandes conduciéndoles al otro lado del Escalda y finalmente con el resto se retiró a través de Bélgica hasta la seguridad de los Países Bajos y la frontera occidental de la «Línea Sigfrido» en Alemania.
Curiosamente mientras el mariscal Walther Model almorzaba en el Hotel Taffelberg de Oosterbeek la jornada del 17 de Septiembre de 1944, oledas de aviones de transporte C-47 de la aviación anglo-estadounidense sobrevolaron su cabeza y liberaron a poco menos de un kilómetro a millares de paracaidistas que acababan de poner en marcha la invasión de Holanda durante la «Operación Market-Garden». Apenas sin tiempo a reaccionar, pues una bomba explotó en su jardín y reventó la copa de vino que Model sostenía en la mano, el mariscal salió a toda prisa del edificio y huyó en dirección a sus líneas, minutos antes de que un grupo de soldados británicos se apoderaran del Hotel Taffelberg (siendo aquella la única vez en que por la mínima el «León de la Defensa» pudo haber sido hecho prisionero). No obstante en seguida Model consiguió hacerse cargo de la situación e incluso conocer con exactitud el plan enemigo gracias a un mapa capturado, por lo que distribuyó a sus fuerzas en todas las zonas golpedas y redujo a sus oponentes sobre Arnhem, Nijmega y otros sectores, haciendo fracasar la «Operación Market-Garden» que el mariscal Bernard Montgomery tan cuidadosamente había diseñado, además de infligir a los Aliados la elevada tasa de 20.000 bajas y destruir por completo a la 1ª División Aerotransportada Británica, aniquilar a la Brigada Paracaidista Polaca y provocar graves pérdidas al Ejército Estadounidense.
Justo después de la victoria de Model en la «Operación Market-Garden», el prestigio del mariscal estaba por los nubes, especialmente entre sus soldados por el trato cercano con ellos y a que constantemente estaba pisando el frente, una opinión que en cambio no era compartida por sus oficiales, quienes le apodaban el «cerdo», debido a que exigía demasiado de ellos y siempre les solía decir: por cada problema que les surja quiero que me presenten al menos tres soluciones. Sin embargo este modo de entender el arte de la guerra era el que le había llevado a cosechar tantos triunfos en su carrera, como también ese otoño de 1944 cuando el mismo «León de la Defensa» volvió a infligir una severa derrota a sus oponentes durante la Batalla del Bosque de Hürtgen, en este caso aprovechándose del terreno abrupto, las tupidas arboledas y los profundos barrancos en donde provocó 50.000 bajas a los norteamericanos y aniquiló por completo a la 28ª División de Infantería Estadounidense. Gracias a los éxitos defensivos del mariscal los Aliados quedarían durante medio año estancados en el Frente Occidental, no siendo capaces de moverse más allá de una franja de 15 por 30 kilómetros de grosor que se extendía desde los Países Bajos hasta Alsacia y Lorena en la frontera con la neutral Suiza.
Durante la Batalla de las Ardenas en Diciembre de 1944, Model mantuvo un papel secundario debido a que estuvo subordinado al mariscal Gerd Von Rundest en calidad de comandante supremo del Frente Occidental, aunque en realidad nunca tuvo fe en esta ofensiva que creía irrealizable e innecesaria. A pesar de todo participó activamente con el Grupo de Ejércitos B, hasta el punto que en una ocasión él mismo se puso a dirigir el tráfico e incluso el 4 de Enero de 1945 lanzó un contraataque fallido contra la 101ª División Aerotransportada Estadounidense atrincherada en Bastogne, algo que le valió por primera vez ser recriminado en público por un subordinado, en este caso el oficial Sylvester Stadler (por suerte sin consecuencias para este último). Después del fracaso de la campaña, Model recibió al visita sorpresa de su hijo Hansgeorg que acababa de graduarse como oficial cadete en la División Motorizada «Grossdeutschland», mientras que en Febrero viajó a Berlín para entrevistarse por última vez con Hitler. A continuación se dirigió a Dresde que acababa de ser arrasada por la aviación anglo-estadounidense, pero no su casa ubicada en el periférico Barrio de Weiss Hirsch, por lo que pudo disfrutar de unos días de permiso junto a su esposa Herta y sus hijas Hella y Christa.

Model con miembros de las Juventudes Hitlerianas durante la «Operación Market-Garden» en Holanda en Septiembre de 1944.
A inicios de 1945 los Aliados rompieron las líneas sostenidas por el Grupo de Ejércitos B de Model con el I Ejército Canadiense del general Harry Crerar por el norte mediante la «Operación Veritable» y con el IX Ejército Estadounidense del general William Simpson por el sur mediante la «Operación Grenade». A pesar de que el mariscal ordenó la voladura de las presas del Río Roer y resistió un tiempo en la Batalla de Colonia al I Ejército Estadounidense del general Courtney Hodges, la superioridad era tan manifiesta que las defensas colapsaron y encima una unidad ocupó el Puente de Remagen sobre el Río Rin a causa de una negligencia de los ingenieros alemanes (las cargas de demolición no explosionaron), lo que permitió al VII Ejército Estadounidense del general George Patton avanzar hacia el corazón de Alemania y provocar el derrumbe del Frente Occidental. De nada sirvió un último contraataque protagonizado por Model en la Batalla de Paderborn, pues pese a infligir pérdidas mucho mayores a los invasores y matar al general norteamericano Maurice Rose, al final fue incapaz de frenar la avalancha cuando el 1 de Abril se cerró en Lippstadt la «Bolsa del Ruhr».
La «Bolsa del Ruhr» dejó encerrados a 320.000 soldados alemanes sobre un área de 9.000 kilómetros cuadrados, la mayoría adscritos al V Ejército Panzer, al XV Ejército y al I Ejército Paracaidista, así como unidades dispersas de la Luftwaffe, las Juventudes Hitlerianas o la Milicia del Volkssturm, las cuales dejaron de pertenecer al Grupo de Ejércitos B para pasar a formar parte de la «Fortaleza del Ruhr» o «Festung Ruhr» al mando de Model, cuyo nuevo cuartel estableció en Marburgo. Sin embargo y pese a las órdenes de resistir dadas por Hitler desde su búnker bajo la Cancillería de Berlín, el «León de la Defensa» sabía que todo estaba perdido, por lo que hizo la vista a gorda a las deserciones, licenció a los más jóvenes y ancianos e incluso obligó a su jefe de operaciones, el coronel Günther Reichhelm, a que escapara de la ratonera y salvara a la vida (no sin antes entregarle una carta de despedida que debía dar a su esposa Herta).
A medida que se reducía la «Bolsa del Ruhr» y Model se veía obligado a trasladar su nuevo puesto de mando a la localidad de Waldesruh, de repente recibió la visita del oficial oficial Winrich Wehr, quién después de escapar de Berlín y sortear a las patrullas norteamericanas del cerco, informó a su superior de que Hitler le había ordenado resistir hasta las últimas consecuencias sin importar la vida de sus hombres. Nada más presentarle aquel informe, ambos se arrojaron a un cráter relleno de agua cuando un avión estadounidense arrojó una bomba que volatilizó el edificio del Estado Mayor y de milagro no les alcanzó. Fue en ese instante cuando un aturdido Model expresó muy afligido las siguientes palabras: ¿Hemos hecho todo lo que hemos podido ante el Juicio de la Historia?, ¿qué le queda a un comandante derrotado? En la Antigüedad tomaría veneno.
La jornada del 16 de Abril de 1945, el general Mathew Ridgway del VIII Cuerpo Aerotransportado Estadounidense, cuyos paracaidistas habían rodeado el último perímetro defensivo de Model, envió un negociador con bandera blanca que entregó una nota al mariscal en los siguientes términos: Ni la Historia ni la profesión militar guardan testimonio de un carácter más noble, más brillante en la estrategia bélica y más fielmente sometido al Estado que el del general estadounidense Robert Lee. Este mismo mes hará ochenta años de su honrosa capitulación, producida cuando sus mandos leales, reducidos en número, quedaron faltos de medios efectivos de defensa y completamente rodeados por un ejército muy superior. Esa es la opción que se le ofrece; a la luz del honor del combatiente, le ruego entregue las armas de inmediato, en aras de la fama del Cuerpo de Oficiales Alemanes y del propio futuro de su nación. Las vidas alemanas que usted salva serán muy necesarias para devolver a su pueblo el lugar que merece en la sociedad humana; las ciudades que usted preserve serán imprescindibles para el bienestar del pueblo. Sin embargo Model se negó a acatar la rendición alegando su juramento de fidelidad al Reich y a que no negociaría con un comandante de cuerpo, sino en todo caso con un comandante de ejército o su superior más directo que era el general Omar Nelson Bradley.
Inesperadamente el día 20 de Abril de 1945, justo cuando la radio dirigida por el Ministro de Propaganda Joseph Goebbles celebraba el 56 cumpleaños de Hitler, el locutor definió a Model como el «traidor del Ejército del Ruhr» debido a una mala interpretación de la situación, en la que el régimen completamente aislado y víctima de los rumores, creyó que el mariscal estaba orquestando una traición para rendirse a los Aliados. La ira de Model fue de tal magnitud al enterarse, que presa del desengaño y la rabia manifestó: Y estos son los hombres en los que he confiado, confiado ciegamente, cerrando los ojos para conservar su confianza. Había asumido absolutamente la responsabilidad de cumplir con el deber militar en una guerra justa. ¿Una guerra justa liderada por esos fraudes?, ¿y cuántos sacrificios he exigido a mis soldados sólo para servir a esos cerdos?.
La noche del 20 al 21 de Abril, el mariscal Walther Model y sus oficiales vivaquearon al raso dentro de un bosque para evitar a la aviación enemiga y a una patrulla del Ejército Estadounidense que pasó muy cerca de ellos entre Duisburg y Lintorf. Al amanecer no dudó en acercarse al oficial Winrich Wehr y entregarle tanto su anillo de bodas como otros objetivos personales que debía devolver a su familia en Dresde, despidiéndose con la simple frase de: Usted es joven y puede salvarse. A continuación se dirigió al coronel Theodore Pilling para impartir una serie de órdenes finales, antes de internarse en solitario en la profundidad de una arboleda, en donde tras desenfundar una pistola Walter de 6’35 milímetros se suicidó de un disparo en la sien, siendo sus últimas palabras las siguientes: Quiero que me entierren aquí.
El cuerpo del mariscal Walther Model permaneció en paradero desconocido hasta que un grupo de oficiales que habían servido con él y su propio hijo, el general de brigada Hansgeorg Model que pertenecía al Ejército Alemán de la República Federal Alemana, el «Bundeswehr», lo descubrieron cerca de la localidad de Ratingen en 1955 y le dieron sepultura en el Cementerio Alemán de Vossenack, justo donde había obtenido su gran victoria en la Batalla del Bosque de Hürtgen. Así fue como el genio que había recibido los merecidos apodos del «Bombero de Hitler», «Hombre de las Situaciones Desesperadas» o «León de la Defensa», descansó para siempre junto a sus hombres, no sin antes haberse convertido en uno de los mejores comandantes a nivel defensivo tanto de la Segunda Guerra Mundial como de toda la Historia.
Bibliografía:
-Antonio Muñoz Lorente, Walter Model, el León de la Defensa, HRM Ediciones (2023), p.18-427
-Javier García Cuerpo, Clío Biografías. Líderes Militares, II Guerra Mundial, «Walter Model. El Genio de la Defensa o el Cerdo del Frente», Revista Clío Biografías 4 (2015), p.44-49
-Editores de S.A.R.P.E., Crónica Política y Militar de la Segunda Guerra Mundial. Volumen 8, «Walther Model», S.A.R.P.E. (1978), p.232
-http://en.wikipedia.org/wiki/Walter_Model